Volver a los lugares de la infancia y adolescencia pero a la vez volver a una misma. Algo así vive la protagonista de 'La muerte no existe y el amor tampoco'. La película de Fernando Salem se basa en el libro 'Agosto' de Romina Paula. Con Antonella Saldicco como protagonista, el film fue parte del Festival Internacional de Mar del Plata. Este mes se estrena en las salas argentinas.
'La muerte no existe y el amor tampoco' participó en la competencia argentina del 34 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Para su director éste es un ámbito conocido. En la edición 2015, Fernando Salem ganó los premios a mejor director y mejor guión por su ópera prima 'Cómo funcionan casi todas las cosas' (sí, aparentemente le gustan los títulos extensos). Sin embargo, en la mañana del estreno de su nuevo film en el marco del Festival, Salem comentó la ansiedad y nervios que esa primera visión con público le generaba. Esta semana la película llega a las salas de CABA y distintas ciudades del país.
Historia de mujeres
Una mujer es la protagonista. Son mujeres las que cumplen roles centrales en la trama o, aún con roles secundarios, son quienes aportan esas líneas que marcan un rumbo o dejan algo al descubierto. La película se basa en una novela escrita también por una mujer. 'Agosto', de Romina Paula, es el libro en el que se inspiró Salem para su obra. En la charla que siguió a la primera exhibición del film, el realizador contó que la autora le brindó total libertad en la adaptación. Algo así como “yo escribí el libro ahora vos hace la película”. “Me acompañó de forma respetuosa” expresó recientemente Salem a Periódicas. La escritora, además actriz, interpretó un personaje en la versión fílmica de su libro.
“La mirada de Romina Paula sobre lo femenino, me parece una gran puerta de entrada a ese universo que se me aparece tan misterioso”, afirmó Salem en aquella función en Mar del Plata. Hay varias mujeres en el equipo con el que trabajó para la película. Con una sala colmada, alguien del público al hacer una pregunta, quiso felicitar especialmente al director de fotografía. Ese rol, destacado y destacable, estuvo a cargo de una directora de fotografía: Georgina Pretto. Ella y Matías Martinez, director de arte, fueron los encargados de que Buenos Aires luciera aún más fría que el pueblito nevado al que viaja la protagonista.
Esos viajes que nos interpelan
Señala la sinopsis del film que “Emilia es invitada a regresar a su pueblo natal en la Patagonia para esparcir las cenizas de Andrea, su mejor amiga. Emilia pone en pausa toda su vida y viaja para la ceremonia”. Lo que no dice la reseña es que Emilia es médica, vive en Buenos Aires, trabaja en un hospital y comparte departamento con su novio, un tipo agradable y afectuoso. Esa resulta una realidad satisfactoria hasta que las distintas gamas de gris de la capital chocan con la blanquísima nieve de la Patagonia que se muestra como una especie de colchón acogedor. Pero la vida de ella ya no pasa por ahí. ¿Habrá un lugar para su presente?
El viaje de Emilia es un viaje debido (en el sentido de tener que cumplir) pero se convierte, de a poco e in crescendo, en un viaje a la infancia, a la adolescencia, a la amistad, al amor que fue y a la vida que pudo haber sido. Algunos viajes generan otros como los que que llevan a hundirse en una misma, en ese interior no siempre explorado. Y resultan mucho más difíciles de sortear, incluso, que el ripio o el camino resbaladizo. Emilia, en el sur, se encuentra con parte de su familia, convive con los padres de su amiga, comparte con ellos el duelo y se reencuentra, también, con posibilidades que ya no son.
La fotografía, la música, el guión, las locaciones se conjugan con las actuaciones en un resultado superior. Antonella Saldicco es una actriz para tener en cuenta. Justina Bustos le otorga una belleza especial al personaje de Andrea. Susana Pampin merece una referencia aparte. Ella interpreta a la madre de Andrea, quien marcada por el dolor no pierde la ternura ni la capacidad de acariciar y contener. Desde este texto se recomienda la escena de los recuerdos en VHS…y no se juzgan las lágrimas. Después de todo, cada vez que nos metemos en esos mundos creados por otres, es muy probable que encontramos algo de nosotres mismes en ellos.
