Los tres hombres utilizaron su autoridad y móvil oficial para perseguir y detener a Claudia González y su pareja durante un operativo de la Agencia Provincial de Seguridad Vial. Uno de ellos, expareja de la mujer, al acercarse al auto le disparó con su arma oficial. La Red de Mujeres Policías de Santa Fe denunció en un comunicado que sufren cotidianamente actos de violencia por parte de sus compañeros.
Un policía de 28 años cuyas iniciales son I.L. fue imputado como autor del femicidio de su expareja, Claudia González, y de la tentativa de homicidio de un hombre que estaba con la mujer al momento de los hechos. El ataque fue cometido el sábado al mediodía en la ruta provincial 90, en jurisdicción de Elortondo, departamento General López.
La atribución delictiva fue realizada por el fiscal Julián Cochero ante el juez Aldo Baravalle, en una audiencia llevada a cabo ayer a la tarde en los tribunales de Melincué.
El funcionario del Ministerio Público de la Acusación también imputó a otros dos policías a quienes les atribuyó ser partícipes secundarios de dos delitos cometidos. El fiscal adelantó que el miércoles, en la audiencia de medidas cautelares, solicitará la prisión preventiva de los tres policías investigados.
Palabras del fiscal
El fiscal precisó que “los tres imputados estaban cumpliendo funciones a bordo de un patrullero de la policía de Seguridad Vial de la provincia que circulaba por la ruta provincial número 90 desde Elortondo hacia Chapuy”. En tal sentido, indicó que “advirtieron que –en sentido contrario al que ellos transitaban– pasó un auto en el que iba la expareja de uno de ellos –identificada como Claudia González– junto con un hombre”.
“De forma inmediata, cambiaron el sentido de circulación del móvil policial y comenzaron a perseguir el vehículo en el que iba la mujer”, detalló y agregó que “lo hicieron con las sirenas encendidas y con señas de luces”.
Cochero relató que “a unos tres kilómetros del acceso a Elortondo, las víctimas detuvieron el vehículo en la banquina y los policías les cruzaron el patrullero por delante”. En tal sentido, narró que “el imputado de iniciales I.L. se bajó del móvil policial, hizo descender al hombre que estaba en el otro auto y le disparó a su expareja con el arma reglamentaria”.
“Luego de quitarle la vida a la mujer, el policía también le disparó al hombre que iba en el auto con ella, pero no lo pudo hacer porque el arma se encasquilló”, explicó el fiscal. “En ese momento, se trenzaron en lucha y el policía intentó ahorcar al hombre, pero finalmente lo soltó”, añadió.
Cochero concluyó que “todo el accionar del imputado de iniciales I.L. fue realizado ante la complicidad de sus dos compañeros, quienes no hicieron nada para impedir la persecución por la ruta, ni el femicidio ni la tentativa de homicidio”.
Calificación legal
A los tres policías investigados el fiscal Cochero les atribuyó los delitos de homicidio doloso calificado (por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio); por relación de pareja y por abuso de la función de fuerzas de seguridad, y tentativa de homicidio agravado (por abuso de la función de fuerzas de seguridad).
Al imputado de iniciales I.L. le atribuyó las calificaciones penales en calidad de autor, mientras que a los otros dos policías investigados (cuyas iniciales son J.R. y M.A.), les endilgó los delitos como partícipes secundarios.
Violencia cotidiana
La Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe realizó un comunicado a través del cual manifestaron que "estos machos femicidas son nuestros 'colegas', nuestros 'compañeros' de trabajo, con quienes debemos compartir nuestros días". Reflexionan hasta dónde llega el machismo. "Nos matan a todas, algunas de un disparo con toda la impunidad de la misoginia uniformada y legitimada, pero a otras nos matan lentamente, hasta llegar al punto de no creernos, de tratarnos de locas, de justificar a los violentos de siempre, ningunear el testimonio de las víctimas, porque ellos son los señores, ellos son la investidura que exhiben y que aplauden, y nosotras las histéricas, las mentirosas, las que queremos 'joderles la carrera'".
Explican que la violencia machista "está naturalizada, es corporativa, se esconde en cofradías, se disfraza de buena gente, y se sostiene desde el momento que no se cuestiona el sistema ni la estructura desigual histórica". A su vez se preguntan por qué uno de cada cinco femicidas forman parte de las fuerzas de seguridad: "Qué pasa con esas instituciones donde estos machos se sienten tan a gusto, donde se desarrollan tan fácilmente, y suman cargos y jerarquías que acompañan a la impunidad de ejercer ese poderío desigual".
Finalmente, piden por la aprobación del proyecto de Ley que hoy se encuentra esperando el tratamiento en comisiones de les senadores, por la creación de un Centro Integral con Perspectiva de Género (CIPGEN), que no dependa del Ministerio de Seguridad, "que no tenga intervención la misma institución de la que son parte los que ejercen la violencia que se denuncia".