Se trata de Gregorio Brítez y Alberto Lipari, quienes permanecerán en prisión preventiva hasta el juicio oral y público. Nora Escobar fue asesinada y enterrada en una vivienda de Granadero Baigorria, donde convivía con el acusado por el crimen.
La causa que investiga el femicidio de Nora Escobar en Ganadero Baigorria tuvo este viernes una instancia clave en la audiencia imputativa de los dos acusados que tiene el caso: Gregorio Brítez y Alberto Lipari. Además, se decidió que ambos permanezcan detenidos en prisión preventiva durante la Investigación Penal Preparatoria y hasta que se sustancie el juicio oral y público.
En la audiencia, celebrada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, la fiscal Marisol Fabbro le atribuyó a Gregorio Brítez, quien era pareja de Nora, el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y femicidio – mediando contexto de violencia contra la mujer– y a Alberto Lipari, amigo de Brítez, el delito de encubrimiento agravado por hecho precedente (homicidio doblemente calificado).
Concretamente, Fabbro acusó a Brítez de haber asesinado a Nora Escobar con 17 puñaladas, de las cuales cinco o seis fueron asestadas por la espalda y otras cuatro estuvieron dirigidas a órganos vitales, desencadenando la muerte de la mujer. El femicidio fue perpetrado en la casa del imputado, vivienda que la pareja compartía y donde Brítez luego enterró el cuerpo de Nora.
Tras matar a su pareja, Brítez cavó una fosa en el patio de su casa, donde arrojó el cuerpo, y luego construyó un cerramiento del entierro mediante la elaboración y colocación de una loza de aproximadamente 60 centímetros de ancho y dos metros de largo por encima del cadáver y otra de igual tamaño de colocación vertical subterránea.
A Alberto Lipari se le atribuye haber colaborado con Brítez para ocultar, alterar y hacer desaparecer los rastros, pruebas e instrumentos del crimen, utilizando su vehículo para retirar pertenencias con manchas de sangre del domicilio y haber concurrido en repetidas ocasiones a la vivienda para colaborar en la confección de la fosa y en la limpieza de las paredes. También se lo acusa de haber ayudado al femicida a eludir las investigaciones mediante el aporte de dinero en efectivo con el que el imputado emprendió la fuga el 9 de mayo. El 11 de mayo, tras el hallazgo, fue detenido en Misiones cuando intentaba cruzar la frontera y huir a Paraguay.
En conferencia de prensa, Fabbro detalló que una de las evidencias objetivas claves de la investigación es haber podido establecer la geolocalización de los teléfonos de ambos -Brítez y Escobar- hasta el día 24 de abril en el domicilio de calle Liniers, donde convivía la pareja.
"Desde la Fiscalía postulamos que Nora permaneció con vida hasta el 22 a la noche, que fue la última vez que intercambió mensajes a través de Facebook, pero creemos que su teléfono permaneció activado dos días más. Se pudo acreditar que Nora ese 22 estuvo todo el día buscando a través de mensajes de Facebook un departamento de un ambiente o una pieza para poder irse a vivir sola y retirarse de este domicilio. Algo que se sustenta con los dichos de todos los vecinos, que cuentan que las peleas eran permanentes, que ella iba y venía, que la convivencia no era pacífica. El claro círculo de la violencia", describió la funcionaria judicial.
Fabbro indicó que hasta el momento se pudo constatar una denuncia realizada por la mujer en marzo del año pasado, ocasión en la que también se emitió una orden de restricción de acercamiento. Nora se fue de la casa que ambos compartían (la misma vivienda en la que fue hallado su cuerpo) pero algunos meses después regresó.
"El día 10 de mayo, cuando asumo esta investigación, se pudo establecer como elemento objetivo que Nora había tenido conexión a Facebook con geolocalización en el domicilio de Brítez en calle Liniers todo el mes de abril hasta el 22 de abril a las 22.12. Esto se contradecía con los dichos de Brítez, que le había manifestado a la Policía que no veía a la mujer desde octubre, mientras que a la hija de la víctima le había expresado que hacía tres meses que Nora no vivía ahí", contó Fabbro.
La fiscal reveló además que la esposa anterior de Brítez habló con la Fiscalía y "también manifestó haber sido víctima de un contexto violento, no sólo para con ella sino también en relación a sus hijas".
Respecto al cómplice del femicida, la funcionaria judicial expuso que "a Lipari se le imputó el encubrimiento en actos posteriores al homicidio. La Fiscalía sostiene que es imposible que el señor Brítez, dado su edad, su contextura y su estado físico general, haya podido por sí solo enterrar el cuerpo y luego realizar la carpeta de concreto sobre ese patio, limpiar toda la casa -el luminol dio positivo en toda la vivienda- y arreglar las paredes que estaban manchadas con sangre y pintarlas completas. Es imposible que todo eso lo haya podido hacer solo", cerró.
Escribe notas, se especializa en el periodismo judicial.