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Punto Seguro: mujeres y disidencias continúan mapeando sus barrios

El mapeo digital de espacios gubernamentales y no gubernamentales que brindan distintos tipos de contenciones a mujeres y disidencias fue puesto en crisis una vez más habitando el territorio. En esta oportunidad, Periódicas realizó un taller con organizaciones de Yapeyú y Recreo. En ese encuentro, las asistentes se conocieron, compartieron mates, realidades y comenzaron a tejer nuevas redes.
 Carolina Robaina
Autora: Lucía Medina

¿Cuáles son nuestros espacios seguros? ¿Dónde están? ¿Puede una persona ser un punto seguro? ¿Cómo es nuestro barrio? ¿Qué le aportamos como organización? ¿Qué puedo construir con les otres?: estas y otras reflexiones son las que compartieron mujeres y disidencias de distintas agrupaciones territoriales en un encuentro en barrio Yapeyú.

El taller es parte del proyecto Punto Seguro, el cual mapea espacios y organizaciones que brindan contención a mujeres y disidencias. En una segunda etapa, Punto Seguro se acercó a los territorios para generar diálogos e intercambios que buscan visibilizar el trabajo entre pares.

En este sentido, Periódicas invitó a las referentas de agrupaciones que habitan el barrio Yapeyú y Recreo, ciudad próxima al barrio del norte de Santa Fe. Participaron integrantes de la Asociación Civil Aljaba de Recreo, del Frente de Mujeres y Diversidad del Movimiento Evita, de La Colmena, del comedor de Nuestra América y de la Asociación Civil Juntos Santa Fe Avanza.

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Autora: Priscila Pereyra

El arte de habitar

"Habitar un mundo, un territorio, significa depender de otres en el acto mismo de habitar. E intervenir en su transformación humana: participar. En este sentido, participar significa vivir y relacionarse de un modo diferente. Abrir el territorio al de fuera. A que lo recorra, lo comparta, lo construya, lo entienda. Habitar un territorio es apropiárselo, hacerlo propio, pero también extrañarlo y abrirlo al otro", sostienen la psicóloga social Agostina Tavella y la trabajadora social Desiré Stival, quienes llevan adelante los talleres.

Una mesa, hojas en blanco, stickers, tijeras, fibrones, plasticola, galletitas y mate. Las referentas territoriales y un mapa en el centro listo para ser intervenido. "¿Cómo es mi barrio? y ¿cómo lo identifico?" fueron las primeras dos preguntas que respondieron dibujando, señalando y describiendo las características de la zona que habitan. Las mismas calles, pero visiones y hasta realidades diferentes que se comenzaron a entramar. Algunas eran vecinas y no lo sabían.

Alejandra es referente de Nuestra América en barrio Yapeyú y fue quien abrió las puertas del comedor para recibir a las referentas de otras organizaciones y a Periódicas con Punto Seguro. "Me pareció bárbaro que vengan, porque muchas no nos conocíamos y estábamos a un paso nomás y está bueno para tener a alguien más para confiar y ayudar. Somos todas compañeras y ahora somos más las que podemos ayudarnos entre nosotras. Y que las familias no solo tengan contención de nuestra organización sino de los demás que viven acá", sostuvo Alejandra.

Luego las mujeres hablaron sobre las tareas que realiza cada orga, cómo lo hacen, con qué población trabaja, cómo articula o cómo responde el Estado.

"Habitar un territorio es construirlo. Habitar un territorio es entenderlo, comprenderlo. Recorrerlo, manipularlo, compartirlo. Lo que implica tanto aprender como desaprender. Entender para celebrar el territorio (la ciudad, la casa, el barrio, el cuerpo) y también para lamentarlo. Valorar los ciclos, las estaciones, el tiempo que lo recorre. Perseguir la proporcionalidad, frente a la desmesura y el despilfarro", sostienen las profesionales a cargo de la actividad. Y es que el propósito de estos encuentros es justamente ese: encontrarse, compartir y tejer.

Autora: Priscila Pereyra

No estamos solas

La actividad concluyó con una puesta en común del trabajo realizado. Las referentes mostraron sus mapas intervenidos, mostraron los espacios que marcaron y contaron por qué lo hicieron.

Entre las principales conclusiones a las que llegaron está la idea de que los espacios seguros son los que habitan otras compañeras, que tener referencias y opiniones de ellos hace que sean más confiables, más habitables. También se reflexionó sobre si una persona podía ser considerada un "punto seguro" y dieron el ejemplo de una maestra en particular dentro de una institución poco amigable. La tercera y principal conclusión es que todas compartieron un sentimiento de alivio y contención al encontrarse. Muchas realizan tareas similares y desconocían el trabajo de otras organizaciones. No sentirse solas, como motor para construir otros puentes.

