Es posible gracias al acuerdo paritario firmado entre la patronal y los gremios y la aplicación de la Ley de Cupo Laboral para personas trans, reglamentada en 2020. Periódicas habló sobre el tema con Patricia Xiomara Emanuele, mujer trans y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE); Mariano Espinosa, director provincial de Promoción de Derechos para la Igualdad; y Mateo Banegas, varón trans y trabajador del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia.
Entre los 6000 ingresos a la planta del Estado provincial firmados en el acuerdo paritario, por primera vez un contingente de 19 personas trans se convertirán en trabajadores permanentes de la administración central. Estas personas habían ingresado a trabajar en distintos espacios de los poderes estatales provinciales en el marco de la ley de Cupo Laboral aprobada en octubre de 2019 y reglamentada en 2020.
El 31 de marzo pasado, mediante el Acta Acuerdo 02/2023 firmada entre el gobierno provincial y los gremios de trabajadores estatales, se supo que todo el personal contratado desde el 31 de diciembre de 2018 y antes del 15 de diciembre de 2022 (incluidos los contratos Covid) regularizarán su situación laboral. El acuerdo fue homologado este martes, mediante el decreto provincial 0641/23 publicado en el boletín oficial.
El detrás
Desde Periódicas conversamos con Patricia Xiomara Emanuele, mujer trans, trabajadora del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad en Rosario y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) sobre este hito para la población trans de nuestra provincia. La trayectoria militante de Emanuele es por lo menos larga. Y en ese recorrido, desde hace unos 6 años dedica largas horas de su tiempo a relevar por cuenta propia cuál es la realidad de quienes han logrado ingresar a sus primeros trabajos dentro de los cupos laborales implementados en el marco de municipalidades, gestiones provinciales, universidades y el Estado nacional.
Emanuele había cotejado los datos que logró reunir con las listas de ingresantes y pudo comprobar que quienes ingresaron a través del cupo trans no figuraban entre las trabajadoras y trabajadores que iban a formar parte de la regularización laboral. "Empecé a preguntar por las famosas listas que se van armando con las personas que están precarizadas, y ahí empecé a notar que todas las personas trans que que yo conocía, y que estaban trabajando en el Estado con contrato de artículo 169, no estaban" comenta la mujer de 42 años.
A partir de eso generó rápidamente un documento en línea que mandó a cada compañero y compañera de la provincia que conocía haciéndole preguntas sobre hace cuánto que estaba trabajando, qué condiciones de revista tenía, qué artículos de contratación regían sus contratos, si tenían novedades de pase a planta y si estaban sindicalizados o sindicalizadas. "Me responden una gran cantidad de personas, no solo del cupo de la provincia de Santa Fe, sino otros de municipios y de comunas y logró ver que nadie tenía información respecto al pase" apunta la trabajadora del Estado. Con la información que tenía, motorizó las herramientas con las cuales contaba desde el gremio, y empezaron las visitas personalizadas a cada compañere en sus espacios de trabajo para relevar la situación.
Finalmente el 31 de marzo se firmó el acuerdo paritario y con eso empezaron las buenas noticias. "Las compañeras y compañeros recibieron la noticia con mucho agrado" relata la activista. "Creo que es un antes y un después", desliza Patricia.
En primera persona
"Creo que que van a sentir un poco lo que yo sentí cuando ingresa al Estado, que parecía mentira, hasta que firmas el último papel, hasta que pasa el año, hasta que pasa la evaluación" dice Emanuele, rememorando su propio ingreso a la administración publica santafesina.
La estudiante de abogacía apunta que la vida de las personas trans "no es solamente tener un trabajo, hay otras aristas que hay que empezar a trabajar, empezar a llenar, porque se termina un problema, pero empiezan muchos otros nuestra vida. No tenemos el acompañamiento de la familia ni ese abrazo para ir a contarle a alguien siempre lo que nos está pasando. Creo que este es un gran paso para las próximas generaciones, pero es un pequeño porcentaje de todo lo que todavía la sociedad y el Estado nos deben".
Para Patricia aún resta muchísimo por conquistar, entre lo cual para ella están la modificación de la propia ley de Cupo Laboral Trans, y el tratamiento y aprobación de la Ley Integral Trans en Senadores, pero confía en que la lucha se multiplica, y así lo demuestra su propia trayectoria militante. "Espero que estén los compañeros y compañeras ahí acompañando", concluye activista de la ciudad de Rosario.
Orgullo de gestión
"Es una alegría que quienes ya ingresaron a trabajar en el Estado, a partir del cupo laboral trans, puedan continuar su carrera en pie de igualdad con el resto de los trabajadores y trabajadoras que ya forman parte de la planta estatal y con quienes pasarán en esta oportunidad sin formar parte del Cupo", afirma Mariano Espinosa, director provincial de Promoción de Derechos para la Igualdad. En este sentido, indicó que "vale la pena recordar que el Poder Ejecutivo es el único que está cumpliendo con el cupo, por una decisión del gobernador Omar Perotti que acompañamos y sostenemos desde el gobierno de la provincia".
