Violencia machista

Se conocerá el veredicto del juicio contra el "Profe Juanchi"

tentativa de femicidio Garibaldi - jardín ceferino namuncurá
El profesor de educación física J.M.T., del jardín Ceferino Namuncurá de la ciudad de Santa Fe, fue juzgado como sospechoso de cometer abusos sexuales en contra de cinco alumnas. El debate terminó la semana pasada y este jueves se conocerá el veredicto de los jueces.
Thamina Habichayn
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Autora: Priscila Pereyra

En octubre de 2021, el profesor de educación física J.M.T. del jardín Ceferino Namuncurá de la ciudad de Santa Fe fue denunciado por padres de alumnas que asistían a la institución educativa. Durante septiembre de 2024 fue juzgado por cinco abusos sexuales contra las niñas menores de edad y el próximo jueves 5 de octubre a las 13.30 se conocerá el veredicto de los jueces.

El juicio, encabezado por los magistrados Pablo Busaniche, Martín Torres y Cecilia Labanca, comenzó el 28 de agosto. Durante el debate, que se desarrolló durante todo septiembre, declararon más de 100 testigos de la fiscalía, la querella y la defensa del acusado. Entre ellos estuvieron las madres de las niñas sobrevivientes, profesores de la escuela, profesionales de la salud, de la psicología y del derecho, entre otros.

Durante los alegatos de cierre del debate, el fiscal Matías Broggi pidió que el profesor fuera condenado a 25 años de prisión por cometer abusos contra cinco niñas de la institución. La abogada querellante Carolina Walker Torres acompañó el pedido.

Puntualmente, a J.M.T. se lo acusa de hechos de abuso sexual cometidos en el jardín de infantes durante las clases de educación física, contra cinco niñas de entre tres y seis años. Se trata de cuatro casos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser el encargado de la educación y de la guarda, y un caso de abuso sexual simple agravado por ser el encargado de la educación y la guarda.

“Cometió los abusos aprovechándose de su autoridad por ser el docente”, explicó el fiscal Broggi y aclaró que “la asociación entre el juego y los abusos fue una constante en todos los casos llevados al juicio”. En todos los casos, las niñas que declararon ser víctimas del profesor vinculaban los hecho a la situación de juego. Hablaban de “los juegos malos”, el “juego del oso” y el “juego que no quería jugar”. Una de ellas explicó que “el profesor cuenta y después te busca, si te encuentra te quedás con él” y luego describió la situación de abuso.

Los hechos investigados

Para el bloque acusador (fiscalía y querella), son clave los dos primeros casos denunciados aquel 6 de octubre. Se trata de dos niñas, cuyas madres hicieron las denuncias casi de manera simultánea sin conocerse ni haberse comunicado previamente.

En el primer caso, la menor le comentó lo sucedido a su madre, quien primero la llevó al Hospital Iturraspe, donde la derivaron a la Comisaría de la Mujer y luego al Hospital de Niños para realizar el control médico. Fue en este último lugar donde se encontró a la mamá de la segunda sobreviviente que denunció al profesor, quien estaba acompañando a su hija también a realizarse los controles médicos para luego hacer la denuncia. “Dos familias al mismo tiempo y en distintos lugares estaban denunciando dos abusos cometidos contra sus hijas sin conocer la existencia de la denuncia de la otra”, aseguró la querellante Walker Torres.

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Esos dos casos se hicieron públicos y la noticia corrió entre los padres y la comunidad educativa. Las otras tres familias que denunciaron los abusos lo hicieron luego de hablar con sus hijas y consultarles por los juegos que hacían en la escuela. “Es cierto que las tres niñas fueron interrogadas por sus familias luego de enterarse de la noticia por los disturbios de la escuela, muchos de los familiares a cargo se apersonaron en el Jardín ese 7 de octubre ante la noticia y posteriormente hablaron con los niños, algo que haría cualquier padre”, destacó la abogada querellante.

8M abuso sexual jardín ceferino namuncurá
Autora: Titi Nicola l CC BY-SA 4.0

Luego de las denuncias, cuatro de las niñas declararon en Cámara Gesell, solo la segunda sobreviviente no lo hizo ya que al momento de ingresar pidió no pasar por el proceso. “Durante el juicio vimos como los procesos de develamiento de cada una de las niñas han sido diversos, muchas fueron entrevistadas en varias oportunidades, pero todas sostuvieron el relato en el tiempo y decidieron libremente cuándo y con quién hablar y qué detalles revelar a sus entrevistadores”, aclaró la abogada.

Durante su alegato, el fiscal Broggi también hizo referencia a un testimonio de un niño que asistía al jardín y que participaba de las clases. Declaró que veía como el profesor había cometido los abusos contra dos de sus compañeras.

Además de los distintos relatos de las niñas y de quienes recibieron esas primeras declaraciones, durante el juicio testificaron las personas que las atendieron junto a sus madres y también se presentaron pruebas materiales como exámenes médicos y fotografías de la escuela. Respecto a las cámaras de seguridad de la institución, el fiscal Broggi aclaró que el personal policial no pudo hacerse con el material audiovisual. “Las imágenes de los días en que ocurrieron los hechos se podrían haber recuperado hasta el 18 de octubre a las 15.45 y la escuela se abrió recién el 20 de octubre”, recordó el fiscal. Las demoras en relevar el material se debieron a que, por los disturbios en el día de las denuncias y por un feriado, la escuela estuvo cerrada.

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Por otro lado, el representante de la fiscalía también se refirió a la “negación” por parte de los profesores de la institución que sostenían que “no existieron los abusos”. Para el fiscal, hubo una “connivencia para encubrir al docente”.

El pedido de absolución

La defensa del acusado, a cargo de Marcos Barceló y Macarena Olivera, pidió la absolución del profesor de educación física. Los abogados sostuvieron que hay “inexistencia de los hechos” y lo intentaron demostrar durante los alegados de clausura a través de 13 “proposiciones fácticas”, es decir, afirmaciones respecto a los hechos.

En caso de que el tribunal decida condenar al profesor, Barceló y Olivera solicitaron que a su defendido se le otorgue la pena mínima, que son tres años de prisión.

Autora: Gi Curioni

El alegato de los defensores se basó en que la primera denuncia fue falsa y que a partir de allí se generó una cadena de denuncias que no deberían haber existido. “La madre de una niña difundió una noticia falsa, que su hija había sido abusada”, dijo Barceló y agregó que esa mujer tenía “inestabilidad mental”.

Por otro lado, indicó que los rastros que los médicos identificaron como un posible abuso sexual, en realidad son secuelas de un golpe que la niña se dio en la escuela contra las ruedas de tractor que estaban colocadas en el patio para que los chicos jugaran. “¿Debemos creerle a los niños todo lo que dicen?”, cuestionó el abogado.

Por último, la defensa sostuvo que la última sobreviviente que denunció al profesor, nunca tuvo clases con él en la escuela.

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