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Pequeña teoría del cispassing

"Ay ni me di cuenta de que eras trans", es la típica frase que muchos progres, un poco perdidos, usan para "elogiarnos" a las personas trans. Pero ¿qué tiene de bueno o de malo decir que alguien trans no lo parece? ¿Para nosotres es un halago?
Federica Kesseler
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Ante todo sería necesario que definamos qué es el "cispassing": se trata de una serie de atributos físicos superficiales, que en suma le indican a la sociedad cisheteropatriarcalsexista que no somos una mujer con pene, sino que somos una mujer con vulva. Muchas personas trans ven esto como un privilegio.

La ausencia de bello corporal, el tamaño de la tetas, la forma de la cara, la altura, la talla, la voz, el caminar, la ropa, y un sinfín de atributos más hacen que, dentro de una lógica absolutamente binaria y sexista, la sociedad nos lea como una persona cis o como una persona trans. Vivimos así, bajo una constante vara que nos mide para saber qué tan adecuadas somos para esta sociedad cisheteropatriarcalsexista.

A mi modo de ver, no cabe duda de que el cispassing es un privilegio, porque el hecho de que te vean como una mujer cis te da acceso a todo aquello que históricamente se nos ha negado a las travas por el mero hecho de ser travas.

Sin embargo, me animo a teorizar que muchas veces el cispassing es también fruto de otros privilegios, como por ejemplo los de clase. La ecuación es simple: láser, maquillaje, ropa, operaciones y un sinfín de gastos que no tienen otro objetivo que el de vernos como una mujer hecha y derecha. La plata todo lo compra.

Ahora bien, si el cispassing opera como un vector de privilegios para las personas trans, ¿qué tan mal está decir que una persona trans no parece trans? Muches podrían pensar que nos hacen un favor al decirnos que no parecemos trans porque, claro, tener cispassing nos da privilegios, por lo que parecer cis sería bueno para nosotras.

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Por supuesto que no pretendo en esta nota hablar en representación de todas la travas, por ende, no puedo decir que ninguna trava en este mundo va a tomar al cispassing como un halago. Sin embargo hay algo que sí puedo afirmar, y es que el cispassing no es más que una histórica forma de invisibilización.

Cuando dicen "ay que linda, no pensé que era trans", lo que en realidad estás diciendo es "las travas no son lindas". El uso del cispassing como manera de "halagar" a una persona trans no hace más que estigmatizar al colectivo trans, estereotipándolo con ciertos cánones de belleza, ciertas costumbres, ciertos modos, ciertos consumos y características.

En mi caso el cispassing no es algo que se manifieste muy seguido, y tampoco es algo que busque, pero en una oportunidad me pasó. Para hacerles entender esta estigmatización de la que hablo necesito contarles una anécdota de algo que me pasó en mi anterior trabajo.

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Todo empezó más o menos así: después de hablar largo y tendido con un compañero de trabajo acerca de cómo me sentía con el hecho de haberme alejado de una chica con la que me veía seguido, él hizo una pregunta rara:

-Pero ustedes cuando se veían ¿cogían todo el mes?

A lo cual respondí que sí, con una cara de no entender el porqué de la pregunta.

-¿Pero cómo hacías? ¿no te tomabas un descanso?- siguió indagando.

Frente a esta repregunta, mi cara de "¿a dónde va esto?" era ya innegable.

-Claro, o sea, ¿vos cogías con ella cuando estabas menstruando?- remató muy inocente.

No alcanzaría ni con hacer un podcast para describir la cantidad de horas que me reí de ese remate y la cantidad de chistes que hicimos con el resto de mis compañeros de trabajo.

Cuando una de mis compañeras se dedicó a indagar el por qué de semejante ingenuidad, el pibe esbozó una serie de criterios por los cuales él había pensado que yo tenía útero. No todos me llamaron la atención porque la mayoría eran los típicos que una suele escuchar, pero hubo uno en particular que, cuando me enteré, me dejó perpleja.

-Pero aparte, se llama Federica - esbozó como criterio para definir cuál era mi genitalidad.

Fue con esa ingenua frase, de ese amable varón cisheterosexual, que pude ver todo muy claramente. El cispassing es una forma más de estigmatización, una forma más de construir estereotipos que nos encasillan en aquella imagen de una trava con medias de red y vestido corto, parada en la ruta esperando a que algún cliente frene para poder comer al día siguiente.

Al decir que algunas parecemos cis y otras no, están naturalizando y aceptando la inferioridad social en la cual este mundo cisheteropatriarcal pone a las travas que no se adaptan a lo que la sociedad espera de una femineidad.

Frente a una humanidad que espera que las travas parezcamos cis para poder dejarnos vivir en paz, revindicar la existencia y resistencia trava es un acto revolucionario.

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Pero ojo, que las palabras de esta joven trava blanca y privilegiada no les nuble la vista. El no perseguir el cispassing como meta, el rescindir ese contrato social que nos condena a buscar parecernos a una mujer cis, es un privilegio.

Somos muy pocas las travas que tenemos el privilegio de reflexionar sobre la importancia de la existencia y resistencia trava, por que somos pocas las que tenemos un techo, las que tenemos una familia que nos apoya, las que tenemos acceso a estudios superiores y tiempo de sentarnos a escribir una pequeña teoría del cispassing.

Hoy en día para mí es un insulto que me digan “ay no pareces trans”, porque siento un orgullo enorme de ocupar los espacios que ocupo siendo trava. Lo siento como una negación a todas las vulneraciones que todas las travas, hasta las privilegiadas, sufrimos. Si no pareciera trans, no me hubiera costado tanto conseguir laburo como moza. Si no pareciera trans no estaría tan nerviosa antes de tener que ir a la guardia de un hospital. Si no fuera trans, sería un poco menos trágico que fuese lesbiana.

Decirnos que parecemos mujeres cis no es halagarnos, es decirnos de una forma amable que lo que tenemos no nos corresponde. El típico "ay no pareces" tiene un subtexto y es que estamos haciendo algo que las travas no deberían.

No debería haber trabajado de moza. No debería trabajar en un medio de comunicación. No deberían gustarme las pibas. No debería hacer estudios superiores. No debería tener una buena relación con mi familia. No debería ser feliz. No debería llamarme Federica.