Desde Santiago, lo que ocurre en Chile y los medios hegemónicos no cuentan, en las palabras de una mujer artista. Una crónica del día a día que expone la profundidad del problema y lo que aún resta para su resolución.
En las redes son muchos los pedidos de visibilización acerca de lo que ocurre en Chile. Sin embargo no es tan fácil llegar a los testimonios directos. Hay espíritu de lucha pero también temor a saltar las vallas de silencio que construyeron los grandes medios. Periódicas llegó a Daniela a través de su hermana, Paula, una mujer que vive en México y que, preocupada por la situación de su familia, pidió ayuda a través de Facebook.
“Amigas necesito correos y teléfonos de organismos internacionales y noticieros para poder difundir los videos y relatos de Chile. Están matando gente y bloqueando las noticias que salen al extranjero. Es necesario difundir fuera de Chile para que sepan lo que está pasando”. El texto de Paula, radicada desde hace años fuera de su país, fue publicado en un grupo feminista. Una vez contactada, ella propició el enlace con sus hermanas. “Viven en pleno centro de Santiago y a la más pequeña la asusta ver todo el día militares en la calle -contó vía Messenger-. Acá en México se minimiza, e incluso ven con indiferencia lo que ocurre allá”.
Daniela, esa hermana menor a la que refería Paula, se dedica al teatro y a la música, actividades silenciadas en estos días de militarización y toque de queda. Le llevó algunas jornadas definir sus respuestas. “Todos los días vemos distintas cosas que me gustaría agregar al testimonio”, se disculpa por Messenger. Nacida en Santiago y con menos de 30 años, conoce la dictadura a través de sus padres quienes la transitaron de “la manera más dura”. “Mi padre se fue al exilio y mi madre vivió su crudeza en Chile mientras criaba a sus hijos -explica en el mail que acompaña sus respuestas-. Los acontecimientos de las últimas semanas han generado que nuestros viejos revivan todo ese trauma y eso es algo imperdonable”.
Crónica de una explosión anunciada
Sin militancia político partidaria, Daniela cuenta que ha utilizado el arte como herramienta de lucha. “Trato de ser objetiva en el relato pero me siento muy angustiada”. Consultada sobre lo que pasa en su país en estos días, sobre cómo se vive desde adentro sin el filtro mediático, ella expone una crónica del día a día a través de la que se comprende la profundidad del problema y lo que aún resta para su resolución.
“Chile hoy está viviendo una crisis extrema y la población salió a las calles a manifestarse en contra de las injusticias del modelo neoliberal que se ha implementado en los últimos 30 años de democracia. La gota que rebalsó el vaso fue el alza de la locomoción, el metro de Santiago subió a $830 el pasaje en hora punta, lo que obliga a miles de chilenos y chilenas a desembolsar esta cantidad para ir y volver de sus trabajos. La falta de empatía del gobierno ante las demandas del pueblo es la que hoy desata la rabia y dolor de millones, así como también la esperanza de ser escuchados y escuchadas. Nos encontramos además con precarización laboral, un sueldo mínimo que hoy no alcanza para subsistir, pocas oportunidades para jóvenes recién egresados. Las empresas de Retail y bancos tienen a la población endeudadísima gracias a estas salidas 'avance en efectivo', que sólo sirven para pagar deudas y luego pedir nuevamente un crédito. En materia de salud, largas filas en los hospitales y consultorios para recibir una atención médica. Mucha gente ha muerto esperando una atención, faltan recursos y medicamentos. En educación, créditos universitarios que otorgan los bancos, avalados por el Estado, para endeudar a una población que no tiene ninguna seguridad laboral al momento de salir de la casa de estudios. En los colegios municipales hay precarización de recursos y materiales. Sacaron las asignaturas de Historia y Educación Cívica de III° y IV° Medio, transformándose en asignaturas electivas. Los fondos de pensiones manejados por las AFP tienen a millones de adultos mayores en condiciones paupérrimas. Son años de lucha y demandas colectivas, donde las consignas son ‘fin a las AFP’, ‘Educación Gratuita y de Calidad’, ‘pensiones dignas para nuestros adultos mayores’, entre otras".
Daniela continúa: "Ante las demandas de la población, el presidente Sebastián Piñera primero anunció que serían criminalizadas todas las acciones de evasión que se produjeron en el metro de Santiago. Comenzaron a llenar las estaciones con carabineros para reprimir estos actos. Se hizo un llamado masivo a la evasión y fueron, principalmente, estudiantes escolares quienes se sumaron a este llamado, y con esto, desataron en la población la garra para salir a la calle a exigir nuestros derechos. Desde el 18 de octubre en adelante, la represión ha sido brutal. Tanto carabineros como las fuerzas armadas han reprimido a la población con detenciones, golpes y balazos. Mayormente en manifestaciones, en los momentos previos y durante el toque de queda".