El funcionario resaltó los aspectos de transformación de la realidad social de las personas trans mediante este tipo de medidas, añadiendo que "este es un nuevo paso en una política de reparación que, en conjunto con el Espacio Educativo Travesti Trans y Disidente, la creación y fortalecimiento de centros de día y el impulso a las cooperativas que llevamos adelante desde el Espacio Cooperativo Travesti Trans, apuntan a igualar y a brindar herramientas para saldar brechas".
La voz de les trabajadores
Mateo Banegas es de la ciudad de Santa Fe. Trabaja para el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia y es uno de les 19 trabajadores que se acercan a la regularización de su trabajo en el marco del Estado. Su recorrido comenzó hace más de dos años, en diciembre de 2020, cuando abre por primera vez el registro de inscripción al cupo trans "Vanesa Zabala".
Un mes después supo que había sido preseleccionado, a través de un correo electrónico. La implementación dispuso de un sorteo de ternas sobre 25 vacancias informadas por distintos ministerios para el cumplimiento de la norma 13.902, y Banegas había resultado beneficiado en una de esas ternas. "Sabía que había sido elegido para una entrevista, lo cual para mí era muy importante, ya que después de un año entregando mi currículum casi todos los días, era la primera vez que tendría una entrevista de trabajo real" relata el joven de 29 años.
Mateo recuerda la entrevista como un tanto incómoda, pero un mes después supo que había sido seleccionado para el trabajo. Sin embargo, pasó un año hasta que comenzó a trabajar. "Fue un año lleno de incertidumbres. Estaba asustado porque había rechazado una oferta laboral de una empresa, creyendo que el proceso de ingreso al Ministerio sería más rápido. En cambio, tuve que trabajar durante un año para una aplicación de pedidos" relata el joven. Y es que de hecho muchas personas seleccionadas tardaron cerca de un año en ser incorporadas a sus espacios de trabajo, y mucho más en contar con los contratos de locación de servicios que les garantizaban al menos cierta regularidad en el marco del régimen de monotributo.
Finalmente, el 22 de agosto de 2022, 11 meses después de haber sido seleccionado, el muchacho comenzó a trabajar en el espacio para el que había sido seleccionado.
"El primer día fue todo confuso porque yo iba a firmar el contrato nomás ese día, pero me vi sentado cuatro horas haciendo nada porque todavía no me habían designado qué función iba a cumplir" rememora. Es que en el momento en que se incorpora Mateo la Dirección General de Administración era nueva también y se estaba reestructurando todo lo relativo al organigrama de la cartera.
La noticia
Como le sucedió a varios trabajadores trans que ingresaron a través del cupo, Banegas se enteró del pase a planta por sus compañeres contratades en el Ministerio en el que trabaja, pero le costó creer que eso también lo alcanzaba como trabajador. No participó de las reuniones organizadas para informar sobre esa cuestión, "hasta que una compañera trans se comunicó conmigo diciendo que yo también formaba parte de quienes harían el pase".
Mientras se hacen las diligencias correspondientes, Mateo aguarda aún la notificación oficial y destaca que, en el proceso iniciado, el acompañamiento que recibió "fue más que nada de mis pares, quienes tuvieron mucha paciencia en enseñarme los procesos y ayudar".
Sobre el impacto en su vida del acceso al empleo, el entrevistado reconoce que el cambio fue significativo. "Dejé de trabajar por mi cuenta o ganar un salario mínimo como repartidor para tener un salario estable. Es una gran sensación saber que puedo pagar mis gastos y alquiler en una fecha determinada cada mes. Además, es difícil encontrar trabajo a los 30 años sin haber tenido una carrera previa" desliza.
Para Mateo el pase a planta significa la posibilidad de planificar la vida desde un piso mas concreto: "Puedo dejar de ser monotributista, pensar el aporte para mi futuro desde otro lado, me puedo proyectar creciendo en mi espacio de trabajo así como en lo económico".
La estabilidad laboral fue durante muchísimo tiempo algo impensable para las personas trans, así como en algún momento lo fue la idea de salir a la calle sin ser detenides, tener un documento con tu identidad, acceder a una terapia de reemplazo hormonal o una cirugía de reafirmación, o alquilar una casa con tu nombre y tu propio recibo de sueldo.
"Creo que lo más importante es perder el miedo a quedarte en la calle. Ahora depende de tu rendimiento, pero con un derecho que te respalda" resume Mateo.
Escribe. Se especializa en la temática trans-travesti y las notas viscerales.
