Luciano Marcos Horacio Schutt, de 26 años, aceptó su culpabilidad en un procedimiento de juicio abreviado. Los agravantes fueron que convivía con las víctimas y estaban por momentos a su cuidado. La fiscal que investigó los hechos es María Celeste Minniti.
Un hombre de 26 años identificado como Luciano Marcos Horacio Schutt fue condenado a 15 años de prisión por cometer delitos contra la integridad sexual en perjuicio de dos medio hermanas con las que convivía en una casa de la zona norte de la ciudad de Santa Fe. La sentencia fue impuesta por el tribunal integrado por los jueces Leandro Lazzarini, Jorge Patrizi y Susana Luna en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
Schutt fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal calificado (por ser encargado de la guarda y por la convivencia preexistente con la menor), en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores calificada (por ser convivientes y por ser encargado de la guarda) por los delitos cometidos en perjuicio de una de las niñas. En relación a la condena por los ilícitos sufridos por la otra víctima, fue condenado como autor de abuso sexual gravemente ultrajante calificado (por ser encargado de la guarda y por ser conviviente con la menor), en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores calificada (por ser conviviente y por ser encargado de la guarda).
Nueve años de abusos
La fiscal a cargo de la investigación es María Celeste Minniti, quien a través de la oficina de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que “el hombre investigado aceptó su culpabilidad en los hechos ilícitos”. También indicó que “la abuela de las víctimas manifestó su conformidad con la calificación legal, la pena y el procedimiento elegido. La mujer quedó a cargo de las niñas por disposición de la subsecretaría de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia”.
La funcionaria del MPA precisó que “los delitos venían siendo cometidos desde hacía 10 años y se interrumpieron en junio del año pasado cuando la madre –del condenado y de las víctimas– radicó una denuncia”. En tal sentido, la fiscal detalló que “en 2010, el condenado comenzó a abusar de una de sus medio hermanas y lo hizo durante aproximadamente siete años. Por su parte, a partir de 2017 y hasta la realización de la denuncia lo hizo en perjuicio de la otra menor”.
“Las agresiones sexuales fueron cometidas cuando las niñas quedaban a cargo de Schutt, mientras la madre de los tres trabajaba o dormía”, precisó la fiscal. “Se desplegaron de manera continua y sistemática en perjuicio de las dos niñas, quienes transitaban la escolaridad primaria al momento de los abusos”, informó Minniti.
Vulnerabilidad e indefensión
Acerca de las víctimas, Minniti sostuvo que “son dos personas especialmente vulnerables no sólo por ser mujeres, sino también por ser menores de edad” y agregó que “el condenado se aprovechó de ese estado de indefensión”. Además, la fiscal afirmó que “las niñas sufrieron un particular sometimiento en razón de su edad, de la situación de dependencia en la que estaban en relación con el condenado, de la clandestinidad y del uso que le dio el condenado al espacio físico común de convivencia para perpetrar los hechos ilícitos”.
La fiscal también se refirió al daño sufrido por las víctimas. “Se traduce en un flagelo psíquico que las niñas cargarán a lo largo de su vida, con consecuencias en su normal y libre desarrollo sexual y la vulneración a su derecho a la libertad sexual y a la dignidad”, sostuvo.
Por último, Minniti concluyó que “también tuvimos en cuenta la relación que mantenía el condenado con ambas niñas, la diferencia de edad, la corta edad de las víctimas, la modalidad, duración y frecuencia de los abusos”.