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Comenzó el juicio por el femicidio de Liliana Sala

Fue este miércoles en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. Pedirán prisión perpetua para P.E.F., el joven de 20 años acusado por el femicidio de la mujer en Sauce Viejo. El martes 5 de diciembre serán los alegatos de clausura y la lectura de la sentencia está programada para el jueves 7.
Thamina Habichayn

Autora: Thamina Habichayn

Este miércoles inició el juicio por el femicidio de Liliana Sala en Sauce Viejo, que tiene en el banquillo de los acusados a un joven de 20 años que era vecino de la mujer en su casa quinta. Al comenzar la jornada, el tribunal integrado por los jueces Gustavo Urdiales, Sergio Carraro y Susana Luna, informó que hubo demoras en el traslado del acusado porque en un principio se negó a ser llevado a los tribunales. Por ese motivo, el juicio inició unos 15 minutos más tarde.

P.E.F. es juzgado por el delito de femicidio perpetrado con alevosía. La fiscala Alejandra del Río Ayala adelantó que solicitará la pena de prisión perpetua para el acusado. “Este juicio es por un caso que implica la más extrema violencia de género en modalidad sexual”, indicó la fiscala. La funcionaria del MPA adelantó que a lo largo del juicio demostrará con testigos y pruebas que la madrugada del 20 de diciembre de 2021 el acusado ingresó a la casa quinta ubicada en avenida Banderas y magnolias en el barrio Jorge Newbery de Sauce Viejo donde Liliana estaba sola, la golpeó brutalmente, abusó sexualmente de ella y la asesinó, para luego huir con la camioneta blanca marca Jeep de la mujer.

La querella estuvo a cargo de Carlos Rabazzi y Rubén Kilibarda, quienes en concordancia con la calificación del delito y la pena que solicitará la fiscalía, sostuvieron que “no existe otra condena posible que no sea la prisión perpetua para el acusado”.

El abogado del Servicio Público de la Defensa Penal, Sebastián Amadeo, rechazó y se opuso a la calificación del hecho y la pena de la que hablaron la fiscalía y la querella. Aseguró que durante el juicio va a “confirmar la presunción de inocencia de su defendido”.

En diálogo con Periódicas, Nicolás Gatti, el hijo mayor de Liliana dijo que el inicio del juicio era una instancia que estaban esperando y que desean que una vez finalizado, su madre pueda descansar en paz. Los tres hijos fueron los primeros testigos de la jornada. Sobre la condena solicitada, Nicolás destacó que obviamente están conformes porque es la máxima pena que pueden pedir. Sin embargo, expresó que “no hay condena social para el acusado que a uno lo alivie”.

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Acompañamiento

A las 8.30, hora de inicio programado del juicio, la plaza 25 de Mayo frente a los tribunales estaba repleta de personas que se concentraron en vigilia para pedir Justicia por Liliana Sala. Entre ellos había familiares y amigos de la mujer, pero también muchos compañeros de trabajo de Sala. “Son compañeros de hace más de 20 años de mi mamá, ella era responsable en su trabajo, exigente, pero por sobre todas las cosas era compañera y amiga y eso refleja lo que hay hoy afuera”, aclaró. “Ahora vamos a seguir todo el proceso día a día, junto a los abogados querellantes, la fiscalía, los medios y sus compañeros del Correo Argentino”, señaló.

El martes 5 de diciembre serán los alegatos de clausura del juicio y la lectura de la sentencia está programada para el jueves 7.

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Violencia sexual extrema

Del Río Ayala indicó que el joven acusado ingresó a la vivienda donde estaba Liliana en la madrugada del 20 de diciembre y la atacó en un contexto "de violencia física y psicológica, sabiendo que era una persona de más de 50 años que se encontraba sola en el domicilio", relató. Luego abusó de ella sexualmente.