El relato prosigue: "El viernes, cuando se agudizaron las manifestaciones, había barricadas en varios lugares de la capital. Hubo también grupos generando destrozos y peleando contra carabineros que no dudaron en reprimir de inmediato con carros lanza aguas, lacrimógenas, golpes, detenciones. Por la noche, varios nos vimos afectados para llegar a nuestros hogares porque no había movilización. Se quemaron buses y estaciones de metro. Hacia medianoche, Piñera decretó el Estado de Emergencia. Al día siguiente, le declaró la guerra a su pueblo, asegurando que ‘esta batalla no la vamos a perder’. Los medios de comunicación solo mencionaban los saqueos y destrozos, haciendo creer a la población que hay grupos de vándalos que están saqueando el país, instalando de esta manera el miedo a que estos grupos nos roben y se metan dentro de la propiedad. Ese día se incendiaron otras estaciones de metro, y en los medios solo se hablaba del vandalismo".
Sobre lo que las nuevas formas de comunicación generaron, la entrevistada cuenta: "En las redes sociales, en cambio, llegaba información distinta. Claramente hay grupos que generaron destrozos, sin embargo, no podemos atribuirle todo esto a la gente. Se empezó a hablar de montaje por parte del gobierno, y empezaron a salir registros de carabineros y fuerzas armadas saqueando supermercados, locales, golpeando a la gente, disparando. Se empezó a sospechar de la magnitud de los incendios provocados en las estaciones de metro pues se encontraron rastros químicos en ellas".
"Con el paso de los días, -relata- fuimos viendo cómo ellos mismos saqueaban el país, mientras los medios de comunicación seguían desinformando a la gente. Al estar conscientes de ello, se organizaron manifestaciones en los canales de TV para evidenciar la desinformación y exigir que se hable de lo que está pasando realmente en la calle. Los días siguientes, se hizo una campaña para apagar la TV y compartir todo el material que se viera en redes sociales asociados a la represión y los saqueos, y fue ahí donde se empezó a caer todo el montaje".
"El viernes 25 de octubre se realizó la marcha más grande de Chile en la que más de 1.200.000 personas (creemos, quienes estuvimos ahí, que había por lo menos 2 millones de personas) estuvieron en las calles con sus demandas. -cuenta Daniela- Fue una marcha pacífica pero igual hubo represión de carabineros y FFAA. Entre las consignas, nos encontramos con “destitución a Piñera”, “No estamos en guerra”, “Piñera asesino”, “No más militares en las calles”, “Pacos y milicos asesinos”. La gente sabe hoy en día que todo esto es un mecanismo del gobierno para controlar las masas y para poder seguir imponiendo el modelo neoliberal. Y a diferencia del ’73, hoy tenemos los recursos tecnológicos que permiten evidenciar todo lo que está ocurriendo. Se empezaron a viralizar videos, audios, que muestran cómo se han violado los Derechos Humanos en nuestro país".
"Pasan los días y el presidente no se hace cargo de lo que está sucediendo. -afirma- La Cámara de Diputados y Senadores evalúan una acusación constitucional contra Piñera por violación a los Derechos Humanos. Se levantó el toque de queda en algunos lugares de Chile y se está evaluando el término del Estado de Emergencia para el final de la semana".
"Cabe mencionar que el lunes 28 llega a Chile la comisión de la ONU a investigar los casos de violación a los Derechos Humanos, y como chilenos/as, sabemos que el gobierno busca demostrar que está todo bien. Pero la realidad sigue siendo otra. Ayer se organizaron jornadas de 'limpieza de la ciudad', se busca a toda costa ‘volver a la normalidad’, cuando en realidad no se ha entregado ninguna respuesta concreta ni se han abierto espacios de diálogo para dar una solución real a esta crisis". La crónica de la situación en Chile, concluye con una expresión de deseo: "Esperamos que esta pesadilla termine pronto, y que de una vez por todas el gobierno escuche la demanda de su pueblo, porque esta lucha no tiene colores políticos, esta lucha es del hastío del pueblo chileno contra el abuso del modelo neoliberal”.
- ¿Era previsible el levantamiento del pueblo chileno? ¿Y la represión? ¿Podía preverse una represión y cercenamiento tal de libertades en el marco de un gobierno democrático?
