Este miércoles, en todo el país, se realizó la segunda Marcha Federal Universitaria. En Santa Fe, una multitud conformada por estudiantes, graduados, niñes, familias, docentes, jubilades, gremios y trabajadores de la Universidad, se concentró en El Molino para defender la educación pública y exigir al presidente Javier Milei que no vete la Ley de Financiamiento Universitario.
Porque es nuestra, porque iguala y genera oportunidades, porque la habitamos, existimos y no somos inventades, porque somos visibles y estamos en las calles para que nos escuchen y respeten nuestros derechos, porque no es gasto, es inversión para el futuro. Este 2 de octubre las calles de todo el país se llenaron de estudiantes, graduados, docentes, jubilades, sindicatos, gremios y ciudadanía en general para darle forma a la segunda Marcha Federal Universitaria, una respuesta contundente a las políticas de desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei a las Universidades Públicas y en defensa de uno de los bienes más preciados que tenemos los argentinos: la educación pública y gratuita.
Santa Fe no fue la excepción. “Hoy estamos acá de nuevo para advertirles que somos muchos, que realmente queremos estudiar, asi que esperamos les llegue el aviso”, sostuvo Rosario, estudiante de Sociología en la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) de la Universidad Nacional del Litoral y trabajadora de la cantina de su facultad. Lo dijo frente a El Molino Fábrica Cultural, donde este miércoles se concentraron unos 15.000 santafesinos y santafesinas.
En la capital provincial hubo varias concentraciones que confluyeron en el edificio de El Molino, en Bulevar Pellegrini y Pedro Vittori, donde se leyó el documento de la convocatoria. Para llegar allí, las columnas partieron desde diferentes puntos de la ciudad, los dos principales lo hicieron desde el edificio del Rectorado de la UNL y desde la Ciudad Universitaria ubicada en barrio El Pozo, perteneciente a la misma casa de estudios.
“Vengo a defender todo lo que me da la Universidad Nacional del Litoral, en agradecimiento y en lucha por el ajuste, la represión y sobre todo el maltrato verbal que el presidente de la Nación lleva adelante hacia profesores, investigadores y estudiantes de todas las universidades del país”, expresó la estudiante de 22 años. “Salir a la calle es la forma de ponerle freno a tanto odio y sirve como respuesta porque después de la marcha del 23 de abril se vio el cagazo que se pegaron”, añadió en referencia a la primera Marcha Federal Universitaria.
Esta movilización, al igual que aquella de abril, fue contundente. Ante una situación presupuestaria más compleja, el reclamo también es más fuerte. “Dato mata relato”, dice el dicho, y las cifras no mienten: en 2024 las transferencias a universidades cayeron un 30,1% en términos reales contra el mismo período de 2023.
Un informe reciente elaborado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) revela que los salarios docentes universitarios cayeron un 23,7% en términos reales desde noviembre de 2023. La pérdida del poder adquisitivo al mes de julio de este año fue del 33%, ubicando a los sueldos de los docentes universitarios argentinos como los más bajos de Latinoamérica.
María Laura de Seta es graduada de la UNL, licenciada en Ciencia y Tecnología de Alimentos, doctorada de la Facultad de Ingeniería Química y docente. Lleva toda una vida estudiando, trabajando y enseñando en la universidad pública. “Es muy importante estar presente acá para comunicar cuáles son los problemas que tenemos actualmente en la universidad y cuáles son las necesidades en un momento tan difícil”, dijo y destacó la necesidad de que toda la sociedad acompañe el reclamo.
“Muchos de nosotros, además de ser docentes, hacemos investigación y no tenemos recursos para llevar a cabo nuestro trabajo. Lamentablemente, el futuro es incierto, no hay noticias sobre los fondos y la realidad es dura tanto para la ciencia, como para los docentes que tenemos la gran responsabilidad de formar profesionales, queremos que se nos valor a nivel salarial e institucional”, remarcó de Seta.
“Estamos peleando por un salario digno. Nuestro salario disminuyó un 50% desde diciembre de 2023 hasta la fecha, nuestras categorías inferiores están por debajo de la línea de pobreza y cobran 420.000 pesos de bolsillo”, explicó María Cecilia Sánchez, secretaria de Género y Diversidad de Asociación del Personal Nodocente de la Universidad (APUL). “Por eso peleamos, por nuestros sueldos, por la educación pública, gratuita y de calidad, que es lo que la universidad viene dando desde hace muchísimos años y es un derecho que no podemos dejar de tener todos los argentinos”, finalizó.
Como si todo esto no fuera suficiente para salir a la calle a defender nuestro derecho a la educación pública, por estas horas también está en riesgo la Ley de Financiamiento a Universidades Nacionales, que si bien fue aprobada por el Congreso de la Nación el 13 de septiembre -con 57 adhesiones, 10 rechazos y una abstención-, el presidente Javier Milei ya informó que correría la misma suerte que la Reforma Jubilatoria: “Veto total”. El tiempo corre, tiene hasta mañana para definirlo y por eso hoy llenamos la calle.
VETO TOTAL
— Javier Milei (@JMilei) September 13, 2024
La universidad lucha por su supervivencia
Pasadas las 18, estudiantes, autoridades universitarias y representantes gremiales leyeron el comunicado de esta segunda Marcha Federal Universitaria que confeccionó el Consejo Interuniversitario Nacion (CIN) junto a Conadu, Ctera, la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Federción de Docentes Universitarios (Fedun), la Asociación Gremial de Docentes de la UTN (Fagdut) y la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun).
"Es un error no reconocer que en las Universidades no hay un problema, sino la posibilidad de encontrar soluciones a los problemas estructurales que la Nación enfrenta. Es un error entender como un gasto y no como una inversión lo que el Estado destina a educación, Universidades y desarrollo científico", remarcaron en el documento. "Es con más ciencia y educación superior pública y de excelencia, no con menos. Si en un contexto de escasez, cuando deben ponderarse prioridades, no se privilegian éstas áreas, el desarrollo de la Nación y la posibilidad de desandar sus profundas desigualdades, será una utopía", aseguraron.
Y finalizaron: "La columna vertebral de la Nación es la educación pública que iguala y nos hace libres y la Universidad Pública es la herramienta por excelencia de movilidad social ascendente. Que no despojen al pueblo argentino de sus sueños de grandeza. Que no apaguen las vocaciones más nobles vinculadas al conocimiento y al trabajo con niñas, niños, jóvenes y adultos que transitan nuestras aulas y laboratorios. Los deseos, las aspiraciones y las luchas de generación tras generación consagradas en derechos, imponen una responsabilidad en el presente para que el futuro sea posible. Sigamos defendiendo a la universidad pública argentina, SIEMPRE".
El documento completo se puede leer acá.
Autoras: Thamina Habichayn y Gabriela Filereto