Carla Pereyra, referente del Frente de Diversidad y de Mujeres del Movimiento Evita opinó sobre la actividad: "La verdad es que a mi me gustó este encuentro y me parece que tiene que ser el primero de muchos porque una cosa que hemos visto respecto a nuestra tarea es que el Estado tiene un nivel de burocratización e impersonalización impresionante. Nos dimos cuenta que para tratar casos de violencia de género lo primordial es que haya contacto humano y no que sea tan impersonal como es por las vias estatales. Entonces la solución que nosotras encontramos es que nosotras mismas seamos ese contacto humano, ya que estamos en el territorio y nos ocupamos de los acompañamientos".

Además, Carla se refirió a la necesidad de crear redes: "La verdad que este encuentro así, cara a cara, me hace pensar mucho en eso. Habiendo tantos grupos, tanta gente haciendo tareas similares tenemos que tender una gran red que nos permita cubrir la mayor cantidad posible de acompañamientos que necesiten las poblaciones, sobre todo los territorios periféricos de Santa Fe. Encontrarnos, intercambiar, sacarnos dudas y pensar en cosas para hacer en conjunto fue primordial".

"Fue muy enriquecedor encontrarnos y compartir las experiencias que cada una de nosotras tenemos desde el lugar de servir y ayudar a la gente, acercando los conocimientos y recursos que el Estado tiene", opinó Mónica Dominguez, referenta de la Asociación Civil Juntos Santa Fe Avanza. "Me encantó que pudieramos hacer un mapa de los lugares donde cada una de nosotras transita el día a día. Ponerlos en relieve ha sido una linda experiencia, compartir con quienes dan lucha como nosotros sumó a la idea de seguir trabajando. Porque a veces las personas creen que están solas y en realidad no lo están, somos muchos los que estamos haciendo un gran esfuerzo y entiendo que esta es una oportunidad valiosa porque son sanadoras, ayuda a alivar las propias dificultades de quienes ayudamos".

Lourdes Méndez, de la Asociación Civil Aljaba dijo que "quedamos muy conmovidas con la experiencia del encuentro. Nos pareció constructivo ver el gran trabajo que realizan otras organizaciones y saber qué sucede en los barrios de Santa Fe. También nos sirvió muchísimo para darnos cuenta que no estamos solas y que somos un montón, que cada vez más mujeres y diversidades están trabajando en los barrios para ofrecerle a la gente nuevas alternativas, oportunidades y soluciones".

Autora: Lucía Medina

Sobre el proyecto

Punto Seguro es un proyecto realizado con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur. Comenzó en 2021 y tuvo como primer objetivo mapear los lugares de contención, ayuda y capacitación para mujeres y disidencias víctimas de violencia de género. En el segundo tramo, la búsqueda apunta a llegar al territorio y a propiciar el encuentro entre les actores principales que transitan los barrios, sus referentes, promotoras y asistentes.

Con la realización de los talleres, el mapa se irá actualizando ya que es una herramienta con la que cuentan les vecines del Gran Santa Fe. Toda organización, agrupación o entidad que brinde algún tipo de acompañamiento a mujeres y disidencias en situaciones de violencia de género puede registrarse como Punto Seguro. Para ello, se puede completar este formulario con los datos que necesitamos para mapear el espacio.

Se realizaron talleres ya en la Vuelta del Paraguayo con las organizaciones Arroyito Seco y Proyecto Revuelta y en  El Birri, con la participación de su organización, junto a La Poderosa. Está previsto cerrar esta estapa con un gran encuentro entre todas estas organizaciones para materializar el mapeo y extender aún más las redes ya generadas.

Sobre el Fondo de Mujeres del Sur

El Fondo de Mujeres del Sur (FMS), una fundación que tiene por misión movilizar recursos financieros y brindar acompañamiento técnico-político a nivel local e internacional para fortalecer iniciativas de organizaciones de mujeres en situación de desventaja socio-económica, cultural y ambiental, que apuntan a promover la igualdad de género.

El FMS trabaja en la promoción de los derechos sociales, económicos, culturales y laborales de las mujeres, niñas y personas LGBTI, derechos ambientales, derechos sexuales y reproductivos, derechos políticos, a la identidad y el derecho a una vida libre de violencias. El FMS es parte de Prospera - Red Internacional de Fondos de Mujeres -, una asociación que vincula a 40 fondos de mujeres de todo el mundo para promover la filantropía con una perspectiva feminista.

 

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