-Era previsible completamente. Desde que salió elegido Piñera en su primer mandato (2010) sabíamos que se vendría duro. Desde ahí que el movimiento estudiantil se ha hecho más fuerte. Hoy, en los dos años que lleva su segundo mandato, fueron los estudiantes quienes incentivaron a toda una población a manifestarse y reclamar por nuestros derechos. Fueron ellos quienes lanzaron la primera piedra, y el gobierno respondió con represión. La represión que se ha vivido desde 2010 ha sido cada vez más intensa. Estamos en un gobierno democrático disfrazado, sabíamos que esta era una dictadura encubierta, y con toda esta revuelta, el gobierno demostró completamente su falta de empatía con el pueblo. Han respondido con represión absoluta.
Arte, mujeres y lucha
- En tanto persona del arte, ¿cómo afecta el toque de queda tu actividad laboral y tu desenvolvimiento cotidiano?
-La medida dictatorial que ha tomado el gobierno los últimos días ha generado un impacto directo en mi actividad laboral y desenvolvimiento cotidiano, así como la de todos/as mis compañeros/as artistas. Participo en agrupaciones artísticas donde todo nuestro quehacer se realiza de manera autogestionada, nosotros/as mismo/as buscamos las oportunidades para llevar el arte a distintos lugares, hacemos nuestra propia difusión. Todos los colectivos artísticos nos hemos visto afectados con esta medida ya que con el Estado de Emergencia se ha prohibido la libertad de reunión, y con el toque de queda, nos vemos imposibilitados para continuar con nuestras labores, horarios de ensayo, presentaciones en distintos lugares. Todas las fechas agendadas han sido suspendidas desde el 18 de octubre y las fechas que vienen también.
El primer impacto que recibí fue directamente desde la empresa Metro de Santiago, ya que participo en el programa “Música A Un Metro”, y con las manifestaciones y las estaciones que han sido clausuradas, el programa se ha suspendido, dejando a más de 90 músicos/as sin trabajo.
Por otro lado, me dedico también a la pedagogía teatral, doy clases de artes escénicas para estudiantes de enseñanza media. Toda esta semana las clases han sido suspendidas, perjudicando directamente a los/las estudiantes de IV° Medio que debían cerrar su año escolar a fines de octubre. La imposibilidad de trabajar se refleja en el no ingreso de dinero para poder subsistir. Han sido la familia y amigos quienes nos han ayudado. Estoy enfrentando actualmente un cambio de casa, debido a que hace ya varios meses me he visto imposibilitada de pagar un arriendo tan alto en el Centro de Santiago.
- Los medios de otros países estamos llegando a mujeres chilenas a través de los pedidos en grupos feministas de redes. ¿Cómo ves a la mujer chilena en este contexto?
-Hoy en día existen diversas agrupaciones feministas, organizadas, unidas en contra de las agresiones y femicidios. En Chile, los casos de femicidios y de agresiones sexuales hacia la mujer son desbordantes. Hace un buen tiempo que se vienen realizado varias manifestaciones en torno a esta problemática, se han sumado organizaciones feministas, colectivos artísticos, que exigen al gobierno medidas y protección, recibiendo como respuesta la indiferencia. En mi caso, participo en una murga de coro femenino, donde utilizamos la sátira y el humor para hablar de política, para evidenciar los abusos contra el género, para hablar de la corrupción del gobierno, utilizando esta forma como herramienta de lucha".
Puedo decir que hoy se ve a la mujer chilena mucho más comprometida con la causa social. Esto lo asocio a la pérdida del miedo, que es una cosa a nivel general, y sobre todo, en las generaciones más jóvenes. El discurso feminista se ha visibilizado bastante últimamente en las escuelas, universidades, lugares de trabajo.
El pedido a la comunidad internacional
- A través de las redes tus compatriotas piden que se conozca lo que está ocurriendo en Chile. ¿Qué aporte podemos hacer desde el exterior en favor del pueblo chileno?
-Necesitamos que en el exterior se visibilice la situación, necesitamos ayuda internacional, que se sepa que nos están matando, torturando, secuestrando. Mientras escribo estas últimas palabras me llega el testimonio de un chileno torturado; Josué Israel Maureira Ramírez. A punta de golpes lo obligaron a gritar ‘Soy maricón’ a lo que procedieron a una agresión sexual. Existen relatos de centros de tortura y serían los mismos túneles del metro de Santiago. Que se sepa que hemos vuelto a una dictadura estando en democracia. Que se sepa que tenemos miedo, que las grandes empresas están coludidas. Que el mundo sepa todo esto para que se le haga una acusación al gobierno y paguen por estos crímenes todos los responsables.
Entrevista, escribe y edita notas. Se especializa en cultura. Colabora en producción y redes sociales.