"Cuando se toca la patria, como en cuanto se toca la pareja, saltan las mismas alarmas", dice Brigitte Vasallo, escritora y activista lesbiana, antirracista y “feminista entre comillas”, tal como se define ella misma. Pensarse por fuera de la pareja heterosexual exclusiva y excluyente, pero sin caer en los poliamores que son varias monogamias conviviendo al mismo tiempo, son parte su pensamiento que rescatamos en este perfil.
Brigitte Vasallo es una escritora y activista lesbiana, antirracista y “feminista entre comillas”, tal como se define ella misma. En su obra se destaca su crítica de la islamofobia de género, la denuncia del purplewashing y el homonacionalismo, o cómo se instrumentaliza el feminismo y los derechos LGBTI para justificar la xenofobia. También fomenta otras formas de relacionarse afectivamente, por fuera de la monogamia.
Vasallo, nacida en Barcelona en 1973, es docente del Master de Dirección de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, colabora con diferentes medios y ha escrito los libros “Pornoburka: desventuras del Raval y otras f(r)icciones contemporáneas” (2013), “Pensamiento monógamo. Terror poliamoroso” (2018) y “Mentes insanas. Ungüentos feministas para males cotidianos” (2020), “Desafio Poliamoroso por una Nueva Política de los Afectos (2021)” y “Lenguaje inclusivo y exclusión de clase (2021)”.
Brigitte lleva más de 20 años transitando relaciones que intentan no ser exclusivas. Analiza y critica la monogamia como sistema, comprobando que el poliamor, por el simple hecho de multiplicar las parejas no es una fórmula distinta a la monogamia si no que es una forma dentro de la monogamia. “Hay veces que los poliamores son varias monogamias conviviendo al mismo tiempo”, dice.
Entonces, ¿qué es lo que hace que la monogamia sea monogamia, que el poliamor sea poliamor y que la poligamia sea otra cosa totalmente distinta? ¿Qué desafíos presentan las relaciones no monógamas?
Principalmente, siguiendo a la autora, salirse de la idea de la centralidad de la pareja para expandir nuestros vínculos afectivos. “El sistema monógamo, como el capitalista, el colonial o el patriarcal, como todos los sistemas que nos mantienen ligados a estructuras de opresión y dolor, son promesas de felicidad. Si somos buenas, si seguimos las instrucciones, todo irá bien”.
En su libro Pensamiento monógamo. Terror poliamoroso, Vasallo expresa que el poliamor no viene definido por el número de relaciones si no por el tipo de relación: si de cooperación y cuidados mutuos, o de confrontación y batalla por la cumbre. Afirma que, mientras haya pirámide, el resultado es monógamo. También pone sobre la superficie que no hay imaginario colectivo positivo de alguien que se enamora de alguien que a la vez está enamorado de otra persona. Eso implica un imaginario de maltrato, descuido, indiferencia, desamor, dejadez y vanidad. Desear a alguien nuevo significa de alguna forma dejar de desear a la persona a quien deseabas previamente. Pierde exclusividad, por tanto valor.
“La monogamia se desmonta construyendo relaciones de manera distinta, que permitan follar más y enamorarnos simultáneamente de más gente sin que nadie se quiebre en el camino”, nos dice.
Brigitte nos invita a pensarnos con el cuerpo de maneras distintas. Imaginarnos cómo nos apetece la sexualidad sin tener las problemáticas que nos da el sistema. Generar nuestras propias condiciones para ser libres. Pensar cómo construimos condiciones de liberación y que luego cada quien haga lo que le dé la gana.
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Idea e ilustración: Gisela Curioni Edición texto: Ileana Manucci Edición audiovisual: Juliana Barrientos Edición de sonido: Belén Degrossi