Durante el juicio, la fiscalía aportará pruebas documentales, fotografías de la escena del crimen, audios de los avisos policiales, informes de profesionales de la planimetría y estudios bioquímicos. Además, habrá testigos que son familiares de Sala que la encontraron el 20 de diciembre por la mañana en su casa, personal policial, profesionales peritos, médicos.

Según la fiscala, toda esta información arrojará certezas sobre la condena al acusado y “no permitirá tener duda alguna de que este espantoso asesinato se cometió en un contexto de violencia de género”.

En la primera jornada del juicio, se proyectaron imagenes de la escena del crimen tomadas por los peritos el mediodía del 20 de diciembre de 2020 y declararon los tres hijos de Liliana Sala.

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Los testimonios

Autora: Gise Curioni

El primer testigo en declarar en el juicio fue Nicolás, quien encontró a su madre sin vida en la casa quinta. El 20 de diciembre por la mañana lo llamaron desde el Correo Argentino porque su madre no había ido a trabajar, algo raro viniendo de Liliana que siempre era la primera en llegar unos 10 o 15 minutos antes de las 7, su hora de ingreso. Nicolás se comunicó con su hermana Mariana, a quien también habían llamado los compañeros de Sala.

Mariana, que también declaró este miércoles, vivía en un departamento en Santa Fe, donde Liliana también permanecía los días que no estaba en la quinta. Luego de hablar con la gente del Correo, la mujer fue enseguida hasta Sauce Viejo, vio la casa completamente cerrada y divisó que la camioneta no estaba. Intentó abrir la puerta principal con la copia de la llave que tenía, pero como también estaba la traba desde el lado de adentro, no pudo entrar. La joven decidió volver a Santa Fe y realizar el mismo camino que hacía su madre para ir a trabajar, para analizar si le había pasado algo en el camino.

Minutos más tarde llegó a la quinta Nicolás, quien no tenía llave pero revisó los alrededores de la vivienda. Pudo abrir la puerta del garage con solo empujarla porque estaba sin llave.

Allí accedió a una especie de galería techada, pero aún no podía pasar hacia el interior del hogar. Por una de las puertas vidreadas logró ver la cartera de su madre sobre la mesa, con varias de sus pertenencias desparramadas al lado.

Cuando llegó David, el otro hijo de Liliana, lograron forzar y abrir la puerta para pasar al comedor. Empezaron a revisar la casa. En la primera habitación que buscaron fue en la que siempre usaba Liliana, pero allí no estaba. Finalmente la encontraron en la habitación siguiente.

Minutos antes de encontrar a la mujer muerta, a Mariana la habían llamado desde Gendarmería para informarle que la camioneta que estaba a su nombre había sido abandonada en la zona del basural luego de un accidente. Tras el choque, desde interior habían arrojado la tarjeta verde de la joven.

Según los testigos, las únicas dos personas que entraron a la casa y vieron a Sala muerta fueron Nicolás y David. Por el relato de los jóvenes y las imagenes de la escena del crimen, la mujer fue brutalmente golpeada en la cara y en el cuerpo hasta ser asesinada. En la cama de la habitación donde la hallaron estaba el cuerpo de Sala envuelto en una sábana y un acolchado. En la zona de su cuello tenía atado el cable de un secador de pelo.

En la casa no había indicios de robo. Pero dos de los hijos de Liliana declararon que en la vivienda faltaron algunos elementos durante los meses anteriores al crimen: un aire acondicionado que estaba sin colocar, un reflector y algunos juguetes de los nietos de la mujer. Por otro lado, declararon que solo había tres juegos de llave que podían abrir la puerta principal y el garage de la casa, uno lo tenía Liliana y a los otros David y Mariana.

Además, indicaron que a la quinta tenían acceso las personas de la familia Liliana y los miembros de la familia del acusado, que eran vecinos y realizaban trabajos de mantenimiento cuando la mujer lo requería.

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Autora: Thamina Habichayn