Marta Paris, Vanina Márquez, María Alejandra Maine y Alba Imhof son algunas de las investigadoras, docentes y extensionistas que dejan su huella en el mundo de la ciencia. ¿Qué las motiva, las inspira, cómo alentar a nuevas generaciones?
En el marco del 8M, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) recopiló las palabras de mujeres que marcaron con su impronta el espacio de la casa de estudio. La institución destaca el trabajo que se realiza para democratizar el acceso al conocimiento y la generación de espacios inclusivos y diversos que apuntalen la igualdad. Acciones éstas que se plasman a través del Programa de Género. En ese contexto es que surgió la propuesta de dar a conocer la experiencia de este grupo de mujeres.
Ellas y sus historias
“No me importó no ser compatible con el estereotipo correspondiente al ingeniero”, señala Marta Paris, doctora en recursos hídricos, docente y decana de FICH-UNL. En su relato aparecen los prejuicios que le transmitieron al elegir la carrera pero también los sostenes para llevarla adelante y ejercerla. "Mi historia podría no haber sido así sin el apoyo de mis padres -que me dieron la libertad de poder elegir el camino-, de un marido que siempre me acompañó y acompaña, de hijos que entendieron que la mamá trabaja no solo para recibir un sueldo, sino porque estudió y se esfuerza día a día para ser alguien en la vida y estar orgullosa y feliz de cada paso logrado gracias a la dedicación y constancia para superarse", expresa.
Vanina Marquez es doctora en ciencias biológicas, docente, investigadora y emprendedora. Actualmente, junto a su equipo del Laboratorio de Fermentaciones investigan sobre las aplicaciones biotecnológicas de las microalgas. “Nuestro emprendimiento se propone llevar al mercado un nuevo biomaterial para la elaboración de diversos productos, que hoy se manufacturan con plásticos derivados del petróleo”, explica. Al momento de inspirar, más que de sueños, prefiere hablar de pequeñas metas concretas. "Celebro y me parece fundamental la forma en que esto se está comenzando a trabajar desde las infancias, desaprendiendo estereotipos y aprendiendo a valorar los roles y tareas que desempeñan las mujeres en diferentes ámbitos", afirma.
“Siempre me gustó saber por qué ocurre algo y como aplicarlo; si bien, me parece muy importante la investigación básica, mi perfil está orientado a la investigación aplicada”. Quien explica su línea de acción es María Alejandra Maine, doctora en química, investigadora superior del Conicet y docente de FIQ-UNL. “Las mujeres tenemos que animarnos a todo, es decir, al desafío que se nos presente porque tenemos una inmensa capacidad de salir adelante y, por supuesto, que podemos complementar la vida privada con la académico-científica”, afirma.
Las problemáticas ambientales son ejes en la actividad de Alba Imhof, licenciada en biodiversidad, docente de FHUC-UNL y coordinadora de patrimonio natural del Programa Ambiente y Sociedad. “De niña solía pasar mucho tiempo en la zona de islas de Santa Fe, en un tiempo donde no había internet, ni posibilidad de recibir información. Por eso gran parte de mi conocimiento se debe a la observación y la lectura de libros", relata. Para Imhof la educación es fundamental. “Uno de los desafíos que afronté fue cómo hacer para que la sociedad entendiera que todos los seres vivos, incluso aquellos a los que tememos, son tan importantes como cualquiera de los otros organismos que nos resultan simpáticos en la naturaleza. Entonces trabajé mucho en la educación, hoy traducida en una asignatura de educación ambiental que busca cambiar las miradas de la sociedad sobre la naturaleza, el ambiente y las cosas que hacemos".