Declaró un familiar de la pareja de Mónica y dijo que Hugo P. vivía del trabajo que la mujer realizaba mañana, tarde y noche en la calle. Otra testigo, que a sus 15 años era prostituída por el imputado, afirmó que “cuando la veía a Mónica, me veía a mí hace unos años atrás” y dio detalles de los maltratos, amenazas y estafas a los que la sometió el hombre y sus familiares.
El juicio contra Hugo P., su hermano Mario Daniel P. y su madre María Rosa A. por la explotación sexual de Mónica Aquino comenzó el viernes pasado y durante el lunes, martes y este miércoles se realizó la producción de pruebas con las declaraciones de testigos y las cámaras gesell. En la cuarta jornada de debate declaró el hermano menor de los hermanos Hugo y Mario P., que dio cuenta de algunas dinámicas de la vida familiar. “Hugo vivía de Mónica”, aclaró el joven de 15 años.
El chico vivía con su madre -también imputada por explotación sexual- en la misma casa en la que convivían Hugo, Mario, Mónica y Verónica, la pareja de Mario. El joven relató que tanto sus hermanos y sus parejas “siempre estaban en su mundo, el mundo de las drogas” y contó que en varias ocasiones Mónica y Hugo discutían. “Sé que era mutuo”, indicó.
Según el testimonio, Mónica conoció a Hugo cuando este estaba en la cárcel, a través de su otro hermano Jorge, quien se quitó la vida hace varios años. Hasta los últimos días en que Mónica estuvo en la casa, con el dinero que ella juntaba al ser explotada sexualmente pagaban la comida para todos y la droga que consumían.
Por otro lado, el adolescente relató que su madre María Rosa se peleaba en muchas ocasiones con Mónica. Según detalló, discutían a los gritos pero a veces “se ponían más agresivas, llegaban a las manos y se agarraban de los pelos”.
Al ser consultado por el trabajo de Hugo, el joven indicó que “vivía de Mónica” y que en algunas oportunidades se encargaba de llevar a la mujer hasta la parada en la que trabajaba “por cuestiones de seguridad”. Mario también vivía de lo que recaudaba su mujer Verónica, “mangueando ropa, comida y plata” en algunas casas del centro, y en determinados momentos también se encargaba de llevar a Mónica a la parada “porque Hugo le pedía que le hiciera el favor”.
Otras mujeres a su cargo
La segunda testigo de la cuarta jornada de debate fue una mujer que había sido prostituída por Hugo y su padre. Cuando ella tenía 15 años, su madre negoció con Hugo y el padre para que sea su proxeneta y la llevara a una casa en Rafaela donde vivían otras mujeres que se dedicaban a lo mismo. “Él me representaba haciéndose pasar por mi marido en la casa, pero después me agarró de mujer”, expresó.
El trato era que parte del dinero fuera enviado a la madre de la joven, pero a medida que fue pasando el tiempo Hugo no lo cumplió. “Me encerró, no me dejaba salir, no me comunicaba con mi familia y no me daba dinero, hasta que me escapé”, recordó la joven. “Me obligaba a continuar trabajando y me amenazaba, en un momento me sacó a mi bebé de seis meses y tuve que trabajar viernes, sábados y domingos para pagarle los $50.000 que me pedía a cambio”, narró la mujer.
La chica contó que después de ella hubo otras mujeres a las que Hugo “representaba”. En su testimonio nombró a dos más y a Mónica. Ella la conocía a Aquino, la veía en el barrio, de llevar a los hijos a la escuela. “Estaba siempre muy demacrada y golpeada”, aclaró. “Yo la veía a ella y me veía a mí, en la calle una hace como que está todo bien pero por dentro está pidiendo ayuda”, afirmó.
A Mónica la veía mañana, tarde y noche trabajando en la parada. “Ellos son así, si no juntás el dinero que piden, te cagan a palos”, indicó en referencia a cómo se maneja Hugo y su familia con las mujeres.
La testigo también contó que Mónica y su suegra se solían pelear y que una semana antes de que desapareciera, la había visto “con el ojo negro”. “Ella decía que iba a salir por los hijos”, recordó.
Más testigos
En los alegatos de apertura del primer día del juicio, los fiscales Matías Broggi y Jorgelina Moser Ferro, adelantaron que solicitarán 20 años de prisión para Hugo P., y 10 años para su hermano Mario y su madre María Rosa A. Mientras que las defensas de los tres acusados, adelantaron que pedirán la absolución para sus representados.
En la primera jornada del juicio también declararon las policías que estuvieron a cargo de la búsqueda e investigación sobre lo que había ocurrido con Mónica Aquino. Explicaron la situación en la que vivía la mujer, según lo que declararon varios testigos en esas primeras instancias.
En el segundo día de juicio testificaron familiares de Aquino, que dieron cuenta de lo cambiada que estaba Monica desde que comenzó a salir con Hugo P. También hablaron del contexto de violencia al que estaba sometida la mujer.
En la tercera jornada de debate declaró una mujer que recolectaba basura por la noche en la zona en la que Mónica se paraba a trabajar y contó que en varias ocasiones charló con Mónica y ella le contó la situación por la que estaba pasando. La mujer también vivía en el barrio, por lo que conocía a los hermanos P y a la madre. Declaró que Mónica no salía mucho.
Ese día también dio su testimonio Hugo Antonio Pérez, el tío de los hermanos, con quien no tenían relación. El hombre dio cuenta de que el padre de Hugo y Mario “era proxeneta y se dedicaba a hacer trabajar a las mujeres para él”. Ese día también se reprodujeron los testimonios en Cámara Gesell de los tres hijos de Mónica.
El debate continuará durante los próximos días, ya que aún falta que declaren la mitad de los testigos. El veredicto estaba previsto para el próximo lunes 2 de diciembre, pero se reprogramará de acuerdo a cómo avance la producción de prueba.
Escribe. Se especializa en policiales y judiciales.