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De Borgen a Argentina: ¿Qué pasa con las mujeres en política?

legislatura política feminista
Borgen (Dinamarca 2010/2013) es la ficción que ha visibilizado de manera más clara la situación de la mujer en los altos mandos de la política. Aunque enmarcada en una realidad socio cultural diferente, la serie es de culto entre quienes se interesan en la temática desde la praxis o la teoría. En Periódicas analizamos aspectos de su contenido y consultamos a mujeres de la política local. ¿Hay puntos de contacto entre las problemáticas? ¿Cuál es la situación de género en política hoy en nuestro país?

Con el impulso de la plataforma Netflix, la serie danesa Borgen ganó popularidad en distintos puntos del planeta varios años después de su emisión original. La ficción muestra cómo llega por primera vez al cargo principal del gobierno de Dinamarca una mujer, Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen) y cómo sigue a partir de esa instancia el juego político y mediático. Borgen se adelantó un año a la realidad de ese país, en el que en 2011 la líder socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt se convirtió en la primera mujer en acceder al cargo de Primera Ministra.

Borgen refleja una forma de hacer política diferente desde ese lugar ocupado por una mujer. Mayor vinculación con la ética, mantenimiento de ideales aún en situaciones complejas. Pero también expone una considerable vulnerabilidad y fuertes ataques vinculados con lo personal/familiar así como una mirada más crítica, exigente y exhaustiva ante sus decisiones y opiniones. En Periódicas nos preguntamos por la situación de la mujer en la política argentina y en qué medida lo visto en la serie se replica en nuestro país.

“Qué buena serie”, señala Adriana 'Chuchi' Molina, política de origen radical. “En algunas partes sentí que era una biografía mía”. Laura Mondino, concejala por el Frente Progresista Cívico y Social, también vio Borgen y percibió puntos de identificación. “Es un trabajo permanente el sostenimiento de la familia y el lograr que la militancia no sobrepase el nivel de prioridades”.

Otra forma de hacer política

El personaje de Birgitte proviene del centro del espectro político. Un ficcional partido moderado ofrece una alternativa a la polarización entre liberales y laboristas. La presencia del bipartidismo constituye una realidad compartida en muchos países, incluido el nuestro. ¿Qué lugar ofrecen para las mujeres y disidencias los partidos tradicionales? ¿Existe una forma de hacer política diferente a partir de una mirada de género? ¿Qué tan posible es mantener convicciones en el medio de alianzas e internas?

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Creo que las mujeres transformamos la política con nuestra participación. Proponemos formas distintas”, afirma Lucila De Ponti, diputada provincial por el partido justicialista. Amplía de esta manera su explicación: “La feminizacion de la política no sólo significa la presencia de más mujeres y disidencias, sino también el reconocimiento de que el poder puede nacer del encuentro con otras y otros; que tengamos objetivos comunes y que no siempre el ejercicio del poder implica anular a quien tengo al lado. Una mirada colectiva, transversal, horizontal y afectiva de la política es lo que las mujeres estamos construyendo”.

Laura Mondino entiende que existe una forma diferente de ver y ejercer la política "desde el lugar de los feminismos". La funcionaria de extracción socialista señala: "Justamente en estos años de lucha, las mujeres hemos entendido que la sororidad es una herramienta política. Este es un ambiente históricamente machista y desarticular esas lógicas nos llevará procesos de años, de décadas. Pero estamos en ese camino. Es importante también ver a las compañeras de otros espacios políticos que están dando las mismas batallas y la lucha al interior de sus partidos. Creo que eso genera una sinergia muy potente que va dando muy buenos resultados”.

“Estoy convencida de que las mujeres podemos tener una forma diferente de hacer política", afirma Adriana Molina. Aunque es consciente de que muchas veces también se imitan los modelos masculinos, cree que las mujeres pueden realizar “una construcción mucho más horizontal y empática”. La candidata a concejala por Juntos por el Cambio señala la importancia de sumar mujeres a los equipos de trabajo y reconocer lo que otras hacen. “También implica un modo diferente el tener en la agenda visibilizado todo el tiempo aquellos temas que sabemos que nos tocan más a las mujeres. Eso tiene que ser una brújula en nuestra agenda”.

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De internas y lugares de poder

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Sobre los obstáculos dentro de los partidos políticos, Laura Mondino señala: “Las dificultades tienen que ver con la dinámica del funcionamiento; con algunas lógicas donde las cosas importantes se definen muchas veces en reuniones entre varones, en asados que por lo general son a la noche. Ahí entran a jugar los roles que históricamente se nos ha asignado a las mujeres que, cuando somos mamá por las noches estamos atendiendo a nuestros hijos. Y, obviamente, en esos lugares de poder se definen muchas veces espacios de disputa. Y por la impronta machista de nuestra sociedad todavía hay espacios que nos son vedados”.

'Chuchi' Molina entiende que aún con los logros generados por la paridad, “las mayores dificultades para las mujeres en política están dentro de los propios partidos. Esa dificultad se traduce en las internas y en el acceso al poder en cada uno de estos espacios. Me parece que una cultura patriarcal impacta directamente en las estructuras de poder que están en los partidos políticos y que llegado el momento de la conformación de listas esto se hace más patente. En tiempos electorales las principales dificultades tienen que ver con cuestiones de recursos económicos y de la disposición del partido o del sector a reconocer el liderazgo de las mujeres dentro de los propios espacios”.

