Una crónica no binaria sobre enfrentarse a la burocracia para ser quienes queremos ser.
Nos juntamos en plaza España, frente al Registro Civil.
Hace varios días veníamos con ganas de averiguar de qué se trataba este asunto del cambio registral de género por el que nos identificamos en las actas de nacimiento. Es una posibilidad que tenemos en la provincia de Santa Fe, ya que a nivel nacional no podemos pedir un DNI no binario (al menos no todavía).
Entramos al registro civil, husmeando entre las puertas y haciendo chistes sobre casarnos -capaz para esconder un poquito el miedo por encontrar eso que buscábamos-, dimos con la puerta correcta. Nos atendió Verónica y muy amablemente nos instruyó sobre lo que necesitábamos saber. Resulta que hay un formulario que propone cambiar el género (y el nombre) presente en las actas de nacimiento de cada une, por el género (y nombre) autopercibido.
Con muchas dudas sobre lo que pasaría si completábamos ese formulario y cómo seguía toda la nebulosa judicial, Verónica nos apaciguó y contuvo como pudo. Ejercitando su trato con estas nuevas identidades que estaban pidiendo ser nombradas (al menos en las actas) puso a nuestra disposición toda la información que había y brindó la ayuda a su alcance.
Aunque era nuestro propósito, con un poco de temor, agarramos la lapicera y escribimos, cada vez con mas inseguridad sobre lo que estábamos haciendo, pero con la convicción que ser, existir y ser nombrades es políticamente necesario.
Preguntamos 20 veces las mismas cosas intentando hacernos la idea de que ya estábamos avanzando sobre nuestras decisiones y que nada ni nadie nos podría detener. Ni siquiera la traba legal más grande que se nos opusiera frente a ese momento.
Después de que Verónica (a quien agradecemos su trabajo y contención) nos abrazó burocráticamente con toda su oficina, salimos con algunas emociones encontrada. Felices por haber dado un paso, uno que nadie nos dijo que demos, sino uno que decidimos dar.
Quedamos sorprendides por la rapidez del comienzo del trámite y la buena voluntad de las personas que nos escucharon. También con algo de miedo de que a nivel nacional no nos escuchen. También con temor a que esa identificación tarde en llegar y nuestros derechos sigan siendo vulnerados.
Pero mas que nada nos sentimos unides por esta experiencia, que a pesar de todo, estamos juntes, dando los pasos necesarios para hacer este camino que andamos todo los días. Desde ahora y para siempre, quedará abierto para que sea transitado por quien lo elija.
Nos juntamos en plaza España como los que éramos. Salimos del Registro Civil como lo que decidimos ser. Como lo que queremos ser.
Autores: Integrantes de la Asamblea No Binaria de Santa Fe
