Se trata de Juan Manuel Dueñas, quien cometió el hecho en noviembre de 2020 en un consultorio de calle Dorrego en la ciudad de Santa Fe. Fue inhabilitado de por vida para ejercer su profesión y penado a tres años de prisión en suspenso. Se trata de la segunda condena por abuso sexual, cometido por profesionales de esta especialidad de la ciudad, en los últimos tres años.
Un kinesiólogo domiciliado en Arroyo Leyes fue condenado por abuso sexual simple (Art. 119 del Código Penal) por un hecho ocurrido el año pasado en un consultorio santafesino. Se trata de Juan Manuel Dueñas, quien recibió la pena de tres años de prisión en suspenso e inhabilitación especial perpetua para ejercer la profesión. A su vez, mientras dure la condena, deberá cumplir reglas de conducta como: fijar residencia y someterse al cuidado del patronato de liberados, abstenerse de usar estupefacientes y bebidas alcohólicas y adoptar un oficio o profesión.
La fiscala del caso, Celeste Minniti, informó a Periódicas los detalles relacionados con el hecho delictivo. "En fecha 25 de noviembre de 2020, pasadas las 13.30, en el consultorio sito en calle Dorrego, donde desarrolla sus tareas de kinesiólogo, en el marco de estar realizando tratamiento a su paciente, mientras realizaba masajes en su zona lumbar, caderas y piernas, abusó sexualmente de ella, le corrió su ropa interior y tocó con sus manos su vagina en dos oportunidades". Los hechos fueron reconocidos por el imputado en el marco del procedimiento de juicio abreviado.
El caso antecedente
El 4 de abril de 2018, el kinesiólogo Mariano Scali abusó de una menor en una clínica céntrica de la ciudad de Santa Fe adonde prestaba servicio. El hecho fue judicializado y en octubre de 2019 se dictó la condena a siete años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de la profesión. El 13 de mayo de 2020 la justicia en segunda instancia confirmó la sentencia que lo considera culpable de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una paciente menor de edad.
En oportunidad de conocerse la ratificación de la sentencia, el Colegio de Kinesiólogos de Santa Fe elaboró una circular interna con una serie de recomendaciones. Atender a menores con un mayor presente, procurar que las personas sean tratadas por profesionales del mismo sexo o contar con un consentimiento informado para maniobras kinésicas que se deban realizar en proximidad con zonas íntimas de las personas. Al respecto Javier Ragogna, director de la entidad, manifestó que tenían la intención de que "el profesional desarrolle su actividad en forma cómoda y no verdaderamente asustado”.
En ese momento un grupo de más de 20 kinesiólogos y kinesiólogas de la ciudad presentaron al colegio que los representa sus discrepancias con tales declaraciones sobre el caso Scali y la profesión. “Manifestamos nuestra preocupación por el hecho de relacionar lo sucedido con los riesgos a los que estamos expuestos. Planteamos que esa relación es a nuestro criterio mal intencionada, peligrosa, irresponsable y perjudicial para quienes ejercen con ética profesional, respeto y cuidado hacia las personas que concurren a la consulta”.
Como propuesta sugirieron organizar formaciones en temas de género y violencia contra las mujeres dirigidas a kinesiólogos de la institución. La recomendación no fue tenida en cuenta hasta el momento por el colegio.