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Milei en Davos: una vergüenza mundial

Tras un año de mandato, el presidente de la Nación se presentó en Davos para participar de una nueva edición del Foro Económico Mundial. Desempolvó argumentos que hacía mucho no escuchábamos y habló en contra de la figura de femicidio, de las familias LGBTIQ+, negó la existencia de la brecha salarial. Todo con la intención de “volver a hacer Occidente grande de nuevo”. Sin embargo, su discurso no es más que un refrito, copia barata del trumpismo y una distracción para continuar con el endeudamiento del país.
Federica Kesseler
Autora: Gise Curioni

Javier Milei utilizó el Foro Económico Mundial, que en otras épocas sirvió como plataforma para atraer inversiones extranjeras, como un podio desde donde trazar los límites de su "batalla cultural" antiliberal.

Con un discurso que parece imitar al Partido Republicano estadounidense, el mandatario responsabilizó al “wokismo” de los males que aquejan al “mundo libre” y como "un cáncer que hay que extirpar". Sin embargo, antes de analizar las implicancias de sus palabras, es necesario aclarar una cosa: esto no es más que una distracción.

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Nos quieren distraídas

Mientras el feminismo argentino intenta responder al discurso presidencial, Luis “Toto” Caputo y su equipo se preparan para una nueva reunión con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En busca de dólares, los equipos del Ministerio de Economía negociarán una nueva deuda que les permitiría controlar la cotización del dólar hasta las elecciones y cumplir su promesa electoral de abandonar el cepo cambiario. 

Más allá de que los dichos del presidente en Davos parezcan pan y circo, sus discursos de odio no dejan de tener  consecuencias atroces. Sus planteos contradicen leyes argentinas vigentes y, peor aún, abren la puerta a que violencias que creíamos superadas vuelvan a validarse socialmente.

Autora: Gise Curioni

A lo largo de su exposición en Davos, Javier Milei atacó casi todas las banderas de la lucha transfeminista. Para el presidente, tanto la brecha salarial, como el aborto y la personas trans son consecuencias de un orden mundial, que el “wokismo” ha impuesto a los países occidentales y que entorpece el “caos creativo del mercado”.

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Negar todo, sin ningún dato

A días del femicidio de Micaela Soto el presidente argentino afirmó que existe un “feminismo radical” que no busca otra cosa que privilegios, y que pone a la mujer por encima del hombre.  Para tratar de explicar este punto de su discurso, el mandatario afirmó que: “Llegamos, incluso, al punto de normalizar que muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima. Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”. 

Estas declaraciones del presidente dejan en evidencia dos puntos clave. En primer lugar, Javier Milei niega la existencia de la violencia de género, a pesar de la abundante evidencia estadística que respalda su realidad. En segundo lugar, Milei deja claro que desconoce las vulneraciones históricas a los derechos de las mujeres, basándose en su afirmación de que “la igualdad ante la ley ya existe en Occidente”. 

Autora: Priscila Pereyra

En línea con su postura negacionista, el presidente afirmó que no existe la brecha salarial entre hombres y mujeres. Sin datos ni estadísticas que sustenten sus palabras, aseguró que “la mayoría de los hombres tienden a profesiones mejor pagas que la mayoría de las mujeres”.

Resulta curioso que Milei, quien tanto insiste en la importancia de los datos económicos, ignore aquellos que evidencian desigualdades de género. Ninguna “tendencia” explica por qué las mujeres ganamos menos por la misma tarea, salvo la “tendencia” del sistema capitalista de extraer más plusvalía de los sujetos subalternos que él mismo crea para perpetuarse.

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En contra de cualquier derecho

Milei no escatimó en ataques al colectivo LGBTIQ+, afirmando que el “wokismo” amenaza a Occidente al “promover la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben”.

Autora: Gise Curioni

Seguido de esto, justificó su rechazo al derecho a la autopercepción de la identidad diciendo que “nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión.”

Si bien resulta sorprendente la obsesión que desarrolló la derecha internacional por el caso de la boxeadora  argelina Imane Khelif, más asombrosa es la forma en la cual el presidente argentino se desentiende de la enorme cantidad de leyes que amparan los derechos de las personas trans en nuestro país

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Un discurso reeditado

Con una capacidad legislativa limitada, Milei plantea retroceder en conquistas como las leyes de Identidad de Género y de Cupo Laboral Travesti Trans, ignorando que su derogación violaría acuerdos internacionales con rango constitucional.

Autora: Gise Curioni

Apelando a un supuesto “sentido común” de corte biologicista, la derecha argentina intensifica sus ataques contra la población travesti trans, buscando instalarse en la agenda mediática en medio de un año electoral.

La idea de modificar la Ley de Identidad de Género no es nueva. Ya a finales de 2024 se rumoreaba sobre un proyecto impulsado por el diputado Álvaro Martínez de La Libertad Avanza

Recientemente, la vicejefa del Gobierno porteño, Clara Muzzio, compartió un fragmento de una entrevista con la médica norteamericana Miriam Grossman, quien habló de una “epidemia de niñeces trans”. Sin embargo este discurso donde las niñeces parecen estar siendo forzadas a transicionar por el “wokismo” , no se escuchó nunca en Argentina. 

Quienes tengan algo de memoria recordarán cuáles eran las posturas en contra de la Ley de Identidad de Género en 2012, que nada tenían que ver con menores de edad forzados a ponerse silicona.

