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Más diputadas que nunca

Será la primera vez que el número de mujeres logre superar un piso histórico. Cómo se logró alcanzar el 46% de representatividad sin tener ley de paridad provincial. Cuáles son los  mecanismos que permiten la ampliación de derechos para las mujeres en política y cómo afectó el sistema electoral vigente a las candidatas a diputadas.

Foto: Agustina Girardo | CC-BY-SA-4.0

Según las politólogas Beatriz Llanos y Kristen Sample, los sistemas electorales no son neutros al género y esto lleva a que pueda verse menoscabado el número de candidatas elegidas para cargos políticos. Desde la teoría se establece cuanto más grande el distrito, más extensa es la lista de candidatos a presentar, y más fácil para el partido lograr un balance que permite la inclusión de mujeres. Los partidos tienen un incentivo electoral para maximizar su atractivo en las listas que presentan, que los lleva a incluir candidatos de las divisiones sociales más importantes del electorado.
En muchas ocasiones el problema de las mujeres no está solo en convertirse en candidatas, sino en pelear por un lugar competitivo dentro de la lista. Tienen que luchar contra barreras del tipo de la familiaridad pública de los candidatos, la atención de los medios, la diferencia de financiamiento entre un candidato masculino y otro femenino o los recursos organizacionales. Todo esto reduce las posibilidades de las mujeres de acceder a las listas y candidaturas que les permitan resultar electas.

Un poco de historia

Desde finales del siglo XX se establecieron cuotas de género a lo largo del mundo intentando promover espacios para la mujer. En nuestra provincia, la Ley N° 12802/92 establece que en toda lista de candidatos presentada por los partidos políticos para elecciones provinciales, municipales, comunales y/o convencionales constituyentes, la tercera parte (como mínimo) debe estar compuesta por mujeres en forma intercalada y/o sucesivas, bajo cualquier sistema electoral que se aplicare, de lo contrario la lista no sería oficializada por el Tribunal Electoral Provincial. Dicha legislación sigue en vigencia.
Esta ley marcará el inicio de un ascenso progresivo de mujeres en el recinto legislativo provincial. Sin embargo, los estudios de caso muestran que las instituciones partidarias fueron reticentes a la incorporación del cupo, tanto en términos intrapartidarios como legislativos.
Esta legislación debe ser puesta entredicho con el sistema electoral (PASO) y con el sistema de distribución de escaños de la Cámara de Diputados.

Qué sucede en Diputados

La Cámara de Diputados santafesina se conforma por 50 legisladores. El proceso de repartición de escaños se realiza a través de un sistema mixto, en donde el partido o alianza electoral ganador retiene 28 escaños por sistema de mayoría simple, y los restantes 22 se distribuyen entre los demás partidos que compitieron en el proceso eleccionario mediante sistema de distribución D’Hont.

¿Cómo afecta a las mujeres candidatas?

En estas elecciones generales se presentaron cinco listas para el cargo a Diputado Provincial. El 53% de los candidatos fueron varones y el 47% mujeres. Al analizar las listas observamos que el Frente Social y Popular y Unite por la Familia presentan más del 50 % de mujeres, 57% y 53% respectivamente. El resto de los frentes, en función del porcentaje de mujeres, se ubican de la siguiente manera: Frente Progresista Cívico y Social (50%), Juntos (39%) y Cambiemos (35%).
Estos porcentajes demuestran que a partir de la discusión por la paridad electoral, tanto a nivel nacional como provincial, la composición de las listas muestran una proporción mayor de mujeres en relación a elecciones anteriores. A pesar de ello, solo una lista es encabezada por una mujer

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Sucedidas las elecciones y teniendo en cuenta el sistema mixto de distribución de escaños, el Frente Progresista Cívico y Social consigue las 28 bancas del partido ganador. Mientras que las 22 restantes se distribuyen de la siguiente manera: Juntos siete bancas, seis escaños para Unite por la Familia, cinco para Cambiemos, dos para el Frente Social y Popular y dos para Igualdad y Participación. ¿Qué significa esto en términos de representación femenina?

Como se observa en la tabla 2 en la mayoría de las listas se observa una representación de mujeres y varones que roza la paridad. Excepto en el Frente Cambiemos donde por la composición de la lista (y la lectura taxativa de la ley de cupo) por cuatro diputados habrá una mujer.

Superar el piso histórico

Lo interesante de esta composición de Diputados es que será la primera vez que el número de mujeres logre superar el 36%. Según los resultados provisorios las mujeres serán el 46% de la Cámara baja. Por primera vez desde el retorno a la Democracia, en Diputados se logra sostener el número de mujeres candidatas y diputadas.
Esto estaría dando cuenta que, aún sin la ley de paridad provincial, los partidos han entendido el reclamo desde el movimiento “Mujeres por la Paridad” y han consensuado listas con un mínimo de 40% de mujeres. Demuestra que aún la existencia de una norma escrita, pueden existir otros canales o mecanismos que permitan la ampliación de derechos para las mujeres en política, y estas elecciones lo transparentan.

De cara al futuro

La pregunta que resta realizar es qué significa esto en términos cualitativos. ¿Cómo lograran desempeñarse estas mujeres dentro del recinto? ¿A qué espacios tendrán acceso? ¿Qué comisiones presidirán? ¿Qué implica ser diputada en el contexto santafesino y ante el movimiento de mujeres? ¿Ha logrado el movimiento santafesino “Mujeres por la Paridad” desestructurar las lógicas patriarcales que venían denunciando años anteriores o simplemente esta es una fachada más para el sostenimiento de ciertos espacios de poder?
Los próximos años deberemos observar de cerca esta Legislatura quebrada por el género, cuya Cámara de Diputados casi logra una representación paritaria, pero se choca con un Senado masculino que no quiere torcer su poder.
Todavía el género importa, pero se ha vencido uno de los primeros obstáculos con los que las mujeres candidatas se encontraban cuando deseaban acceder a la Legislatura, y se logró modificando estructuras informales y alterando las composiciones de listas sin necesidad de una norma escrita.
Las batallas feministas que se retomarán en Diputados (paridad, ESI, apoyo a la campaña por la ILE) requerirán pensarse en función de estas mujeres y de estos varones. ¿Quiénes son? ¿Con qué perspectiva de género cuentan? Estas son las cuestiones que no podemos pedirle al sistema electoral que nos diga, pero el acceso de un número más heterogéneo de personalidades a la Cámara ayudará a la ampliación de espacios de debates. Esperemos que estos 50 diputados estén a la altura de las circunstancias.

Autora: María Emilia Perri (Colaboradora) - Licenciada en Ciencia Política. 
Docente investigadora IHUCSO Litoral. Becaria doctoral Conicet

Edición: Magdalena Artigues

Comunicación visual: Titi Nicola

Fotografía de portada: Agustina Girardo