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Diana Maffía, universidad pública, democracia y feminismo

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La investigadora feminista Diana Maffía estuvo en Santa Fe donde fue reconocida como Doctora Honoris Causa de la UNL. Lleva más de medio siglo en la universidad pública y aseguró que tiene expectativas positivas sobre el futuro de los feminismos en el académico, social y político.
Thamina Habichayn
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Créditos: Prensa UNL

Diana Maffía fue estudiante, profesora, investigadora, activista. Todo eso en las universidades públicas del país y siempre con una mirada feminista. El lunes pasado, el día previo a la marcha histórica en defensa de las universidades nacionales, fue reconocida como Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el máximo título que otorga la casa de estudios. En el acto en el Paraninfo, brindó una conferencia sobre Universidad pública y democracia. “Para analizar estas dos cuestiones juntas, vale la pena hacer un poco de historia con la mirada feminista, porque las mujeres como género y movimiento debimos ser muy insistentes para acceder a los estudios universitarios”, indicó.

Maffía agradeció el reconocimiento del Consejo Superior de la UNL y el recuerdo de su vasta trayectoria que se hizo al inicio del acto pasando por sus logros como docente e investigadora hasta su rol legislativo y sus cargos públicos. “Si uno persiste en el error a pesar de los castigos, en algún momento eso se vuelve un mérito y te dan un Honoris Causa, porque claramente el feminismo no era lo que me recibió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA cuando empecé a estudiar”, bromeó.

“Ingresé a la universidad a los 17 años como estudiante y dejé mi cargo docente el 29 de febrero pasado, fue más de medio siglo trabajando en la Universidad de Buenos Aires y en muchas universidades del país”, rememoró la doctora. Durante su conferencia, la docente hizo un recorrido por la historia de la universidad pública argentina. Recordó que fue creada por monjes cristianos, era concebida como un gremio y para integrarla había que pertenecer al clero. “Todavía hay quienes extrañan esos tiempos”, indicó.

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Autora: Thamina Habichayn

Por supuesto que en aquella universidad, las mujeres tenían un rol relegado y había mecanismos explícitos para excluirlas. “Este repaso sirve para resaltar el hecho excepcional de que en los últimos años y con tan poco tiempo, obtuvimos derechos que parecían eternamente negados”, destacó Maffía. “Esos logros costaron muchos años y persistencia y ahora estamos aprendiendo amargamente que puede ser veloz el retroceso”, advirtió.

Para Maffía, el efecto de la Reforma Universitaria fue clave y estuvo íntimamente ligado a la democracia. “Reclamaron la democratización del gobierno universitario promoviendo algunos valores, como la participación de todos los claustros, pero también que los conocimientos sean trasmitidos en las aulas y a toda la comunidad mediante actividades de extensión”, explicó.

En 1949 se eliminaron los aranceles y desde ese entonces la universidad pasó de ser un privilegio a ser un derecho. “Las mujeres comenzamos a construir masa crítica y se fue aceptando nuestra condición como docentes”, recordó. También advritió que todavía falta ese reconocimiento completo como profesionales y docentes en diversos lugares, “por mecanismos no siempre explícitos”. En esa línea, hizo otro llamado de atención: “Nosotros siempre nos vamos a encargar de estudiar y de denunciar, sepan patriarcas que los estamos vigilando”.

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Autora: Thamina Habichayn

Durante estos 75 años que pasaron desde que se eliminaron los aranceles en las universidades, su calidad de pública y gratuita se perdió en varios períodos dictatoriales y democráticos. “Fue siempre una decisión ideológica, no económica”, remarcó Maffía y explicó que “en 1981 cuando la UBA quiso cobrar aranceles, el gasto administrativo de hacerlo era superior a los recursos que se iban a obtener”. De esta manera, aclaró que “el objetivo no era financiar la educación universitaria, sino volver a limitarla”.

Libertad académica y de cátedra, autonomía sin presiones políticas ni económicas, participación y respeto por la diversidad de posturas, y el compromiso de formar la ciudadanía haciéndose cargo de las demandas sociales, esas son las condiciones sobre las que deben funcionar las universidades públicas, gratuitas y de calidad en nuestro país, según Maffía.

Doctora Honoris Causa en Santa Fe

Sobre el reconocimiento que le otorgó la UNL, la docente indicó que la da profunda emoción ser reconocida en Santa Fe por la importancia de la universidad en su carrera. También destacó que no es muy común que se otorguen Honoris Causa a mujeres y feministas.

“Nos enorgullece reconocer a personalidades como la doctora Diana Maffía, una referente indiscutida en la investigación, la docencia y referencia institucional y social de la filosofía feminista”, indicó el rector Enrique Mammarella durante el acto y aclaró que es una forma de distinguir los aportes de la investigadora no solo en las Ciencias Sociales sino en todos los ámbitos académicos.

Diana Maffía recibió el título de Doctora Honoris Causa de la UNL.
Autora: Thamina Habichayn

El proyecto fue elevado al Consejo Superior por las facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales y de Humanidades y Ciencias, cuyas decanas Claudia Levin y Laura Tarabella, respectivamente, compartieron el estrado con el rector y la homenajeada.

“Diana Maffía puso en crisis el modo de construir saberes respecto a las barreras que enfrentan las mujeres, destacando que no solo son sociales sino que tienen que ver con las capacidades que se consideraban útiles para la construcción tradicional de la ciencia”, expuso el rector. Además, señaló que es una mujer, docente e investigadora con “fuertes convicciones pero respetuosa de las otras opiniones, con una impronta de búsqueda de consensos y análisis críticos sobre los temas”.

Por todo eso, el rector de la UNL indicó que Maffía es merecedora de un acto como el que se realizó porque de esta manera “la universidad distingue a quienes reconoce como ejemplo de vida y modelo de comportamiento”.

Sobre el futuro de la teoría feminista en las universidades, la doctora expuso una mirada positiva. “Veo algo muy hermoso que es que llegan nuevas generaciones con empuje, mística y convicciones, yo creí hace 10 años que cuando me retirara nadie más iba a leer cuestiones de teoría feminista y ahora veo que hay quienes lo hacen y lo usan para analizar políticamente la realidad”, expresó.

Autora: Thamina Habichayn