“Cuerpas reales, hinchas reales” se expondrá este 8 de marzo en La Plata e hinchas de los clubes más importantes de la ciudad estarán representadas a través de los lentes de Titi Nicola y Carolina Niklison. De qué se trata el proyecto ideado por Érica Voget que reúne a casi 80 fotógrafas de Iberoamérica.
“Cuerpas reales, hinchas reales” es un proyecto ideado y dirigido por la fotógrafa Érica Voget y este 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se expondrá en el Centro Cultural Islas Malvinas, en la ciudad de La Plata. El mismo reúne el trabajo de 78 fotógrafas de 10 países que representaron a 76 clubes de fútbol, entre ellas, dos santafesinas que retrataron a hinchas de los clubes de sus amores: Carolina Niklison de Colón y Ana Clara “Titi” Nicola de Unión.
El trabajo propiciado por Voget constó de dos ediciones, la primera fue inaugurada en 2021 en Tecnópolis; además, fue declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina y de Interés Cultural y Artístico por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
En diálogo con Periódicas, Voget cuenta que "hace más de dos años que vengo trabajando con fotografía documental, luego de que asuma Maradona en Gimnasia y de haber retratado a hinchas mujeres en la popular de 'el Bosque', me da la curiosidad y las ganas de generar algo más intimista, de saber cómo viven estas mujeres el fútbol; por eso la cercanía del retrato y la búsqueda del contexto con la hincha, cómo y dónde viven, acercar la cotidianidad y realidad de nuestras vidas a la fotografía".
Agrega que "así se realizó la serie de hinchas 'triperas', en febrero de 2020, y durante la pandemia me animé a lanzar una convocatoria para fotógrafas a nivel latinoamericano y tuve la enorme sorpresa y la alegría de que en la primera edición se forme la etapa inicial del colectivo con 34 fotógrafas y los mismos equipos de fútbol".
"El camino recorrido fue movido por los impulsos personales, por lo que se generaba; no fue pensado desde sus inicios. Primero fue la serie de Gimnasia y con el tiempo se fue dando la posibilidad de hacerlo cada vez más amplio y sentirme abrazada por colegas con la misma pasión. Ahí nos dimos cuenta de que nosotras estuvimos y estamos presentes en el espacio futbolístico pero que nunca nos habían dado el lugar", reflexiona la entrevistada.
La fotografía para construir una mirada colectiva
Ambas fotógrafas locales charlaron con Periódicas y contaron sus experiencias dentro del proyecto, cómo fue que llegaron al mismo y qué las sedujo como para cruzar la línea y meterse de lleno en él. Las dos coinciden en la búsqueda del trabajo colectivo en el marco de su profesión, lo que fue todo un desafío, pero también conjugar su militancia feminista y la verdadera pasión que sienten por dos instituciones rivales dentro de un campo de juego y tan arraigadas en las vidas de les santafesines.
Titi llegó a Cuerpas en la primera convocatoria, a fines de 2020, y cuenta que “el proyecto tenía como fin la fotografía documental, destinado a que fotógrafas aficionadas puedan retratar a su club y luego formar parte del proyecto más colectivo, donde se unirían todos los clubes. Me presenté, pandemia de por medio, quedé seleccionada y trabajé todo ese verano. Compartí con compañeras llevando el proyecto a modo virtual, por lo que fue toda una experiencia; cada una iba haciendo el ejercicio de encontrarse con sus retratadas y lo íbamos compartiendo en instancias virtuales y grupales”.
“Colectivamente una se da cuenta de la importancia de la curación y de la dirección de Érica para hacer una narración visual de lo que estamos viendo. A nivel personal fue un desafío, nunca me había dedicado a la fotografía documental, posada, a la dirección; fue un proceso de crisis, de verme en otro rol y ahí me subí y surgió mi ser individual. A nivel grupal, encontrarnos muchas con las mismas contradicciones de lo que significa el fútbol atravesado por los ejercicios de deconstrucción que venimos transitando, dialogar con la pasión por el fútbol y de los lugares que queremos ocupar, en constante crecimiento con las compañeras, con lo que conocimos y con la mirada federal que tiene como intención el proyecto”, agrega la fotógrafa tatenga.
