El contador y ex pareja de Marcela Maydana pidió declarar en el primer día del juicio y “negó totalmente” haber cometido los delitos por los que lo acusa la fiscalía. Está imputado por homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego, el vínculo y el contexto de violencia de género, y por suprimir la numeración serial del arma sin autorización.
Este miércoles 21 comenzó el juicio contra el contador acusado de asesinar a su ex pareja Marcela Maydana en Recreo en abril de 2021. Se trata de un caso que conmovió a la región y que estuvo marcado por una intensa búsqueda por parte de la familia durante los primeros días, con casi nula intervención de los organismos estatales.
En la primera jornada del juicio, los fiscales Estanislao Giavedoni y Carlos Lacuadra y la querella a cargo de Raúl Sánchez Lecumberri, solicitaron que C.O.P. sea condenado como autor del delito de homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego, el vínculo y el contexto de violencia de género (femicidio). Además, pidieron la pena de prisión perpetua.
El abogado defensor Federico Scarinci pidió la absolución de culpa y cargo del contador y, para referirse a la investigación del caso, usó -forzosamente- una metáfora que se refiere al “accionar mecánico de las hormigas” cuando muere una de ellas. “Podemos comparar el accionar mecánico de las hormigas con el accionar mecánico de la Fiscalía en la investigación”, dijo. “Ante una situación violenta lo primero que se supone es que termine en homicidio, pero la actividad racional debe ser más extensa”, aclaró.
Antes de que comenzaran a declarar los testigos citados por la Fiscalía, el contador acusado pidió hablarle al tribunal integrado por Cecilia Labanca, Rosana Carrara y José Luis García Troiano y narrarle sus días desde el 3 de abril hasta su detención el 7. Lo hizo para dar cuenta de lo que afirmó en varias oportunidades: “Niego totalmente la teoría que me culpa del haber matado a quien fue mi compañera durante varios años”.
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El femicidio
La Fiscalía acusa a C.O.P. de haber matado a Marcela Maydana entre las 22.30 del sábado 3 de abril y la mañana del 4 de abril. Según la investigación, lo hizo en la habitación de su vivienda ubicada en Avenida Mitre al 1500 y con un arma de fuego: le disparó y la bala impactó en la cara de la mujer causándole la muerte.
Los fiscales expusieron que entre el domingo y el lunes el hombre desechó el cuerpo de Marcela en el zanjón cuneta de un descampado de Recreo, entre las calles Alberdi y Chubut.
Violencia física y psicológica
La Fiscalía evidenció la violencia que el contador ejercía sobre Marcela y la relación de poder que mantenía sobre ella. “Este asesinato está inserto en un marco de inusitada violencia física y psicológica, él intervenía en sus afectos, su libertad, su dignidad, su integridad y su privacidad”, aclaró.
El abogado querellante Raúl Sánchez Lecumberri, por su parte, enfocó su intervención en describir quién era Marcela Maydana: tenía cuatro hijos y trabajaba varias horas cuidando a personas mayores. “Conoció a C.O.P. en 2015, que con el tiempo comenzó a ejercer violencia sobre ella, primero de maneras más sutiles que luego fueron incrementándose”, contó. Todas esas situaciones la llevaron a denunciarlo y poner una medida de distancia judicial, un importante antecedente previo al delito. “No pudo cortar nunca el vínculo porque él la acosaba y hasta le pagaba a terceros para que la espiaran”, recordó.
La declaración del contador
C.O.P. dijo no ser culpable de ninguno de los delitos que la fiscalía y la querella nombraron y explicó su coartada. “El sábado (3 de abril, día del femicidio) fue un día rutinario para mi, me levanté, desayuné, almorcé, me acosté a dormir la siesta, a la tarde trabajé en el patio pintando un portón”, comenzó. “Después me higienicé, miré televisión, pedí la cena y me puse a ver el partido de River, en el entretiempo busqué la cena y seguí mirando, fue aburrido, creo que terminó 0 a 0”, continuó. Más adelante en el relato, recordó que en la mañana de ese día, había recibido un llamado de Marcela, que le consultó por un auto que quería cambiar. Y remarcó que ya no estaban juntos, por lo que no tenía información acerca de la vida de ella.
El domingo 4 de abril era la fecha de Pascua. Según el testimonio del acusado, se levantó, se preparó el mate y se fue a la casa de un amigo y vecino del barrio. “Ahí recibí el llamado del sobrino de Marcela que me pedía ayuda con un trámite de una moto y lo asesoré”, recordó. Al mediodía almorzó y se acostó a dormir la siesta, luego a la tarde/noche se reunió con conocidos, fueron a comer pizza y al casino. En el camino, la hermana de Marcela lo llamó pero él no contestó porque estaba manejando.
Según lo que contó en el debate, recién el lunes se enteró de la búsqueda de Marcela. “Lo vi en el noticiero local y quedé impactado”, narró. Desde ese momento, comenzó a narrar los allanamientos en su casa, su denuncia en la comisaría contra la familia de Marcela “porque lo hostigaba” y el maltrato por parte de la policía durante su detención.
La búsqueda de Marcela
Marcela fue vista por última vez el sábado 3 de abril a la noche. Luego de trabajar, salió de su casa caminando hacia el kiosco a dos cuadras, pero en las cámaras de esa esquina no quedó registrado su paso. Todo esto fue descubierto en una primera instancia por la familia. La policía había realizado allanamientos en los que no había encontrado nada.
Según la investigación posterior de la Fiscalía, Marcela fue asesinada entre las 22.30 del sábado y la madrugada del domingo 4 de abril de un disparo en la cabeza. El primero en sospechar sobre la situación fue el remisero que la llevaba al trabajo. Llegó el domingo a las 6 de la mañana a buscarla y Marcela nunca lo atendió. El hombre intentó hacer la denuncia en ese momento, pero no la tomaron porque no era familiar (requisito que no forma parte de ningún protocolo de búsqueda).
El lunes por la mañana la familia registró la denuncia. Recién el martes 6 de abril se realizaron allanamientos en la casa de C.O.P., en donde la policía no encontró ningún indicio. Fue la propia familia de Maydana la que logró dar con el testigo que la vio por última vez y con las cámaras que no la registraron.
Por esos días, el hijo de Maydana relató que "estuvimos hasta las 22 en la comisaría hasta que nos dijeron que ya no iban a hacer nada por la noche porque era muy tarde y tenían cosas que hacer. No nos dieron más respuestas. Llamamos al fiscal que no nos supo dar respuesta y dijo que no se iba a hacer presente”.
El miércoles 7 de abril a las 20, el cuerpo de Marcela fue encontrado por dos jóvenes que pasaban por una zona de descampado del sur de Recreo, entre las calles Alberdi y Chubut.
Tras identificar el cuerpo, la policía volvió a investigar en la vivienda del sospechoso y encontró huellas de sangre en un colchón que fue quemado en la parrilla del hogar, así como también en el baúl del auto Volskwagen Passat que pertenecía al contador. Por esas, y muchas pruebas que apuntan a él, será juzgado por el delito de homicidio triplemente calificado por el uso de arma de fuego, el vínculo de pareja de la mujer y por mediar violencia de género.
El juicio
Durante la primera jornada del juicio se había citado a más de 20 testigos de la Fiscalía. Las audiencias con declaraciones continúan durante esta semana.
Los alegatos de clausura se programaron para el lunes 25 de marzo y la sentencia del femicido de Maydana se dará a conocer el miércoles 27.
