#7M - Visibilidad LésbicaDestacadasExistencias Lésbicas

Existencias Lésbicas: Adrienne Rich

Adrienne Cecile Rich, más conocida como Adrienne Rich, fue una poeta, intelectual, crítica, feminista y activista lesbiana estadounidense.​​​ Es una de las figuras clave para entender el movimiento feminista en los años 60 y 70. Una de las intelectuales más admiradas y muy reconocida por sus batallas contra las estructuras patriarcales y de poder. Su creciente compromiso con los feminismos influenciaron muchos de sus trabajos.

Autora: Gise Curioni

Adrienne se casó y tuvo hijos (de joven), pero su radicalización y un largo camino recorrido de exploración poética y de autoanálisis existencial, detallada en varios libros de ensayos, la impulsó a vivir como lesbiana.

Fue una de las escritoras de mayor talento de la poesía en lengua inglesa. Nació en Baltimore, fue estudiante en el Radcliffe College donde obtuvo el título de Bachelor of Arts. En 1951 aparece su primera obra “Un cambio de rumbo”. De 1961 a 1962 vivió en los Países Bajos, aprovechando una beca Guggenheim. De su matrimonio con Alfred Conrad tuvo tres hijos. Radicada desde 1966 en Nueva York, trabajó en un programa para estudiantes pobres, negros y del tercer mundo. Recorrió un largo camino de exploración poética y de autoanálisis existencial, convirtiéndose en una de las conciencias críticas más independientes y una de las voces feministas más importantes de su tiempo.  Fue una mujer comprometida con las reivindicaciones sociales y políticas en defensa de la igualdad racial, económica, sexual y contra toda clase de injusticia.

Con la publicación de "Instantáneas de una nuera" en los años 60 se reveló como una poeta profundamente personal, llevando hasta las últimas consecuencias el eslogan feminista de "lo personal es político", de la feminista radical Carol Hanisch.

“¿No que se hagan bien las cosas, sino que se hagan siquiera? Cierto, ¡piensa en la posibilidad! U olvídala para siempre. Este lujo de la criatura precoz, preciada inválida crónica del Tiempo- ¿renunciaríamos a él, queridas, si pudiéramos? Nuestra ruina ha sido nuestra ventaja:

el simple ingenio nos bastaba- brillo en fragmentos y borradores.

No suspiréis más, señoras. El tiempo es hombre y en sus copas brinda por la belleza. Desconcertadas por las galanterías, oímos alabar nuestras mediocridades, considerar abnegación la indolencia, elegante intuición el pensamiento desordenado, cada desliz se perdona, nuestro crimen es sólo hacer marcada sombra o romper el molde sin vacilar.

Para eso, celdas de aislamiento, gases lacrimógenos, bombardeos de dolor. Pocas son las aspirantes a tal honor”.

Poema 9 de "Instantáneas de una nuera"

Es mayormente conocida por acuñar el término “heterosexualidad obligatoria”. El artículo completo “Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana” se publica por primera vez en Argentina en 1986 en Brujas Boletín Feminista. Se anuncia que es la traducción hecha por la revista "Nosotras, que nos queremos tanto" del Colectivo de Lesbianas Feministas de Madrid y que el texto de Rich, por su extensión, será publicado en tres ediciones de Brujas, cosa que sucede.

Adrianne argumenta que la heterosexualidad es una institución política que necesita ser reexaminada porque debilita a las mujeres. Ya que gran parte de la literatura feminista todavía funciona bajo un paradigma obligatorio heterosexual.

“La existencia lesbiana ha sido cancelada (excepto como exótica y perversa) en el arte, la literatura, el cine; la idealización del enamoramiento y del matrimonio heterosexual[...] La existencia lesbiana ha sido borrada de la historia o catalogada como enfermedad, en parte porque ha sido tratada como excepcional y no como intrínseca, en parte porque reconocer que, para las mujeres, la heterosexualidad puede no ser en absoluto una preferencia sino algo que ha tenido que ser impuesto, gestionado, organizado, propagado y mantenido a la fuerza, es un paso inmenso a dar si una se considera libre e innatamente heterosexual”.

Se asume que la heterosexualidad es la “preferencia sexual” de la “mayoría de las mujeres”, ya sea implícita o explícitamente.

“El sesgo de la heterosexualidad obligatoria, que lleva a percibir la experiencia lesbiana en una escala que va de la desviación a la aberración o a volverla sencillamente invisible, se podría ilustrar con otros muchos textos [...]”.

“También da por supuesto que las mujeres que han escogido mujeres no lo han hecho más que porque los hombres son opresores o no disponibles emocionalmente, lo cual sigue dejando sin explicar por qué hay mujeres que siguen teniendo relaciones con hombres opresores o emocionalmente insatisfactorios”.

