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La santafesina que llegó al podio del Mundial de Escritura

Claudia Chamudis
Con 'Oración del remanso', Claudia Chamudis logró el segundo lugar en el Mundial de Escritura 2022. Es profesora de Semiótica y vive en su propio paraíso rural. En ese espacio alejado de los ruidos citadinos, ella se zambulle cada mañana en la escritura de ficción y prepara la que será su primera novela. "Me sigue asombrando esa capacidad de la lengua de construir mundos con tan pocos recursos".
Julia Porta

Claudia Chamudis. Imagen de su perfil de Facebook.

"La escritura es y fue siempre una de las maneras más importantes para mí de habitar el mundo. Y la lectura también, porque son dos actividades complementarias". Claudia Chamudis conoce la importancia del método y el valor de la palabra como signo. Es docente y ejerce su actividad en la disciplina para la cual se preparó en la Universidad de Córdoba: Semiótica. Señala que la escritura se ha convertido en un hábito. Tan es así que un día sin escribir es una jornada a la que le falta algo. "La escritura ficcional es además un modo barato de vivir otras vidas: me gusta imaginar cómo será la vida vista desde otro personaje, alguien que conozco o totalmente inventado. Me sigue asombrando esa capacidad de la lengua de construir mundos con tan pocos recursos".

Desde el campo al Mundial de Escritura

De alguna manera, Claudia se transporta con las actividades vinculadas a las letras. "Cuando leo me zambullo en otro universo por un rato, y cuando escribo me pasa lo mismo: agudizar el sentido de la empatía es algo que me divierte", afirma. Instalada desde hace unos años en un pueblito rural de la provincia de Santa Fe, su visión se ha visto modificada por el contexto. "Supuso eso una conexión mucho más contundente con la naturaleza, con los ciclos de las estaciones, los solsticios, el tiempo de las plantas, el lenguaje de los animales. Se me hace más evidente que somos un poroto al lado de la inmensidad de este planeta, de las estrellas y la luna, de las nubes y el sol que miro en el cielo. Son también distintos los tiempos, hay más horas para la introspección, las caminatas y la escritura".

El paisaje diario de la escritora. Crédito: Claudia Chamudis

Sobre su participación en el Mundial de Escritura, Claudia cuenta a Periódicas que empezó a hacerlo en 2020, durante la pandemia y por invitación de una compañera del taller literario. "Me sumé a un grupo en el que son todas mujeres que viven en Buenos Aires y fue una linda manera de estar conectadas, de comentar las consignas y las producciones diarias. Soy de las primeras en escribir porque me levanto muy temprano. Con haber participado yo ya estaba contenta, así que me sorprendió que mi texto saliera elegido por el equipo, y me siguió sorprendiendo cada vez que pasaba una nueva instancia de selección", relata.

Oración del remanso - Por Claudia Chamudis

Al final del proceso quedaron 10 finalistas que fueron invitados a una reunión por zoom. "Así que me enteré en vivo y en directo. Yo había ensayado la cara de póker por si perdía, que creía honestamente que era lo que iba a pasar. Pero estoy muy contenta con la repercusión del premio y porque a los finalistas del año nos reúnen en marzo en una residencia de escritura en Chascomús, así que voy a seguir aprendiendo".

Una novela como parte del nuevo año

La editorial local Palabrava anticipó que un libro de Claudia Chamudis será parte de las novedades 2023. Se trata, como ella cuenta, de su primera novela. "Es una historia en la que trabajé muchos años, primero en rondas de mate con mi hermana, que es artista plástica, con la que nos juntábamos a mirar el libro de Florián Paucke, un jesuita que vivió en la reducción de San Javier en el siglo XVIII. Tanto sus memorias como sus ilustraciones son magnéticas. Pero lo que me generó curiosidad era pensar cómo sería esa historia que contaba Paucke desde el punto de vista de una mujer mocoví que llegara hasta ahí, el contraste entre las dos cosmovisiones, los modos de habitar, los rituales, los tiempos, los espacios".

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Claudia señala a Periódicas que la primera versión de la obra fue en clínica con Selva Almada y que la siguió trabajando en el taller con Gabriela Cabezón Cámara. "Recibí en esos años lecturas y sugerencias tanto de estas grandes maestras como de mis compañeros de taller, y ahora estoy expectante de saber qué va a pasar cuando ese círculo de lectores se vaya ampliando. Es la primera vez que voy a poner a circular un libro propio, así que estoy contenta y nerviosa también".