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El espacio de la mujer en los sindicatos municipales

Periódicas dialogó con la dirigenta de Festram (Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Santa Fe) , María José Barrios, sobre el rol de las mujeres sindicalistas y la lucha activa por conquistar los espacios de poder.

Foto: gentileza María José Barrios

La historia de la Confederación General de los Trabajadores (CGT) desde su fundación en 1930 no siempre tuvo presente mujeres en sus directorios gremiales. El ambiente sindicalista continúa siendo un espacio relegado (en su mayoría) para la participación de las mujeres. El caso que más resuena es el de Susana Rueda que va desde el 2002 al 2003 formando parte de un secretariado que se completaba con dos hombres, José Luis Lingieri y Hugo Moyano.
En 2017 las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT presentaron un cuadernillo de formación sobre mujeres y sindicalismo, el cual no sólo relata la histórica participación de las mujeres en cuestiones políticas sino también su crecimiento a lo largo de los últimos años. El material expone que: "sólo el 18% de las secretarías, subsecretarías y pro-secretarías son encabezadas por mujeres. Y que de ese porcentaje, el 74% se dedica a temáticas mal consideradas 'de mujeres'".

Maria José Barrios, es Secretaria General del Sindicato Trabajadores Municipales de Rufino. Es miembro del Consejo Directivo de Festram mediante la Secretaría de Políticas de Género, niñez, familia y medio ambiente. Actualmente se desempeña también como miembro de la mesa paritaria de Festram y es Integrante de las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores. Viaja a través de nuestra provincia para llevar adelante las políticas de género junto a su equipo de trabajo.

Mujeres sindicalistas

En una mesa de diálogo con Periódicas, María José nos contó sobre el rol que desempeñan las mujeres en espacios de poder como el sindicalismo: “Este último tiempo las mujeres sindicalistas nos hemos propuesto reconstruir la patria. Desde distintos sectores empezamos a trabajar arduamente desde ese lugar, que va más allá de la lucha que traen las mujeres en busca de esa igualdad, que viene de la época de Eva Perón en adelante. Esta vez es la búsqueda de igualdad de posibilidades a la hora de defender la patria. Para eso participamos como mujeres sindicalistas de la Federación con los 43 sindicatos que nuclea Festram, a través de la Corriente Federal de Trabajadores y las Mujeres Sindicalistas, en ese nuevo frente sindical para el modelo nacional”.

Achicar la brecha de la desigualdad y brindar contención a las trabajadoras víctimas de violencia es su mayor objetivo para el 2020, pero por sobre todo tienen como objetivo erradicar la violencia en los ámbitos laborales. “Sin lugar a duda  las mujeres seguimos siendo las más precarizadas, existe una brecha salarial encubierta, con ese trabajo no remunerado, que muchas veces le llamamos amor o responsabilidades que tiene una mujer, ya sea en el cuidado de niños y niñas o personas mayores con discapacidad. No sólo es el trabajo que hacemos en el hogar, sino además tenemos las reuniones de padres en la escuela, el club o en sus actividades y es ahí donde se refleja esa doble o triple jornada que tampoco es remunerada. Claramente no la podemos ver como tal, porque tenemos una participación activa y está naturalizado el rol en el hogar por más que no sea remunerado. Creo que desde ese lugar también hemos planteado esa lucha de volver a reconstruir una patria donde realmente encontremos la posibilidad de igualdad para todos. Hemos tenido un gobierno que, sin dudas, ha arrebatado todos los derechos pero que hizo mucho hincapié en los derechos de la mujer”, sostuvo la dirigenta.

