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La peregrinación de las travas

La militante trava Victoria Stéfano realiza un recorrido de las luchas ganadas y perdidas para la población trans. Cuáles fueron los roles de los dirigentes políticos y cuáles son sus deudas en este momento de transición.

Marcha del Orgullo 2019 en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

El nacimiento de la ley nacional de Identidad de Género en mayo de 2012 significó un enorme paraguas para la población trans. Tanto el derecho al reconocimiento de la Identidad autopercibida como al acceso a la salud integral (terapias de reemplazo hormonal, transición quirúrgica, adecuaciones corporales) pasaban a la historia en el texto de una de las leyes más vanguardistas del mundo. Por primera vez, una ley no patologizaba a las personas trans para otorgarles derechos. El 23 de mayo de 2012, Cristina Fernández de Kirchner, en aquel momento presidenta, promulgaba la ley y se convertía en la mamá de todas las travestis abandonadas históricamente por el Estado argentino. Unos días más tarde, en Casa Rosada se entregaban los primeros documentos con la modificación registral garantizada en la norma.

Yo lo vivía por la TV Pública ya siendo militante, en mi pequeño rincón en el mundo…  barrio Yapeyú.

Mientras las grandes militaban la ley que nos transformaba en ciudadanas, nosotras acá, en las oficinas del Frente Para la Victoria, con el diputado provincial Leandro Busatto, le dábamos discusión y forma al primer proyecto de Cupo Laboral Trans en la historia santafesina. Querelle Delage, Marina Quintero, Alexandra Aquino, entre otras, parieron ese proyecto que aprovechaba el viento de cola que Marlene, Lohana y otras tantas, habían inscripto en la historia de la Nación.

Desde acá

Por supuesto que aquel proyecto no prosperó en ese momento. Pero sí nos encontró organizadas. Sí nos encontró despiertas. Sí nos encontró con sed de un proyecto político que nos abrazara.

Yo dejaba en ese momento la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA) para acercarme a un intento fugaz de generar una pata diversa de Kolina, movimiento encabezado por Alicia Kirchner, en ese entonces ministra de Desarrollo Social de la Nación. Finalmente, descubrí la política independiente, que fue uno de los tránsitos de mayor formación en la calle hasta mi entrada en la militancia territorial y de base en 2018.

El tiempo, el clima social y las militancias nos fueron encontrando por distintos lugares. El socialismo que gobernaba la provincia, la mesa Ni Una Menos, distintas organizaciones de derechos humanos y feministas, los efectores de salud pública y el Inadi. A la vez que aliados muchas veces deudores.

Finalmente, en 2016, el entonces gobernador Miguel Lifschitz creó por decreto la Subsecretaría de Diversidad Sexual de la provincia de Santa Fe. La militancia invencible de las travas y les trans, y el resto de la comunidad LGBTIQ+ escribía un nuevo capítulo en la historia de la provincia con su incidencia en la estructura del Estado. Era la misma militancia que derogó los códigos contravencionales que criminalizaban a las identidades trans y la prostitución de la mano de Lucila Puyol; la que discutió y dio forma al primer proyecto histórico de cupo trans provincial, la que vez tras vez se presentó en los hospitales, en las comisarías, y en cuanto centro de denuncia le escuchara.

Movilización por hechos de inseguridad a personas trans | Autora: Rut Marega

Obvio, que como todos los pisos de conquista, la discusión, lejos de terminar, recién comenzaba. Mucho hay para decir de la gestión de esa área del Estado, pero no es el objetivo de esta nota. El impulso de políticas públicas fue el eje fundamental de todas las discusiones entre militantes y funcionaries del Estado. Eso dio paso a políticas y programas que proveyeron, al menos temporalmente a la provincia, un paraguas de derechos en un clima nacional de retroceso histórico. Algunas de ellas fueron:

Por supuesto que estas políticas prometieron más de lo que alcanzaron muchas veces, pero fuimos les militantes les que vez tras vez marcamos el norte a seguir, así como sus carencias y limitaciones.

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Aguantar y resurgir

Después de años, también en 2016, surgió el espacio multisectorial de la Marcha del Orgullo. La coyuntura política del macrismo, los travesticidios de Pamela Tabares, Sol Gómez y Adriana Cuqui Bonetto, el surgimiento y avanzada de los sectores antiderechos y el reclamo histórico por el cupo laboral trans provincial fueron los motores de un espacio que disputó políticamente en todos los campos.

Nos encontraron cuatro años en las calles. Cuatro documentos que año tras año se colaron en la agenda pública para hacer escuchar al colectivo de personas Trans, Travestis, Lesbianas, Bisexuales, No Binaries y Gays.

Marcha del Orgullo 2019 en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Desde este espacio surgieron otras estructuras políticas, como la Mesa del Orgullo, y también vivimos el advenimiento de nuevos espacios de organización, como la Asamblea Trans, Travesti y No Binarie. Por supuesto que fue y continuará siendo un desafío sostener estructuras organizativas de la diversidad sexual sin la injerencia de actores estatales, pero tuvimos cuatro años de prueba y error que nos curtieron sobremanera. En este contexto también discutimos la pertenencia de la diversidad sexual al feminismo. Ese debate nos sirvió para definirnos feministas pero no parte del feminismo que militan los sectores cis, heterosexuales y de clase media pretendidos multisectoriales.