Por su parte Lucila De Ponti manifiesta: “Creo que las dificultades radican en que estos espacios ocupados históricamente por varones se sostienen también en una lógica de cofradía de varones, que en el marco de relaciones políticas y personales reservan para ellos la toma de decisiones. Y por supuesto existen todas las dificultades de carácter material, que se suman a estas más culturales, que tienen que ver con la división del trabajo y el uso del tiempo donde las mujeres destinamos un porcentaje mucho mayor a hacernos cargo de los hogares y las tareas de cuidado”.

Exigencias y exposición

La estructura patriarcal ha ubicado tradicionalmente a la mujer en el hogar, la familia y las tareas de cuidados. Más allá de los avances en materia civil y laboral, ese enlace sigue presentándose de una manera limitante. En Borgen, la exposición de una mujer en el cargo ejecutivo más importante del país la deja en un estado de particular vulneración en cuanto a su familia. Los medios muestran cada detalle de la misma, cada supuesta caída o problemas con una agudeza que no suele verificarse en el caso de hombres en el poder.

En el año que se estrenó Borgen, Angela Merkel (Alemania), Michelle Bachelet (Chile), Cristina Fernández (Argentina), Tarja Halonen (Finlandia), entre otras, ya habían llegado a los cargos principales de sus respectivos países. Lo que parece ser un signo de estos tiempos es también el acceso a un lugar de observación impiadosa. “Para ninguna mujer ser mujer es gratis. La idea del cuerpo femenino como un campo de batalla endeble y manipulado por varones, idea que padecen todas las mujeres, también –y más que nunca- les tocó a las mujeres en el poder”, señala Luciana Peker en La Revolución de las Mujeres.

Autora: Gise Curioni

Al respecto, Laura Mondino señala: "Para mí la militancia forma parte de mi vida cotidiana. No puedo disociar mi vida privada de mi vida política. Por supuesto que es importante sostener los espacios de privacidad. En esto es fundamental que la familia acompañe, el diálogo permanente, la búsqueda de consenso”. La concejala es consciente del esfuerzo que implica el balance entre vida privada y pública y han sido en algunos casos las crisis emocionales las que pusieron el tema en atención y análisis. Como la que vivió con el embarazo y nacimiento de su hija más pequeña, coincidente con las elecciones 2019. "Si bien yo no estaba como candidata tuve un compromiso muy fuerte en la campaña de Emilio Jatón para intendente. La verdad es que todo el tiempo es un desafío".

“El tema creo que es parte del ejercicio de la política en lugares de representación”, manifiesta Lucila De Ponti, acerca de lo que significa la exposición de lo personal en el ejercicio público. La legisladora por el Frente de Todos subraya, además, que “la diferencia radica en que a las mujeres se nos somete a 'exámenes' más rigurosos; que hacen foco en nuestras vidas privadas como parámetro para juzgar nuestra idoneidad”.

Molina entiende que la mezcla de lo público y lo privado se enmarca en “las reglas de juego” de la política. Y señala: “En general a las mujeres nos cuesta más acordar con los miembros de nuestras familias el poder tener mejor disposición horaria o una mayor libertad a ese fin. Sabemos que tenemos sobrecarga de tareas entonces ahí se hace esencial la democracia dentro del hogar, dentro de la vida familiar y afectiva de modo tal que no sea un obstáculo”.

“La política es una actividad que tiene mucha exposición -continúa Molina-  más aun en estos tiempos donde todo aquello que hacemos inmediatamente se pasa a las redes y por lo tanto pasa a ser público”. Actualmente en campaña, la candidata entiende que el límite debe ser siempre la violencia política, algo a lo que las mujeres están más expuestas. “Muchas veces se pone el foco y el ojo en cuestiones personales sin tener en cuenta cuáles son nuestras propuestas o cuál es nuestra trayectoria política profesional”.

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La relación con la prensa

Autora: Gise Curioni

Sobre la relación con la prensa, Laura Mondino afirma: “Soy una persona de escucha que busca permanentemente construir consenso. Entiendo que es necesario generar discursos que ayuden a la gente sobre todo en estos momentos tan particulares que vivimos. Y en eso tengo la convicción de que la prensa tiene un rol muy importante al encarnar la mirada crítica que toda la sociedad necesita”.

Molina ha ocupado espacios mediáticos por lo que su relación con la prensa es fluida. “De todos modos, muchas veces la mayor dificultad está dada por la mediatización. Y en general son varones quienes tienen vínculo con quienes ocupan mayores espacios de poder dentro de los propios medios de comunicación. Eso también debe ser un aprendizaje que tenemos que hacer nosotras: lograr una buena relación directa con la prensa”.

En lo que refiere al nexo política-medios de comunicación, De Ponti afirma: “Entiendo que hay sectores de la prensa que son reproductores de estereotipos y prejuicios, pero también hay muchos otros que han incorporado una mirada distinta y mucho más igualitaria a la hora de vincularse con la política”