La frase corresponde al médico personal del boxeador, Roberto Paladino, en el documental Furia. La producción se estrenó previo a la serie y ya está disponible en Youtube. El primer capitulo de la ficción puede verse el lunes 17.
El canal televisivo Space será el espacio en el que se verá la serie sobre el deportista y femicida, Carlos Monzón. El estreno de la ficción de 13 capítulos se concreta el lunes 17 de junio a las 22 hs. Previo a esto, la señal emitió un documental, sobre la vida del "campeón".
"Furia: las peleas de Monzón", se llama la recopilación de material de archivo y entrevistas que repasan durante una hora, las hazañas deportivas del santafesino. Los restantes 20 minutos son argumentos a favor y en contra de llamarlo asesino o más específicamente, femicida.
Y ahí, surgen frases llamativas para estos tiempos. Uno de los consultados es el médico de Monzón. Roberto Paladino recuerda cada pelea y cada detalle deportivo, incluso los más lejanos en el tiempo. Sin embargo, avanzado el documental, la mente se le pone en blanco al ser consultado por un golpe que el boxeador le propinó a quien era por entonces su pareja, Susana Giménez. El periodista Lucho Avilés da algunos detalles de un ojo morado con el que apareció la actriz y conductora. Algunos aseguran que el médico la asistió. No obstante, pareciera que el profesional de la salud decide no recordar.
Avilés describe en otro tramo del documental "un enfrentamiento" del boxeador con su primera esposa, "Pelusa" (Mercedes Beatriz García). Dice que la mujer, para defenderse de los golpes que recibía del deportista, le habría disparado dos veces. "Uno en el brazo y otro en el omóplato", dice el médico, quien rememora la golpiza del deportista hacia su mujer "como un drama pasional". Tampoco la memoria le falla a Roberto Paladino para recordar este hecho. Otra vez, el resto de la historia se le borra.
"Tengo un novio muy celoso que pega muy fuerte, no sé si sabes", canta la Su en las imágenes de archivo en uno sus programas televisivos. "Se sabía y se tomaba como un hecho natural", cuenta el biógrafo de Monzón, en relación a los rumores de un hombre golpeador. "Carlos donde iba era bien recibido, entretenedor, muy simpático, hasta que tomaba unas copas y se transformaba", asegura el periodista santafesino, Ricardo Porta.
"Se hablaba muy al pasar de las peleas y la violencia de género no existía", detalla sobre esa época Lucho Avilés. "No se hablaba porque él era un ídolo, y porque la pareja era muy conocida. No podía trascender", cuenta la jueza, Alicia Ramos Fondeville, quien sentenció a Monzón tras el femicidio de Alicia Muñiz.
Aún hoy se sigue separando al deportista del femicida como si fuera un ser divisible, como si no fuera la misma persona. Inclusive, algunos lo atenúan, lo justifican o lo omiten. "Tenía mucha furia en su interior y había momentos que había que entenderlo", opina en el documental, José Lino Lemos, entrenador de boxeo. "La presión de la gente lo molestaba", cuenta otro entrevistado.
Este tipo de frases siguen y se repiten. Pedir comprensión, argumentar sufrimiento desde la infancia, entender el entorno de violencia en el que se crió Carlos Monzón. El documental es una buena reflexión en sus últimos 20 minutos de cómo hace no tantos años, se veía o se ocultaba la violencia hacia las mujeres y de todo lo que aún falta por hacer, por educar y por aprender.
Mirá el documental Furia: Las Peleas de Carlos Monzón
Mirá el primer capítulo preestreno de la serie Monzón
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