Su obra poética y ensayística ha sido inspiración de las luchas feministas en toda América.

Rich echa luz sobre temas que habían sido escondidos bajo la oscuridad de la opresión patriarcal. Habla de lo que nadie hasta ese momento se había animado siquiera a cuestionar. Como es el hecho de la maternidad.

En su libro “Nacemos de mujer - la maternidad como experiencia e institución (1976)" rompe con los tabúes, y resquebrajan las máscaras de la maternidad, partiendo desde su propia experiencia, y el conflicto que tuvo siendo madre en el desarrollo de su vida personal.

“Durante siglos nadie habló de estos sentimientos. Yo fui madre en el mundo americano freudiano de la década de los cincuenta, centrado en la familia y orientado hacía el consumo. Mi marido habló con ansia de los hijos que tendríamos; mis suegros aguardaron el nacimiento del primer nieto. Yo no tenía idea de qué deseaba, de qué podía o no elegir. Sabía tan sólo que tener un hijo presumía asumir plenamente la feminidad adulta, que era «demostrarme a mí misma» que yo era «como las demás mujeres»”.

Quizás la necesidad constante de tener que cumplir con estereotipos impuestos fue el punto de partida que la llevó a cuestionarlos y romperlos posteriormente. Pero antes de eso, se adentró en el papel que la sociedad esperaba de ella como “verdadera” mujer. Si no hacía todo lo que se suponía que debía hacer se sentía una impostora.

“Esta sensación de estar actuando me creó un curioso sentimiento de culpa, aun cuando se trataba de una actuación exigida para sobrevivir. Conservo un recuerdo muy claro, penetrante, de mí misma el día después de mi casamiento: barría el suelo. Tal vez aquel suelo no precisaba limpieza; tal vez yo misma no sabía qué hacer conmigo. Pero mientras barría, pensaba: «Ahora soy una mujer: esa es una actividad muy antigua; es lo que las mujeres han hecho siempre». Sentí que me doblegaba ante una antigua fórmula, demasiado antigua para ser puesta en tela de juicio. Esto es lo que las mujeres han hecho siempre. Cuando estuve visiblemente grávida, por primera vez en mi vida adolescente y adulta, no me sentí culpable”.

Rich relata crudamente que por momentos sentía un profundo odio hacia sus hijos, porque le hacían perder su libertad. No podía desarrollar su trabajo como escritora. Me dije que podía amar mucho mejor después de un cuarto de hora de concentración, de paz, de desapego de mis hijos”. Sentía rabia por los años que pierde la mujer en vista a cuidar de sus hijos, pero no así el hombre. Rich sentía sus propias necesidades de una forma tan aguda, que a menudo las expresaba con violencia.

“Recuerdo haber regresado a la cama completamente despierta, con los ojos vidriosos de rabia, sabiendo que mi sueño interrumpido haría del día siguiente un infierno, que habría más pesadillas, más necesidades de consuelo porque, aparte de mi cansancio, sentiría rabia contra aquellos niños por razones que ellos no podrían comprender”.

Para mí, la poesía era el sitio donde vivía sin ser la madre de nadie, donde existía como yo misma [...]Comprendí que mis luchas como escritora eran un lujo, una peculiaridad solamente mía. Mi trabajo casi no aportaba dinero: en realidad, costaba dinero, pues tuve que contratar una doméstica para permitirme escribir dos horas a la semana".

Reconocimientos

Adrienne Rich fue una poeta galardonada a lo largo de su vida: National Institute of Arts and Letters en 1959, Shelley Memorial Award en 1971, National Book Award en 1974, el que  Rich se negó a recibirlo individualmente y se unió a otras dos poetas feministas nominadas, Alice Walker yAudre Lorde, para aceptarlo en nombre de todas las mujeres «cuyas voces aún no se han escuchado en un mundo patriarcal».​

Leer también »  Existencias lésbicas: Audre Lorde

American Academy of Arts and Sciences en 1991 entre otros; se le concedió el Doctor Honoris Causa por Smith College y las Universidades de Brandeis, Harward y City College of New York.  Cuando el entonces presidente Bill Clinton le otorgó la Medalla Nacional de las Artes (1997), Rich se negó a aceptarla por las políticas cínicas de esa administración. En 2006, Adrienne Rich recibió la Medalla por la contribución destacada a las letras americanas de parte de la National Book Foundation y, en 2010, le fue otorgado el Premio a la excelencia de toda una vida en poesía de The Griffin Trust.

Tras la disolución de su matrimonio en 1970, vivió con la también escritora Michelle Cliff hasta el final de sus días. Falleció en 2012, a la edad de 82 años, en Santa Mónica (California).

“Voy adonde amo y adónde soy amada, hacia la nieve;

voy a las cosas que amo sin pensamiento alguno de deber o de pena”.

Poema de “El sueño de una lengua común