El proyecto de creación del Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías (CIPGEN) obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la provincia. Después de dar a conocer los resultados de su encuesta, la Red de Mujeres Policías dirige ahora su reclamo a los senadores. Periódicas habló con una integrante del organismo sobre la problemática y necesidades del sector.
En marzo, después de tomar conocimiento sobre la formación de una red de mujeres policías a nivel nacional, un grupo de trabajadoras de la fuerza provincial comenzó a trabajar por una organización similar. De allí surgió el proyecto de ley presentado por la diputada Alicia Gutierrez hoy en espera de tratamiento en el senado provincial. En medio de la etapa de encuentros con miembros de la cámara alta, una integrante de la Red Provincial de Mujeres Policías habló con Periódicas sobre la importancia de visibilizar la violencia de género en su ámbito y la necesidad de un marco legal que las contenga y proteja.
“Empezamos contándonos nuestras historias y viendo como podíamos solucionarlas” contó en relación al origen de la Red Provincial de Mujeres Policías. Eso fue en marzo; Poco tiempo después ya habían elaborado una propuesta general que la diputada Alicia Gutierrez con su equipo dio forma de proyecto legal y presentó en la cámara baja el 4 de julio. “La violencia que más sufrimos es psicológica, algo que reafirmamos con la encuesta que hicimos a nivel provincial”. Acoso, hostigamiento, persecución y abuso son situaciones expuestas en denuncias sin resultado. “En general no prosperan; se archivan, desestiman o cajonean, como se suele decir. Es un continuo de violencia sin solución y sin que a nadie le importe. Es como que esa violencia no es tal para ellos”, explicó.
El desprendimiento de la Red Nacional y la búsqueda de una organización provincial se funda en las diferencias de normativas por jurisdicción. Ello requiere de medidas, procedimientos y soluciones específicas. “Hacer algo nacional es muy difícil porque los reglamentos provinciales son muy distintos”, señaló la entrevistada. “Empezamos a contactar a los diputados -continuó- y la primera que nos recibió fue Alicia con su equipo. Hablamos con ella y le planteamos todo. Después nos sorprendió el día de la presentación del proyecto porque era tal cual lo que le habíamos dicho. Supo entendernos y entender lo que pasaba en la fuerza”.
Para la Red lo logrado en la Cámara de Diputados es histórico. El medio proyecto se alcanzó con el voto unánime de los diputados. El 11 de septiembre la norma entró al senado. Al respecto, la integrante de la agrupación relató: “Tiene que pasar por cinco comisiones. Lo que estamos haciendo ahora es hablar con senadores. Ya nos reunimos con tres y nos han dado su visto bueno”.
El patriarcado que emerge en cada sector social encuentra en algunos, como la policía, un espacio más propicio. “Es una fuerza machista que piensa que tenés que poner el cuerpo permanentemente y que las mujeres no podemos por nuestra naturaleza”. La entrevistada subrayó que tanto en la encuesta nacional como en la provincial la violencia psicológica ocupa el primer lugar. “Por más actividades importantes que hagan las mujeres policías, suelen ser vistas como secretarias por sus pares varones”.
Del relato surgió que paulatinamente las mujeres van apareciendo en espacios de poder o a cargo de algunas comisarías. Sin embargo, “hay lugares adonde todavía no hay mujeres, por ejemplo en las fuerzas especiales. El año pasado se hizo un curso y hubo compañeras que lo aprobaron pero no lograron entrar”. Además existen incompatibilidades prácticas entre las tareas de alto rango y la función de mujer/madre. Y poco interés, aparentemente, en zanjar esos inconvenientes. “La fuerza te obliga a la masculinización. Tenés que amoldarte porque sino es como que no funcionás. Hay una resistencia muy fuerte”.
Un lugar para denunciar
El proyecto de ley con media sanción propone la creación de un centro de contención, escucha y asesoramiento para mujeres policías y del servicio e industria penitenciaria. “Un lugar adonde se pueda denunciar y adonde se entienda la cuestión de género con personal y profesionales capacitados”. El espacio cumpliría así la función que los actuales lugares de denuncia interna no logran.
La situación de las mujeres policías reviste particularidades propias que la diferencian de lo vivido en otros ámbitos. Inmersas en una fuerza con estructura fuertemente patriarcal, deben hacerse un lugar sorteando la violencia de género sin muchas alternativas de solución. La Red con su análisis y trabajo puso de manifiesto la habitual desatención de las denuncias y su archivo sin tratamiento. La misma entrevistada ha padecido tanto de violencia como de desmerecimiento de su reclamo.
Las dificultades incluso superan el ámbito laboral. Según lo comentado por la integrante de la Red, los organismos vinculados a la mujer y su problemática no las reciben ni dan la contención que ellas requieren. Solas y sin el apoyo de una organización, van desde las oficinas de reclamos internos hasta el INADI y/o los centros de denuncia civiles. Su caso en particular ha llegado a funcionarios, e incluso, a medios de comunicación pero ella prefiere quitar el foco de lo individual para llevarlo a lo colectivo.
Todo ésto es lo que ha conducido a las mujeres policías de la Red a la agrupación y acción conjunta. Reunidas en Facebook y en grupos de Whatsapp las más activas, se encuentran periódicamente en persona para tratar sus temas y trabajar en la búsqueda de resultados favorables. “Tenemos esperanza en que ésto crezca y en la aprobación pronta de la ley. El beneficio será para todas, para quienes estamos y para las que vienen. Y además, como la nuestra es una actividad de servicio, sabemos que va a redundar en una mejora también para la comunidad”.
Entrevista, escribe y edita notas. Se especializa en cultura. Colabora en producción y redes sociales.
