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9M: Y que tiemble en sus centros la tierra

Luego de una vigilia intensa en las puertas de Tribunales, nos encontramos en la Plaza 1° de Mayo para marchar. En Paraná, la energía era distinta, aún tenemos el duelo en el cuerpo. Lamentablemente, el foco estaba en nuestra marcha porque sumamos una muerta más. Hubo medios nacionales, se dice que fuimos cuarenta mil en la plaza Mansilla. Aún temblamos.

Autora: María Florencia Gómez Gariboglio

La concentración estaba prevista para las 17.30 pero llegamos antes, nunca fuimos tan puntuales para encontrarnos, a pesar del cansancio y no haber dormido el único lugar posible para estar era la calle, era en conjunto, ser un solo grito armonioso con miles de voces exigiendo justicia. Lo primero que se dijo fue: “aún estamos de duelo” y el silencio se apoderaó de nuestras gargantas. Escuchamos todas las recomendaciones de seguridad porque la ciudad estaba poblada de policías y vallados que cuidaban la Catedral, también lo habían hecho en Casa de Gobierno pero se arrepintieron antes de nuestra manifestación.

Nos fuimos acomodando sobre calle Corrientes, frente a la Catedral enrejada.Nos Seguía con atención la mirada de las policías a cargo del resguardo de “la casa del señor”. Empezamos a caminar y el canto era todo uno: "¿Dónde están los responsables de que Fátima no está?" Nos quedamos sin voz porque duele demasiado y no encontramos ni un solo rastro de lucidez en los funcionarios a cargo del caso. Mientras marchábamos, nos acompañaron tambores que nos conectaban con el ritmo interno, ese saber ancestral de la tierra que temblando, nos habla.

Llegamos a poblar completa la plaza, a mirar de frente a Casa de Gobierno y a darle la espalda a Tribunales, tal como hacen con las denuncias que allí se realizan. Seguimos con el alma en pena aunque gritemos y levantemos mil carteles de colores; vemos su cara replicada en cada exigencia de justicia y redoblamos la fuerza. El temblor más profundo nos invade, nos mueve y nos junta en una sola voz: ¡Fátima Florencia Acevedo, presente! ¡Ahora y siempre!

Autora: María Florencia Gómez Gariboglio, fotógrafa y cronista 
de Enfoque Propio (Paraná, Entre Ríos)