En Davos, Milei afirmó que “se daña irreversiblemente a niños sanos con tratamientos hormonales y mutilaciones”. Sin embargo, esto no se corresponde con la realidad: la Ley de Identidad de Género reconoce las terapias de reemplazo hormonal (TRH) y las cirugías de adecuación corporal como derechos de las personas trans, pero ninguno de estos procedimientos puede realizarse en niñes

Aunque estos discursos suelen referirse a “menores” en lugar de niños, es importante aclarar que sólo los menores de entre 16 y 18 años pueden acceder a estos tratamientos, dado que, tras la reforma del Código Civil de 2015, tienen derecho de decidir sobre cualquier intervención en su cuerpo. Por otro lado, es imposible que un niño de cinco años comience una TRH, ya que los procesos biológicos del desarrollo hormonal humano no permiten iniciar tratamientos de este tipo a esa edad. 

Más discursos viejos

Autora: Gise Curioni

En su intento de atacar el derecho de adopción consagrado en la Ley de Matrimonio Igualitario, Milei revivió un viejo mito que alguna vez apareció en la mesa de Mirtha Legrand: la asociación entre homosexualidad y pedofilia.

Milei afirmó, sin ninguna prueba: “Hace pocas semanas fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años”.

Basta con repasar los titulares de Periódicas en los últimos meses para comprobar que esto es una falacia. Pero más importantes son los datos: según el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, el 80 % de los casos de abuso hacia niñes y adolescentes ocurren en contextos intrafamiliares, mayoritariamente en familias con xadres heterosexuales.

Sobre este mito se expresó Esteban Paulón, diputado nacional por Santa Fe del Partido Socialista, enfatizando que: "Cuando Javier Milei habla de 'una pareja en USA condenada a 100 años', busca generalizar la idea de que todos los gays son pedófilos. Desconoce que el 90% de los casos de abuso se dan en familias 'hetero', y esos casos no los toma de ejemplo.”

Autora: Gise Curioni

Pero estos discursos sin fundamentos y cargados de odio no tienen por qué ser gratuitos para quien los esgrime. El diputado Paulón fue el primero en denunciar penalmente al presidente Javier Milei por su discurso en Davos. En sus redes Paulón expresó que "nuestras vidas importan y nuestras familias merecen respeto", señalando que "el poder no debe usarse para sembrar odio"

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Copie y pegue

Lejos de construir una agenda propia, Milei repite los discursos de las derechas extranjeras. La derecha libertaria es tan hueca que no puede generar un discurso latinoamericanista para su propia batalla cultural. Es por esto que, los discursos de Milei contra el “wokismo”, poco tienen que ver con las banderas que los partidos del campo nacional y popular han sostenido en las últimas dos décadas.

Sin embargo, esta cipaya costumbre de imitar al extrajero es quizá su principal debilidad. Hablar de que las personas trans se mutilan responde mucho a cómo las mujeres trans yankees piensan sus transiciones, y poco tiene que ver con cómo las travestis latinoamericanas entendemos el género

Del mismo modo, Milei se posiciona en contra del aborto diciendo que “la agenda sanguinaria y asesina del aborto, una agenda diseñada a partir de las premisas malthusianas de que la superpoblación va a destruir a la Tierra", responde más a una agenda yankee y no a la realidad argentina.

Esta discusión no tiene relación alguna con las oposiciones que se planteaban a la ley de IVE/ ILE en 2020. Poco tuvieron que ver las “ premisas malthusianas de que la superpoblación va a destruir a la Tierra" en las consignas del movimiento pro-vida.  Sin embargo, en Estados Unidos, esta es una de las razones por las que se busca retrotraer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. De nuevo, la derecha libertaria copia y pega.

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De Milei ya no se espera nada 

Frente a este panorama, la esperanza radica en lo vacío de su discurso. Los libertarios, al copiar y pegar el discurso estadounidense, ignoran que los feminismos argentinos son muy distintos a los norteamericanos. El feminismo argentino sobrevivió a las dictaduras del Plan Cóndor, luchó por la democracia en 1983, construyó, junto a las Abuelas de Plaza de Mayo, una lucha por los derechos humanos y, junto al colectivo LGBTIQ+, logró leyes ejemplares a nivel mundial.

24 de marzo - abuela - madres - plaza
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0.

No hay que dejarse engañar: detrás de este ataque a las conquistas feministas se esconde un objetivo más grave. Las amenazas de derogar leyes como la de Identidad de Género o Matrimonio Igualitario buscan acorralar a la oposición y dominar la agenda legislativa en un año electoral. De este modo, las negociaciones legislativas podrían reducirse a intercambiar leyes como Ficha Limpia por Identidad de Género, o las PASO por Matrimonio Igualitario.

Frente a esta astucia libertaria, es necesario ser estratégicas. En esta guerra, no se trata de atacar directamente al cuartel enemigo, sino de fortalecer a las propias filas. La tarea fundamental es presionar a los partidos políticos opositores para que construyan una verdadera alternativa al libertarismo. Sin embargo, es importante estar atentas para no comprar espejitos de colores. Los feminismos y el colectivo LGBTIQ+ deben ser parte protagonista de esa alternativa, ya que, de lo contrario, seguirán atrapadas en el mismo circo, pero con un payaso diferente.