El cupo provincial, la conquista histórica

En 2016, la entonces diputada provincial por Igualdad y Participación Silvia Ausburguer, presentó el proyecto de Protección Integral para las Personas Trans, que es en sí mismo un documento que da cuenta de la mora constitutiva del Estado para con la población trava-trans. Propone una serie de medidas para subsanar no sólo el daño ocasionado previamente sino también políticas educativas, de salud, acceso al trabajo, la vivienda, y hasta una pensión de reparación histórica para las supervivientes. Por supuesto que el proyecto no alcanzó a ser considerado para debate, pero es con mucho el mejor proyecto que vimos hasta ahora.

A la par, ese mismo año, el diputado provincial Carlos del Frade, del Frente Social y Popular presentaba la propia iniciativa por el cupo laboral trans, inaugurando otro momento histórico para nuestra historia.

Después de un paso lento por las comisiones, el 29 de septiembre de 2018, dos años después de su ingreso, el proyecto obtuvo media sanción en diputados y pasó al cuello de botella de la cámara alta de la Legislatura santafesina.

Marcha del Orgullo 2019 en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Este año, después de solicitar mediante una nota una reunión con los exponentes del senado, el 17 de octubre, día de la lealtad peronista, el presidente del bloque justicialista (mayoritario en este recinto) y su análogo radical nos recibieron a distintas militantes trans para reafirmar su compromiso. Con la modificación del porcentaje estipulado en el proyecto (del 10% de la población trans que hubiere realizado la rectificación registral en sus documentos en la provincia, pasando al 5% de esa misma cifra), estaban en condiciones de garantizar que el proyecto fuera votado afirmativamente y por unanimidad para regresar a diputados y convertirse en ley, lo que sucedió el histórico 31 de octubre de este año.

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27 días después de eso, la pluma del aún gobernador promulgó dicha ley para todo el territorio provincial.

Protagonista de la historia

No puedo evitar la emoción de saberme protagonista de este momento histórico. Las implicancias del significado simbólico, cultural e histórico de esta norma son el piso del sueño de la vivienda digna, del salario, del acceso a la salud, a la educación superior, de la conformación de un proyecto de vida sostenible, de la estocada final a la paupérrima expectativa de vida a la que aún nos vemos sujetas.

Se me desgarra el corazón por aquellas que no lo pudieron vivir. Pero hay que seguir de pie por aquellas que ahora lo podemos alcanzar.

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Por supuesto que llegó la transición, y con ello el cambio de autoridades. Los mensajes simbólicos, algunos más directos que otros, nos dan algo de fe. Alberto Fernández en un no tan acto fallido dijo que “volvimos para ser Mujeres”. Estanislao, su hijo, llevó una bandera del orgullo a la asunción presidencial. Alejandra Rodenas, por su parte, juró, el día de su asunción como vicegobernadora de la provincia invencible “por la patria y el honor, asumiendo el compromiso de garantizar a quienes habiten el territorio santafesino equidad, igualdad y diversidad”. Esto y la designación de funcionarias feministas y compañeras como la “Mala Junta”, Elizabeth Gómez Alcorta, al frente del Ministerio de la Mujer y la Diversidad de la Nacion; y en la provincia la designación de femininjas como Nerea Tacari, Florencia Marinaro y la intachable Lucila Puyol, en áreas estratégicas como Género, Diversidad y Derechos Humanos, son los guiños que esperábamos para saber que no van a ser cuatro años fáciles, pero que contamos con aliadas que nos van a recibir cuando sea necesario.

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Marcha del Orgullo 2019 en Santa Fe | Autora: Gise Curioni

Con respecto al cupo en nuestra provincia, por supuesto que resta aún la reglamentación del mismo. Nosotres no descansamos. Pero la buena noticia en ese sentido es que Roberto Suckerman, flamante nuevo Ministro de Trabajo provincial, es del tipo de político que responde con una cercanía increíble, o por lo menos esos comentarios me llegan.

Sin duda alguna, saber de dónde venimos es saber hacia dónde queremos ir. Y no, no todo lo nuevo se celebra. Hay mucho nuevo con olor a viejo y repetido, por eso venimos, como dijo CFK, a discutirlo todo. Pero tenemos la convicción de que retroceder no es opción, ni para tomar impulso. Vamos a hacer de cada pequeñísima oportunidad un piso de dignidad para toda nuestra población. Que estos cuatro años nos encuentren celebrando conquistas y ampliación de derechos en la provincia y en todo el país. Y si así no sucediera, estaremos en la calle, como siempre. Ya sea exigiéndoles respuestas a quienes elegimos o defendiéndolos de cualquier avanzada derechosa y antiderechos. Y ahí también voy a estar y, si no pasara, como en la toma de posesión de las nuevas autoridades, les pido porfi: “que la patria y el pueblo santafesino me lo demanden”.

Edición: Magdalena Artigues, María Julia Porta
y Carolina Robaina
Diseño de placas: Titi Nicola