Foto: gentileza María José Barrios

Al hablar sobre su crecimiento en distintas tareas que desempeñó a lo largo de su carrera, María José hizo hincapié en las dificultades que hasta el día de hoy deben atravesar solo por ser mujer: “El sindicalismo sigue siendo un ambiente machista. El trabajador o la trabajadora municipal cargan con un estigma social importante. Sumale que además se sufra la discriminación por el género. En una sociedad que hoy esta con un disquito puesto que repite una y otra vez todo aquello que escucha sin generar conciencia de ello o de lo que genera. Hay que hacer un trabajo muy constante sobre el problema. La distancia suele ser una dificultad, porque para erradicar la violencia en los ámbitos laborales necesitamos un equipo humano que esté constantemente presente y no siempre es posible.”

La batalla es cultural

Desde la Federación reafirman que siempre se les ha brindado apoyo a las mujeres a través de la Red de Mujeres de Festram, que las  han tenido presentes en una gran participación  para luchar a la par de los hombres en todos los conflictos que hubo en la provincia. La creación de la Red fue casi en conjunto con la de la Federación. Ésta cuenta ya con dos mujeres como secretarias generales de los 43 sindicatos, una en el norte y otra en el sur. Tienen actualmente tres compañeras secretarias adjuntas. Para María José es un enorme logro a destacar: ”Una cosa es lo literal y otra lo que nos toca vivir a medida que vamos llevando adelante conflictos, problemas, o en la orgánica propia de las instituciones. Me pasa dentro de mi sindicato que, si bien las compañeras acompañan y apoyan, a los compañeros les cuesta mucho entender que, si bien no te manda una mujer, en definitiva, la última palabra después del debate y el consenso termina siendo de la secretaria general y siendo una mujer todavía les cuesta aceptarnos.  En la Federación siempre tuvimos lugar, pero en este tiempo con esta revolución que marcaron los grupos feministas y los colectivos de mujeres, antes no se visualizaban tanto”.
Las mujeres de Festram saben que son tiempos de cambios. Cuando se sientan en una mesa de diálogo marcan que son acción, pensamiento, participación, creación, marcas que las reafirman desde la superación personal. “Ya habíamos ganado un lugar, pero no como ahora, es una batalla imparable que quien no la entienda va a ser expulsado por la historia.  La batalla es cultural y es contra el patriarcado. Quien no entienda que la mujer vino para instalarse y caminar hacia adelante en ese sentido va a quedar afuera del sistema, donde las mujeres pasan a tomar el frente en todas las situaciones”, sentenció María José.

Tener voz y participación

Foto: gentileza María José Barrios

La Federación, como todo espacio sindicalista, es machista, pero para nuestra entrevistada el reconocer que fueron los primeros en abrir paso a la participación de las mujeres no es un logro menor: “Desde nuestro Secretario General  hasta otros cargos, la participación siempre no sólo se avaló, sino que se contuvo y se acompañó abriendo un montón de puertas para que podamos participar con objetivos claros. En la mesa paritaria podemos armar una agenda género, ya no vamos sólo para la foto. Que se nos permita esto de discutir el salario, las asignaciones familiares, la canasta básica de alimentos, las licencias por maternidad, paternidad", expresó la entrevistada.

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La Ley Micaela les abrió las puertas a una capacitación obligatoria para erradicar la violencia en los ambientes laborales, pero por sobre todo tener perspectiva de genero a la hora de establecer vínculos con les trabajadores. “Nosotros somos pioneros porque venimos capacitando desde hace mucho tiempo, a través de la Secretaría de Políticas de Género de Festram, sobre la Ley de Protección Integral a la Mujer, en todos sus ámbitos y formas donde desarrolle sus relaciones interpersonales. Vamos a los distintos sindicatos y delegaciones y capacitamos sobre la ley. Parece increíble pero la sociedad no tiene conocimiento de la ley y es el ABC de los derechos de la mujer. Poder ver lo que les pasa a diario y que entiendan de los tipos de violencia que hay, que muchas veces se ven afectadas y no están reconociendo y por ende no conocer los mecanismos de cómo denunciar o cómo buscar ayuda, es muy reconfortante", sostuvo Barrios.

