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Rita Segato: "Con Bullrich y con Milei morimos inmediatamente"

La antropóloga, escritora y exponente feminista Rita Segato pasó por la ciudad de Santa Fe. Parte de su itinerario incluyó una declaración de Huésped de Honor por parte del Concejo Deliberante y la apertura de la XXIX Feria del Libro. En diálogo con Periódicas habló de la coyuntura electoral, la avanzada antiderechos y el lugar de las mujeres y disidencias en este contexto político.
 Victoria Stéfano y Lucía Medina
Autora: Titi Nicola | CC BY-SA 4.0

La antropóloga Rita Segato visitó la ciudad para participar de la conferencia de apertura de la XXIX Feria del Libro de Santa Fe este miércoles. En ese marco, el Concejo Municipal, por iniciativa de Laura Mondino, le entregó la declaración de Huésped de Honor.

“El intenso trabajo que desarrolla Rita Segato no sólo en materia de género, sino también en el estudio de pueblos originarios y comunidades latinoamericanas, es una referencia en nuestra conciencia colectiva”, sostuvo Mondino y agregó: “En los 40 años de democracia y los 450 años que cumple nuestra ciudad, es un verdadero placer recibirla en nuestra ciudad y por eso la declaramos Huésped de Honor”.

En el marco de la visita, y previamente a la apertura de la Feria del Libro en la ciudad, Segato conversó con Periódicas y otros medios santafesinos sobre el panorama político y la coyuntura del movimiento de mujeres y diversidades sexuales de cara a la contienda electoral.

P: ¿Qué lectura se puede hacer del tratamiento de la agenda de género en esta campaña de parte de todos los espacios políticos donde no estamos en la conversación?

R: Es raro, es una lectura de sorpresa. Como también es una gran sorpresa que un evento tan extraordinario y tan importante para el país como la movilización del Malón de la Paz esté cubierto por una colcha de silencio, y nosotras también. Las mujeres, los indios, continuamos equivocadamente estando en un margen de la política y eso es un gran error, por ahí no es. Hasta que no consigamos pasar al centro de la política la historia no va a caminar. Podrá haber un recambio de poder para un lado, para el otro, en esas vueltas en círculos que dan nuestros Estados, pero reorientar la historia en una dirección diferente, eso no va a ocurrir.

P: ¿Cómo evalúa la situación actual en Argentina desde el punto social y político en general, después de lo que fueron las anteriores elecciones?

R: Como investigadora, creo que es necesario una gran escucha que no está habiendo.¿Cómo en un país que siempre fue reconocido, (inclusive en los países de alrededor de América Latina) por el activismo de su gente, que siempre ha salido a calle, y por un campo crítico que ha tenido un papel visible en la política argentina; de repente llegamos a un momento donde la gente es analfabeta políticamente? ¿Qué pasó? ¿Dónde, cómo y por qué? Falta un trabajo etnográfico, una escucha, una observación de cómo se genera la Argentina que tenemos adelante de nuestra vista, que ha perdido completamente todo grado de lucidez y de interés en la política. Básicamente, el voto por Milei es una demostración de desinterés absoluto en la política.

P: ¿Por qué cree que pasó?

R: Uno de los temas para mí centrales no es ni siquiera el económico, sino la promesa de la modernidad por un protagonismo de la gente en la vida. Y la gente se ha sentido deprivada o usurpada del protagonismo cívico, ciudadano, histórico. Hay una captura del protagonismo por algunas organizaciones, por ejemplo intra Casa Rosada. La gente se ha sentido deprivada, que no tiene impacto en la historia de la Nación ni en su configuración. Y creo que eso genera un rencor y un resentimiento profundo que Milei expresa con la cara de rabia que pone. Pero eso es analfabetismo político porque la rabia es del momento, no hay una capacidad de pensar programáticamente en el medio y largo plazo. La rabia es cortoplacista.

Autora: Titi Nicola │CC BY-SA 4.0.

P: ¿Qué se puede esperar si Milei o Bullrich ganan y cuál es tu opinión respecto de Massa?

R: Como lo digo entre casa, con Bullrich y con Milei morimos inmediatamente. Con Massa podemos sobrevivir un poco más. Hay un tiempo de forcejeo, de diálogo, de presión política, porque Massa es un candidato cuyo discurso es democrático, y otros dos no democráticos. Entonces, ¿damos algún valor al proyecto democrático? Es necesario optar por un candidato que por lo menos en su discurso valoriza el discurso democrático y no el de la muerte, el de la letalidad, el de la bronca, el del revólver en la mano, el discurso salvaje de la rabia. Que no es político, eso no es política.

P: Frente a la avanzada de la ultraderecha, ¿cómo pensás que tenemos que posicionarnos las mujeres y las disidencias, que claramente vamos a ver sesgados nuestros derechos?

R: Yo no creo que eso pase. No creo que sea tan fácil deshacer el camino ya andado. Pero sí creo muchísimo en la palabra, y que recientemente se generó un vocabulario que habla de la política y lo político como dos cosas diferentes. Una cosa es la política, la Casa de Gobierno, los gobernadores, la política estructurada a partir de la estructura estatal. Pero lo político no es eso. Lo político es cada instante de la vida. O sea, la construcción de relaciones sociales, de intersubjetividades, de formas de felicidad, el debate sobre qué es la felicidad. Eso es político. Es un campo inmensamente más amplio que la estructura partidaria y las luchas por poder, algo que llamo el movimiento centrípeto intestino y que mira hacia adentro de los corredores de las casas de gobierno. Eso es la política. Se cambia la historia, se transforma el mundo si nos damos cuenta. Y ahí las mujeres tenemos un papel central. Somos las que tejen esa vida, esa politicidad otra que es la única que será capaz de reencaminar la historia en otra dirección, de generar otro mundo. No se ha probado en ningún lugar. No he visto en ningún momento de la historia en que tomar el Estado permitió hacer una revolución. Desde la revolución francesa para acá, ¿dónde sucedió? No sucedió. Entonces, ¿dónde se transforma el mundo? Por otro camino, por otro lugar, de otra forma. Y ahí, las mujeres tenemos un papel central. Por eso digo, maternar es político, cuidar es político, cuidar no es la tarea como la imaginamos, en realidad está lleno de politicidad.

Autora: Caro Robaina
Autoras: Lucía Medina y Victoria Stéfano