La actriz y su personaje
En comunicación con Periódicas, Antonela Saldicco, la protagonista de 'La muerte no existe y el amor tampoco', brindó su mirada sobre la historia, su personaje y el cine hoy en Argentina.
-¿Conocías la novela de Romina Paula en la que se basó la película?
Antonella Saldicco: Sí, leí la novela de Romina hace varios años, gracias a la recomendación de Ana, una amiga muy cercana. El libro tuvo un impacto fuerte en mí. Lo leí, lo releí, también lo regalé y recomendé mucho entre mi entorno de amigues. En ese momento estaba buscando talleres literarios y di con el taller de escritura de Romina y Cynthia Edul al cual asistí durante cuatro años con un grupo que estaba bastante bueno y en el cual me hice de varias amigas y amigos. Me acuerdo que después de terminar de leer 'Agosto' pensé: ¡esto es una película! Incluso creo que le envié un mail a Romina diciéndole eso mismo. Pero por otro lado, creo que es algo que con la lectura de la novela nos ocurrió a varias y varios. Fernando Salem vio el mismo potencial y adaptó el guión junto a Esteban Garelli.
-¿Cómo llegó a vos el personaje?
A.S.: Dos años antes de filmar la película fui con mi amiga Marina, también actriz, a un encuentro de fin de año del PCI (Proyecto de Cine Independiente) que se hacía en una cervecería sobre Avenida de Mayo, en Buenos Aires. Me presentaron a Fernando Salem y conversando un poco, me contó que tenía los derechos para adaptar 'Agosto' a cine. Acostumbrada a la modalidad de casting que llevan a cabo la mayoría de directoras y directores del cine argentino. le pregunté si podría presentarme cuando llegara esa instancia, pero Fernando me respondió rápidamente que él no trabajaba de esa manera, que no haría casting, que si quería podíamos quedar en contacto e ir conversando sobre los avances del guión y acerca del proyecto. Después de ese primer encuentro nos seguimos juntando a tomar cafés durante un año, jaja. Fer no me confirmaba que yo iba a ser Emilia, es más, me aclaraba que seguía pensando alrededor del elenco, que tenía dudas, y mientras tanto me contaba los avances del guión, presupuestos para poder filmarla... Fue un año largo, de tranquilidad al principio y bastante ansiedad hacia al final. Mientras, releía el libro, casi como un ritual, a modo de mantener encendida la llama de mi deseo de actuar en la peli. Ya hacia el final, me sentí un poco frustrada y pensé: bueno, quizás Emilia no es para mi. Y en uno de esos encuentros Fernando finalmente me confirmó. Ahora en retrospectiva creo que fueron tiempos orgánicos que jugaron a favor de la película y de la maduración del vínculo director-actriz que fuimos forjando.
-¿Cómo definirías a Emilia?
A.S.: Ya desde la primera lectura del libro sentí mucha empatía en relación a Emilia. Quizás, porque entiendo a Emilia como a un personaje nostálgico más de lo que a ella misma le gustaría. Es un personaje árido que dejó su lugar de origen para construir su vida adulta en otra ciudad, pero que todavía tiene mucho ahí, en el sur. Y de alguna manera, las circunstancias que la llevan de regreso, la obligan a re visitar espacios dolorosos de la memoria y del pasado. También, Emilia es un personaje que no encuentra lugar porque todos los espacios posiblemente habitables en los que se encuentra están enrarecidos. Esa incomodidad constante es de alguna manera su gran duelo. Un duelo que más tarde o más temprano hacemos en algún momento de la vida.
-Hace algunos años (más de una década, quizá) se hablaba del nuevo cine argentino. Hoy tengo la sensación de que hay un nuevo nuevo cine argentino, hecho por gente joven con sus propios códigos y un cierto desapego a lo establecido. ¿Coincidís?
A.S.: Sí, coincido. Algo que también me llamó mucho la atención en la última edición del Festival Internacional de cine de Mar del Plata es que muchas directoras fueron abriéndose camino. Eso me conmovió y me dio esperanzas. Quizás en esta nueva generación que nombras, además de la juventud y las nuevas voces, los espacios para las realizadoras mujeres del cine sean distribuidos de una manera más justa.
Entrevista, escribe y edita notas. Se especializa en cultura. Colabora en producción y redes sociales.