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Capacitación para todos y todas

Desde la Secretaria de Género de Festram se llevan a cabo capacitaciones sobre la Ley Micaela a lo largo de la región. Esta iniciativa tiene como fin brindarles herramientas a los y las trabajadoras municipales sobre sus derechos frente a cualquier acto de violencia (física, institucional, abuso). María José relató que cuando han finalizado muchas capacitaciones, trabajadoras han denunciado algún tipo de violencia sufrida. Antes de la capacitación no podían especificar que lo que habían sufrido era definitivamente violencia. Barrios recalca la importancia de que las capacitaciones continúen y mejoren en cuanto a calidad de contenido y material para brindar. "Muchas denuncias de abuso se hacen presentes al terminar el taller y eso no deja de abrumarme (abuso de poder, abuso sexual, violencia psicológica e institucional). Sobre todo el abuso sexual (el derecho que tienen que pagar para conseguir un trabajo o mantenerlo en momentos críticos) son muchas y el hostigamiento que sufren luego de la denuncia", manifestó Barrios.

Teoría bonita, práctica burocrática

"Las víctimas se revictimizan constantemente cada vez que tienen que acercarse a hacer una denuncia. Hacen la denuncia y se levantan y tienen que hacerla también en otro lado. Con la intersindical hemos firmado un convenio con la Secretaría de Políticas de Género para que el Estado pueda estar presente a través de las organizaciones sindicales. Todo lo que en la teoría parece bonito en la práctica sigue siendo burocrático y engorroso. Hoy las denuncias por violencia laboral se hacen en la Defensoría del Pueblo por un protocolo que se firma entre la intersindical y la organización internacional del trabajo. Vamos a radicar la denuncia ya sea por persecución política, violencia institucional o abuso de poder. Nos toman la denuncia …pero como no tienen jurisdicción la tienen que elevar y la víctima está ahí esperando una respuesta y después tiene que volver a su casa o al trabajo a someterse a lo mismo. La justicia tiene tiempos muy lentos" prosiguió en su relato la dirigenta sindical.

"La capacitación es una política propia de la Federación, es una política necesaria y podríamos decir que pública. Nosotros tenemos el compromiso de acompañar en todo lo que podemos de norte a sur a los compañeros y compañeras municipales. Para ayudarlos a ver que hay otras formas posibles de hacer las cosas. Para ello articulamos con delegaciones que atienden cuestiones legales, de trabajo e higiene, capacitándonos de manera conjunta en cuestiones de género para acaparar todos los terrenos. Hemos logrado un gran frente donde luchamos por los derechos de los trabajadores, pero con una mirada diferente sobre los derechos de las mujeres, donde prime por sobre todo la igualdad de género, la lucha de la mujer y la participación activa en los espacios de poder".

Ocupar espacios

Sumar más compañeras en la toma de decisiones  es una tarea que sigue creciendo y tiene como objetivo poder acercar distintas realidades. Desde la Secretaria de Género de Festram piden que los compañeros abran y den lugar a las compañeras. "Desde el día que Eva nos permitió ser parte de esa lucha y se nos concedió el poder de votar, hay muchos logros. Pero falta aún que los compañeros empiecen a dar paso a las compañeras. Es una batalla cultural que nos la debemos todos. Mientras hay goce la vas a seguir peleando, porque tenemos claro que el problema no somos nosotras: es el espacio que ocupamos. Y somos conscientes como colectivo feminista y de trabajadoras que ese espacio sino lo ocupas vos…tiene que haber otra compañera".
La revolución que están marcando las mujeres sindicalistas está cambiando paradigmas, como sucede también con la Corriente Federal de Trabajadores. "Las compañeras tienen que saber y tener la convicción de que son espacios ganados, no nos lo han regalado. Los hemos conseguido peleando las calles como iguales. Porque donde hubo una necesidad …nació un derecho", concluyó María José.