_ActivismosDestacadas

Inundades de ayer, de hoy y de mañana

Con una consigna que apunta a la inversión en obras pública de calidad para la prevención de futuras catástrofes hídricas, distintas organizaciones de la ciudad convocaron a una marcha para recordar los 19 años de la inundación del 2003, y la subsiguiente impunidad para sus culpables. La mirada de Periódicas de esta cita anual para les santafesines, que todos los 29 de abril renovamos el pedido de justicia.

Cientos de personas se congregaron en la tarde de este 29 de abril para pedir, como cada año, justicia. A 19 años de la mayor inundación que sufriera nuestra ciudad, las idas y vueltas del Poder Judicial y la evidente campaña de protección para los autores políticos del crimen contra el pueblo santafesino obligan a reforzar las consignas. La impune muerte de Carlos Reutemann, a quien se puede observar en casi todos los carteles que decoran la marcha, no hace más que acrecentar la sensación de abandono que brotó allá lejos y hace tiempo, cuando las calles y las casas se llenaron de agua. Un sentimiento que aún no se disuelve.

Autora: Victoria Carballo

Este año marcó la vuelta a la plaza de una metodología históricamente ligada a las manifestaciones de inundades, a las carpas que se instalaron en la Plaza de Mayo durante mucho tiempo, y a la forma que les damnificades encontraron para trazar una agenda en común: la Asamblea. Allí, con el micrófono abierto a todo el público, las consignas apuntaron no sólo a reparar a las familias por lo sucedido en 2003 y a seguir pidiendo por justicia, si no también a concientizar sobre la falta de obras públicas reales y de calidad que ayuden a prevenir nuevas catástrofes. Desde la agrupación "Defensas de la Costa" alertaron sobre la situación del terraplén Garello, que espera por obras de refuerzo. De no concretarse, unas 30.000 personas podrían inundarse si el río crece.

Autora: Priscila Pereyra

Las mujeres y las disidencias, quienes históricamente sostuvieron las casas, las escuelas, los centros de evacuados y a sus familias en esos tiempos tan difíciles, se erigen como las protagonistas de cada plaza los 29 de abril. En el micrófono abierto Jorge Castro, uno de los dos actores civiles en la Causa Inundación, cuenta una anécdota que resume las formas sutiles en las que las mujeres solemos trazar alianzas en tiempos de incertidumbre: una oficial de Justicia se acerca a la vivienda de Reutemann a entregarle la citación que le correspondía en la causa. El ex gobernador, con su característica cobardía, ni siquiera se animó a abrirle la puerta.

Fue una vecina quien vio toda la situación y con un simple "Vení, pasá, está en el patio", le abrió la puerta a la oficial y le prestó una escalera para que de un jardín a otro pudiera tirarle la documentación. Reutemann, para variar, las ignoró.

Quienes no ignoran, quienes no olvidan, son les santafesines que todos los años nos acercamos a la plaza, a la espera de que de una vez por todas se haga justicia.

Leer también »  Del horror a la acción: mujeres organizadas durante la inundación
Cobertura colaborativa de Belén Degrossi (texto), 
Victoria Carballo y Priscila Pereyra (fotos)