Laura Mondino, actual concejala de la ciudad de Santa Fe, encabeza por primera vez la lista de unidad del Frente Progresista en la ciudad capital. Mondino dialogó con Periódicas sobre el desafío de ocupar lugares de liderazgo y la responsabilidad de seguir adelante con la lucha feminista. Además, reflexionó sobre el legado y las enseñanzas que dejó Miguel Lifschitz.
¿Cómo recibiste la propuesta de encabezar la lista del Frente? La verdad es que estoy muy contenta y orgullosa de encabezar esta lista de unidad. Obviamente que en lo personal también significa una enorme responsabilidad y un desafío. Es la primera vez que me toca encabezar una lista. Venimos trabajando hace mucho tiempo en poder fortalecer el Frente Progresista en la ciudad. Creo que haber logrado esta lista de unidad da muestra de todo el trabajo que venimos realizando de todos los partidos que conforman el Frente. Una responsabilidad que se suma al nombramiento de Secretaria Adjunta del Partido Socialista de la provincia... Sí, cada vez más responsabilidades pero también cada vez más contenta y con más alegría de ocupar estos lugares, porque siempre digo que los lugares que una no ocupa lo ocupan otros. Así que estar aquí ocupando este lugar significa mucho como mujer y como socialista. Es la primera vez que hay una compañera, en este caso de la ciudad de Santa Fe, ocupando un lugar tan preponderante dentro de las autoridades provinciales del partido y en ese sentido es doblemente una satisfacción. Cuando comenzaste tu carrera política, ¿te imaginabas ocupando estos lugares de liderazgo? Una siempre aspira a poder ocuparlos pero eso no se logra sin la lucha permanente, no sin las discusiones. Está bueno haber logrado que haya ocupado estos lugares, pero también tengo que reconocer que detrás hay toda una lucha colectiva del movimiento de mujeres que acompaña. Es un momento histórico para la lucha del feminismo, o sea yo hoy encabezo una lista, pero ya tenemos Ley de Paridad. Hay cada vez más derechos vinculados a las mujeres y a nuestra participación en la política y eso también ha facilitado las cosas. Yo lo tomo también como un desafío personal pero tiene que ver principalmente con lo colectivo, con entender que es de todas, con entender que es una lucha que viene desde hace años, de nuestras mujeres que han pasado y han vivido, han luchado a lo largo de su vida para que nosotras hoy podamos estar acá. Hoy nos toca a nosotras y en ese sentido tomar como desafío seguir esa lucha, seguir conquistando más derechos, generando condiciones de igualdad y tomando esta agenda con mucha responsabilidad, militancia y convicción sobre todo. ¿Creés que las mujeres que deciden dedicarse a la política todavía tienen que hacerse lugar un poco "a los codazos" o percibís un trato más igualitario? No deja de ser una lucha. Y en ese sentido todavía se siente esto de estar permanente evaluada. Si estás en condiciones o si tenés o no la capacidad. Estamos permanentemente siendo evaluadas pero en todo sentido y en todos los espacios. Me pasa en el Concejo y me pasa en cualquier lugar a donde yo voy, a donde tengo una reunión. Pareciera que muchas veces las mujeres y, sobre todo las mujeres feministas, tenemos que dar explicaciones de que sabemos de otros temas que no sea el feminismo y que tenemos la capacidad de poder discutir o de poder hablar o estudiar sobre determinados temas que hasta acá parecía que las mujeres no los tomábamos. Entonces es todo el tiempo esta evaluación permanente y eso hace que todo sea un poco más difícil, hace que lleve más tiempo. También entiendo que de a poco la sociedad va abriendo un poco la cabeza y va abriendo las posibilidades para que la mujeres podamos transitar ese camino con un poco más de facilidades.
Si de abrir cabeza se trata, la ordenanza para el Plan de Gestión Menstrual fue una manera de comenzar a hablar de un tema tabú en el Concejo, ¿cómo vienen trabajando en eso? La verdad que lo venimos trabajando muy bien. Está el registro que se abrió en los espacios municipales tanto de las Estaciones, como los Jardines y en los Centros de distrito. Y es cada vez más numeroso ese registro. Eso significa que hay cada vez más mujeres y personas menstruantes que acceden y que se animan a hablar, que se acercan a preguntar, a ver cómo es la cosa y que acceden al beneficio. Hemos tenido innumerables mensajes y convocatorias para poder dar un taller o hablar del tema. Vemos que hay mucha inquietud en muchas mujeres que trabajan en los barrios, en organizaciones sociales con distintas instituciones que trabajan en otros temas pero que quieren hablar de menstruación. Creo que de a poco también se empieza a entender o a masificar esta idea de que esto tiene que ver con la igualdad de oportunidades, con facilitar el acceso y la autonomía económica. Es una agenda que va tomando mucho volumen y con un nivel de entendimiento cada vez más grande en la sociedad.
¿Cómo se preparan para esta campaña electoral teniendo en cuenta que aún estamos en un contexto de pandemia? Va a ser una campaña muy particular, en el medio de una pandemia con otras lógicas y tratando de innovar bastante porque seguramente vamos a tener muchas acciones virtuales y ya no vamos a poder tener esos actos multitudinarios como estábamos acostumbrados. Estoy como muy abocada a poder construir un mensaje a la ciudadanía, pero que tienen que ver con lo que nosotras venimos trabajando desde siempre con esta idea de poder hablar de la política y de reivindicar la política como la herramienta necesaria y por excelencia para la transformación social. La verdad es que venimos de momentos muy difíciles donde la gente la viene pasando muy mal porque no sólo por la cuestión sanitaria sino también por la cuestión económica. Por eso el trabajo que venimos haciendo hay que fortalecerlo y hay que continuarlo, priorizando la escucha y entendiendo también que falta mucho por hacer. Hoy nosotros tenemos una apuesta muy concreta que tiene que ver con mejorarle la calidad de vida a los vecinos de la ciudad. ¿Cuál es para vos el principal legado y la mayor enseñanza que dejó Miguel Lifschitz? La falta de Miguel fue sin duda un golpe muy duro. No solamente para el partido socialista, sino también para el Frente, porque Miguel era un gran referente de todo el Frente y creo que eso nos colocó de repente en un escenario inesperado. La falta de su liderazgo hace también que nos obligue a todos los que integramos el Frente Progresista a sentarnos a dialogar, a discutir y a fortalecer nuevos liderazgos que aparecen. Yo creo que hoy Emilio Jatón y Pablo Javkin son dos líderes que aparecen porque además gobiernan las principales ciudades de la provincia. Nosotros seguimos adelante con toda las enseñanzas y el legado de una persona tan noble y tan cercana como la fue Miguel. Él enseñó muchísimo sobre todo a los compañeros y a las compañeras de mi generación que hemos aprendido muchísimo de él y a quienes nos ha dado muchas oportunidades a partir de su cercanía. Era un tipo con el cual vos te podías sentar a tomar un mate y contarle una idea, un proyecto y seguro te daba alguna opinión o que al menos te tiraba alguna línea para seguir adelante. Siempre fue un tipo que te tiraba para adelante, de no aflojar. Tenía una capacidad de poder contener a todos a pesar de los matices que surgen en los espacios colectivos, de poder escuchar a todos y de todo poder valorar. Nosotros seguimos adelante en este proceso con toda esa enseñanza. Lo que sucedió en la ciudad de Santa Fe con la lista de unidad es un claro ejemplo de la capacidad de construir a partir del consenso y de diálogo como Miguel siempre nos ha impulsado y nos ha enseñado.