Mientras que la sabalera, Carolina, llegó en la segunda edición. “No me había enterado de la primera convocatoria y una compañera, Stella Vallejos, sobre el cierre de esta segunda me avisa que estaban buscando a fotógrafas de clubes que no hayan participado de la primera edición, tal es el caso de Colón; entonces me puse muy feliz, porque si bien participé de proyectos colectivos ninguno de esta magnitud, ya que es la primera vez que casi 80 fotógrafas de 10 países de Iberoamérica realizan una exposición”, recuerda.
Sostuvo que lo que la motivó a participar “fue construir colectivamente desde la fotografía que es sumamente individualista. Por otro lado, tejer puentes que superen las fronteras y las rivalidades futbolísticas, también y sobre todo, romper con la memoria visual que estamos construyendo como sociedad, que es totalmente masculina, que está basada en estereotipos visuales patriarcales y que el fútbol como fenómeno social reproduce fielmente”.
Carolina también quiso destacar que, a partir de la difusión de la muestra en redes sociales, “se vieron comentarios agresivos respecto a que la palabra cuerpa no existe y la verdad es que para nosotras la palabra cuerpa es una decisión política, cultural y, sobre todo, artística. Cuerpa se rebela a la desigualdad, a la crítica y a la norma que impone la cultura y es un símbolo de nuestra lucha feminista”.
Las protagonistas
En cuanto a la elección de las retratadas, Titi afirma que el proyecto tenía todo lo que le gustaba: “un enfoque de feminismo y disidencias, de poder ir haciendo el ejercicio de lo que pasaba con la identidad en la cancha, con ese ocupar un lugar, con ese entender por qué llegamos a la cancha un montón de mujeres que, generalmente pensamos que fue por algún varón de la familia o algún amigo, fue poder asimilar y darse cuenta que a estas alturas una construyó una identidad ahí dentro como hincha y que esa historia tenía peso por sí misma y que valía la pena ser contada. En eso me vi mucho con las retratadas, que me contaron por qué empezaron a ir a la cancha, por qué eran hinchas y, de repente, darse cuenta que hace más de 50 años que iban a la cancha, solas o acompañadas, o que nunca se animaron y que ahora de grandes lo hicieron y que tienen su grupo de amigas; el ir a la cancha cuando comúnmente siempre tuvo ese privilegio el varón”.
“Colón es un club sumamente popular -afirma Carolina- sus hinchas están en clases más bajas pero también en las más altas, por eso hubo sesiones que nos llevaron tanto a ser realizadas en barrios populares y en countries. La idea fue seleccionar perfiles que den cuenta de esa diversidad, abarcando todas las generaciones, desde la embarazada a la anciana, y que las historias detrás de esas hinchas tengan la trascendencia para ser contadas. Por eso retraté a luchadoras sociales, disidencias, personas con discapacidad y mujeres que asumen roles históricamente masculinos, como una albañila”.
Cuerpas futuras
Estas dos reconocidas trabajadoras de la capital provincial comparten no sólo la pasión por la fotografía, el feminismo y la búsqueda de proyectos colectivos que unen. Aunque son las dos caras opuestas de una misma pasión que es el fútbol, en una tierra como la nuestra que no sólo tiene calor, los lisos más fríos y los mosquitos más aguerridos, Caro y Titi también coinciden en querer seguir trabajando con las hinchas de sus equipos, visibilizarlas y llevarlas más allá de la tribuna.
“Mi sueño es armar un libro, una exposición y un audiovisual de Cuerpas Sabaleras ya que para la muestra colectiva, al ser tantas fotógrafas, solamente se imprime una sola fotografía e hice muchos retratos. Acompañada de Susana Silvani y Claudia Ruiz fuimos filmando esas sesiones para el día de mañana conseguir los fondos que nos permitan realizar ese audiovisual, ese libro y exposición en la ciudad de Santa Fe”, dice Carolina.
Titi sostiene que su “futuro con esto es terminar mi serie de Unión y poder publicarla completa más allá de las piezas que formaron parte de la muestra colectiva. Si tuviera tiempo -dice mientras se ríe, acostumbrada a llevar adelante varios proyectos simultáneos- me encantaría seguir escalando la muestra con mujeres que pueda ir conociendo”.
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