La fiscalía imputó al líder del sindicato de Canillitas por abusar sexualmente de la hija de su expareja desde 2013 hasta 2017, cuando la denunciante era menor de edad. Pidieron 16 años de prisión. El hombre llegó al juicio en libertad, ya que en 2020 cuando se realizaron la denuncia y la imputación, el juez negó la medida cautelar.
Un hombre de 64 años, que se desempeña como secretario general de la Unión Argentina de Canillitas (Sivendia) filial Santa Fe y presidente de la Asociación Mutual del sector, comenzó a ser juzgado este martes en los tribunales de la ciudad de Santa Fe en el marco de una causa que investiga reiterados hechos de abuso sexual contra la hija de su expareja.
J.C.R. fue imputado como autor de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la convivencia en concurso ideal con la promoción a la corrupción de menores agravado por la convivencia y la edad de la víctima. En los alegatos iniciales del juicio, las fiscales del MPA Jorgelina Moser Ferro y Luciana Escobar Cello, pidieron 16 años de prisión efectiva para el imputado. La defensa a cargo de Alfonso Garrone indicó que pedirá la absolución del imputado.
Los hechos denunciados ocurrieron aproximadamente entre 2013 y 2017, cuando la joven tenía entre 11 y 16 años. Comenzaron durante el verano, en el camping de los canillitas, donde la denunciante pasaba los fines de semana junto a su hermano menor, su madre y la pareja de su madre (el imputado). Los abusos se reiteraron tanto en el camping como en distintas viviendas de la joven y su familia.
Durante los primeros años, la joven, su madre y su hermano vivían en una casa ubicada en calle República de Siria en la ciudad de Santa Fe, a la que el imputado iba de visitas y se quedaba a dormir. En esa vivienda ocurrieron reiterados hechos de abuso contra la menor, que continuaron luego cuando la familia completa -incluido el imputado- se mudó a otro domicilio ubicado en calle Milenio de Polonio.
Fue la misma sobreviviente la que pudo poner fin a los abusos. En una oportunidad, cuando el imputado intentó tocarla, la joven le dijo que si continuaba le iba a contar a su padre lo que le hacía. Desde ese momento, los abusos se detuvieron.
La denuncia
La joven vivió en el mismo domicilio que el imputado hasta unos meses antes de hacer la denuncia. En junio de 2020 comenzó con sesiones con su psicóloga personal, a raíz del malestar y el daño que le habían causado los abusos. Unas semanas más tarde decidió irse a vivir con su padre y la pareja.
La sobreviviente decidió no volver a vivir en la casa de su madre y en ese momento fue cuando pudo contarle lo sucedido a su padre y la pareja de éste, quienes la acompañaron a realizar la denuncia.
Cámara Gesell
Durante el primer día del juicio se tomó la declaración a la joven denunciante. Si bien ya es mayor de edad, por su estado de vulnerabilidad y para preservar su salud mental, la fiscalía pidió que la declaración fuera en Cámara Gesell y no en el sala de audiencias. El tribunal integrado por Pablo Spekuljak, Jorge Patrizi y Gustavo Urdiales hizo lugar al pedido, pero por requerimiento de la defensa permitió que el imputado se quedara en la sala y escuchara las declaraciones.
Juicio en libertad
J.C.R. fue imputado y detenido en septiembre de 2020, pero en la audiencia de medidas cautelares realizada el 9 de septiembre de ese mismo año, el pedido de la fiscalía fue negado y el hombre llegó a su juicio dos años después y en libertad.
En lugar de la cárcel, el juez Octavio Silva había fijado medidas alternativas que disponían el impedimento de contactarse con la joven denunciante y la familia.
El juicio
El juicio continuará este miércoles con los testimonios de familiares, amigos y expertos en la materia. La fiscalía indicó que citaron a 20 testigos, mientras que la defensa informó que durante el juicio probarán con “testigos y prueba objetiva” que los hechos resultan de “imposible comisión”.
Por Thamina Habichayn