Este viernes, en los tribunales de la ciudad de Santa Fe, comenzó el juicio contra quien era la pareja de Mónica Aquino, su cuñado y su suegra, quienes están investigados por obligar a Mónica a prostituirse y quedarse con su dinero. La fiscalía pide 20 y 10 años de carcel para los acusados. Las defensas, la absolución. La joven está desaparecida desde hace un año y medio.
Hace un año, seis meses y 20 días (570 días) que Mónica Aquino fue vista por última vez en Santa Fe. Aún no se encontraron pistas concretas sobre el paradero de la mujer, pero sí se investigó a Hugo P., quien era su pareja, su cuñado Mario P. y su suegra María Rosa A., por explotarla sexualmente. Este viernes comenzó el juicio contra estas tres personas en los tribunales de la ciudad capital.
Los fiscales Jorgelina Moser Ferro y Matías Broggi adelantaron que durante el juicio probarán, con testigos y pruebas documentales, cómo Mónica era sometida por su pareja, su cuñado y su suegra a la explotación sexual, y que pedirán 20 años de prisión para Hugo y 10 para el cuñado y la suegra de Mónica.
Un estado de esclavitud
“La obligaban a ejercer la prostitución desde las 8 de la mañana y a toda hora, aún cuando estaba embarazada”, explicó Moser Ferro en los alegatos de apertura. “Le limitaron su vida personal, la aislaban para explotarla física y económicamente, casi en un estado de esclavitud”, aclaró.
Según la investigación fiscal, la pareja de Mónica fue quien la inició en la prostitución. “Mónica tenía una vida normal, hasta que conoció Hugo en la cárcel, quedó embarazada y cuando él salió se fueron a vivir juntos”, narró la fiscal. “La vida familiar nunca fue lo que Mónica esperaba”, resumió. Hugo era quien le indicaba el lugar y el horario donde Mónica debía prostituirse y después, junto a su hermano y su madre, le quitaban el dinero que juntaba.
Hugo también la golpeaba y en una oportunidad la apuñaló, semanas antes de que Mónica desapareciera. “En una oportunidad llegaron a retenerle los documentos de sus hijos para que no se fuera de la casa”, remarcó Moser Ferro.
El pedido de la Defensa
El comienzo del juicio se vio demorado por inconvenientes con la conexión de la videoconferencia. Es que como Hugo y Mario P. fueron calificados por el Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe como “presos de alto perfil”, no podían ser trasladados desde la cárcel de Coronda hacia los tribunales. Fueron conectados a la audiencia a través de una videoconferencia, pero hubo problemas técnicos.
Antes del comienzo de los alegatos de apertura, los abogados defensores Mónica Echaniz, que representaba a Hugo Pérez, y Sebastián Amadeo, que representaba a su hermano, solicitaron que los acusados sean trasladados a los tribunales de la ciudad de Santa Fe para estar en la audiencia de manera presencial. Alegaron que es más prático tenerlos cerca por si surgen dudas o recomendaciones durante las declaraciones de los testigos. Además, sostuvieron que la otra acusada por el mismo delito, María Rosa, estaba en la sala.
El tribunal integrado por las juezas Rosana Carrara -presidenta- y Susana Luna y el juez Leandro Lazzarini, decidió no hacer lugar al pedido ya que la calificación como presos de alto perfil la define el Servicio Penitenciario y no es incumbencia del tribunal penal.
Por otro lado, en sus alegatos de apertura, los defensores de los hermanos y la defensora Betina Dungo que representa a la madre, rechazaron las calificaciones penales de la fiscalía y adelantaron que solicitarán la absolución de sus defendidos.
El juicio
Durante la primera jornada del debate oral, declararon dos policías que estuvieron a cargo de la investigación y brindaron detalles de cómo era la vida de Mónica Aquino con las tres personas investigadas.
Las testimoniales continuarán el lunes, martes y miércoles de esta semana. Se espera que los alegatos de clausura sean el jueves 28 de noviembre y el veredicto de los jueces se de a conocer el lunes 2 de diciembre.
Escribe. Se especializa en policiales y judiciales.
