La artista argentina, radicada en México, presentará dos actividades en el marco de los 100 años del museo santafesino. En ambos casos el eje pasa por envejecer en el arte desde una mirada de género.
El Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez llega en este 2022 a su centenario. Una programación especial, denominada ‘El Rosa 100’, dará curso a la celebración del aniversario. En ese marco se inserta la presencia de Ana Gallardo el 15 y 16 de abril. Las actividades de las dos jornadas proponen repensar el proceso de envejecer en el campo del arte desde una perspectiva de género.
Analía Solomonoff, directora del museo cuenta a Periódicas la alegría y energía con que transita este centenario: “Vivo El Rosa como un espacio muy potente, con un equipo de trabajo profesional y comprometido. Con una fuerza enorme para continuar repensando el museo como un lugar para imaginar, sentir y desear”. Solomonoff señala que 'El Rosa 100' es organizado conjuntamente con el Ministerio de Cultura y será un festejo que durará un año, “un tiempo colmado de activaciones, con un programa público que propone salir a la calle, al territorio, y encontrarse con la gente”.
El viernes 15, Ana Gallardo presentará su propuesta ‘Escuela de envejecer’ en un conversatorio con la curadora Fernanda Aquere y Analía Solomonoff. El sábado 16, se producirá una interacción entre Gallardo y 10 mujeres artistas santafesinas convocadas: María Rosa Allara (Rafaela), María Angélica Amongero (Rafaela), Cristina Behrenz (Esperanza), María del Carmen Castro Leiva (Reconquista), Martha Greiner (Rosario), Marilde Gurdulich (Santa Fe), Ana María Paris (Santa Fe), Estela Rosso (Elisa), Nanzi Vallejo (San José del Rincón) y Belkys Zárate de Mendoza (La Guardia). Ello dentro de ‘Conversación Rosa 100 años’. Ambos eventos son gratuitos. Para la jornada del sábado se requiere inscripción y el cupo es limitado.
Ana Gallardo: "siento que es un momento de revanchas"
Ana Gallardo es argentina y reside en la ciudad de México. Artista y docente, ha protagonizado y participado de numerosas exposiciones individuales y colectivas en distintos lugares del mundo. Con su actividad logró conectar obra y vida personal en un análisis de sus interacciones mutuas. A lo largo de su carrera abordó diferentes planos de la violencia y actualmente lo focaliza en las violencias vinculadas al envejecer. Sobre ésto dialoga con Periódicas previo a su presentación en Santa Fe.
¿Qué es Escuela de envejecer? ¿Cómo fue el proceso que te llevó a esta propuesta?
'Escuela de envejecer' es una obra de arte, que reflexiona sobre la violencia en el envejecer. Propone un lugar de encuentro en donde mujeres de la tercera edad enseñan a un público en general, sus labores actuales aprendidas de viejas. Esas actividades a las que llegamos cuando una vez jubiladas, no sabemos qué hacer y vamos a tomar talleres para poder estar mejor. Este proceso comenzó cuando detecté el comienzo de mi envejecimiento y lo que hice fue transitarla en la pieza artística. Creo que el arte es una herramienta trasformadora. Me pregunto todos los días, para qué hago lo que hago y, claramente, sigo pensando en que hay que transformar el mundo, desde los espacios propios, cercanos, pero cambiar el mundo. El arte para eso sirve.
¿Con qué te encontraste al analizar el paso del tiempo en las mujeres que hacen arte?
Me encontré en principio, con la violencia de un sistema que invisibiliza todo lo que no le gusta o no le sirve. Con un sistema que prioriza sólo lo que cree que es útil. Y con el profundo dolor que por un lado provoca esto. Pero por otro, encontré mujeres libres, invisibles, pero haciendo todo lo que quieren, todo lo que quisieron hacer a lo largo de su vida y no podían. Ahora lo hacen, sin pudor, con deseo. Siento que es un momento de revanchas. Hermoso momento para priorizar el capricho.
¿Notás cambios en el lugar y visibilización de la mujer artista en los últimos años?
Sí, algunos cambios, sí, está el tema en el tapete. Creo que es un espacio a seguir trabajando. Falta mucho. Por ejemplo, el 'rescate' de artistas mujeres mayores, históricas invisibles, ahora todos a la búsqueda de una. Me parece muy bien esta situación, pero la mayoría propone visibilizar la obra de la juventud de estas artistas, es decir sigue siendo prioridad la juventud. Estos puntos son fuertes para seguir trabajando. La palabra rescate sigue siendo patriarcal. De todos modos, los feminismos están logrando cambios muy profundos.
El lugar de Gallardo en 'El Rosa 100'
“Las practicas artísticas que propone Gallardo son imprescindible para la escena del arte contemporáneo nacional e internacional. Es una artista que considera que el arte democratiza las posibilidades de ser y hacer, en sus palabras: "Hacer lo que deseamos es un deber, hacerlo como queremos es un derecho". "Aborda el arte como una herramienta política que transforma”, así expresa la curadora del evento, Fernanda Aquere, la importancia de la propuesta de Ana Gallardo.
La artista santafesina destaca la búsqueda de la acción colectiva en Gallardo y su empatía en el espacio que abre a las voces de adultos mayores. “Desde una perspectiva de género, las acciones perfomáticas surgen de las preguntas que se hace en torno a los mandatos culturales, a los discurso hegemónicos vinculados al arte, al cuerpo, a la apología de la juventud y al desamparo que conlleva la vejez”, relata la curadora.
Tanto Aquere como Solomonoff celebran la presencia de Ana Gallardo en 'El Rosa 100'. “Gallardo es una artista referente en las escuelas de arte de la provincia y para numerosos artistas y profesionales”, señala Aquere. Por su parte, la directora de El Rosa manifiesta: "Ana es parte ahora de este espacio. Su práctica nos atraviesa y llega, también, con una energía creadora que cuestiona, propone y activa los modos de ser y hacer. En un museo con nombre de mujer, la celebración es una oportunidad contundente para reflexionar sobre el paso del tiempo, el sentido de esta institución y el rol que debe cumplir hoy".
Fernanda Aquere subraya, asimismo, el carácter enriquecedor del encuentro del sábado con mujeres del arte local. “Los discursos hegemónicos en torno al arte, los cuerpos y la eterna juventud silencian muchas voces y sobre todo las de las personas más vulnerables. Cuando una de las artistas recibió la invitación para participar en el conversatorio manifestó 'hoy es uno de los días más felices de mi vida'. Creo que esta frase resume lo que acontecerá en El Rosa”.
El centenario de El Rosa
Cumplir 100 años de vida como institución en un mundo cambiante y vertiginoso, resulta un hecho destacable. Y el pasado sigue apareciendo como anclaje necesario. "El Rosa encuentra en su historia, en el recuerdo, una fuerza que nos llena de energía. -expresa Analía Solomonoff-. 'Recordar es volver a pasar por el corazón', como enuncia la obra de la artista argentina Soledad Sánchez Goldar, obra que se encuentra hoy en la colección del museo. Recordar nos permite no olvidar y desde ahí vivir y construir un presente y proyectar para las generaciones futuras un museo activo, colmado de experiencias y comprometido con su contexto".
Los festejos se prolongarán a lo largo del año en propuestas vinculadas a esa historia viva y en marcha del museo. Al respecto, Solomonoff concluye: "En el Rosa Galisteo, con su cumpleaños número 100, reverberan acciones de tantas y tantos que han habitado este lugar. Somos memoria, presente y también futuros posibles, futuros deseables".
Entrevista, escribe y edita notas. Se especializa en cultura. Colabora en producción y redes sociales.
