El gobierno provincial efectivizó los descuentos por los días de huelga a les docentes públicos. Según datos del Ministerio de Educación de la Nación, el 75% de quienes llevan adelante esta profesión son mujeres. Entonces, una vez más, aquellas que son sostén de familia harán malabares para llegar a fin de mes sin morir en el intento. Los testimonios de algunas de ellas en diálogo con Periódicas.
La puja entre el gobierno provincial y los gremios estatales y docentes fue tapa de diarios provinciales y colmó horas en pantallas de televisión y minutos de radio. Les trabajadores de la administración central y les docentes públicos y privados realizaron medidas de fuerza que duraron más de un mes, con paros por 48 y 72 horas según la semana, reclamando el adelantamiento del llamado a paritarias y una propuesta salarial acorde a los altísimos niveles de inflación que golpea, como siempre y con dureza a la clase trabajadora. El Ejecutivo provincial endureció su proceder y advirtió que, de no levantar la huelga, se descontarían los días no trabajados. Los gremios tampoco cedieron.
Hasta que se reunieron las mesas paritarias y llegó la propuesta, con condicionamientos. Los estatales aceptaron de inmediato y los trabajadores de ATE y UPCN no sufrieron descuentos en sus haberes correspondientes al mes de septiembre. Sadop, el gremio que agrupa a los docentes privados, aceptó “en absoluta disconformidad”, afirmaron en un comunicado. No hubo descuentos. Pero Amsafe, el gremio de los docentes públicos, tuvo una votación pareja en asamblea general en la que se impuso el "no" a la propuesta, y el paro siguió, otro de 72 horas.
El sábado por la mañana, los y las docentes del gremio recibieron la noticia del descuento de los días de huelga, algo que todos los funcionarios provinciales intervinientes en la paritaria habían asegurado que se llevaría a cabo. En algunos casos, los mismos llegaron a $40 mil pesos. El secretario general del gremio, Rodrigo Alonso, aseguró que irían a la justicia. Este lunes por la mañana ambas partes volvieron a verse las caras.
Según el Ministerio de Educación de la Nación, “la docencia en Argentina es un trabajo ejercido mayoritariamente por mujeres, más del 75% del personal docente es femenino". Entonces, queda claro que este descuento realizado por el gobierno provincial afecta mayoritariamente a esas mujeres que, en muchas ocasiones, son sostén de familia, que realizan tareas de cuidados de niños y adultos, que trabajan en más de un establecimiento docente por horas para luego retornar a sus casas y seguir trabajando. Una vez más, la decisión política profundiza la feminización de la pobreza. ¿Qué harán estas trabajadoras este mes? Algunas de ellas charlaron con Periódicas y dieron un pantallazo de cómo ajustarán su vida por ejercer el derecho a huelga, que en Argentina está garantizado constitucionalmente
Las voces de las docentes
María Silvia Carral, profesora de historia, maestra de educación primaria pero que su mayor nivel de carga horaria lo tienen en el nivel superior. “Trabajo en el Mateo Booz de Helvecia. “Soy madre sola a cargo de mis dos hijos, la mayor está estudiando en la ciudad capital y este mes con los descuentos será imposible pagar los gastos que hacen a la manutención de mi familia, ni hablar de cómo se ha ido deteriorando la calidad en todos los sentidos en nuestro estilo de vida debido a la situación inflacionaria que estamos viviendo. Apoyo a la educación pública de calidad, quiero que esto se resuelva pronto, con beneficio para todos”, relató a Periódicas.
Analía Chiani, maestra de grado en la Escuela Primaria N°48 "Profesor Máximo Victoria" de la ciudad de Santa Fe, también profesora en el nivel superior. “Siento profundamente este atropello a la dignidad de las trabajadoras de la educación, que somos sostén de hogar, con un descuento de salario por hacer huelga, que no es más que un derecho constitucional. Me solidarizo con aquellas que están atravesando, igual que yo, esta injusta situación y me pregunto y les pregunto a los gobernantes: ¿Qué sería de la educación sin las mujeres?".
Verónica Quiroga es profesora de Inglés en escuela media. “Soy sostén de familia, mi hija mayor estudia en la Universidad Nacional del Litoral y la menor está en la secundaria. Con este descuento de salario ilegal y arbitrario lo primero que se afectan son los derechos de mis hijas, ya que no van a tener acceso a lo que siempre han tenido que, de todos modos, por los salarios vergonzosos que tenemos apenas podemos cubrir las necesidades básicas; ahora con este descuento ni eso. Mi hija menor tiene tres comidas semanales que tiene que comprar en la escuela, no podré cubrir ese gasto; tengo a veces hasta cinco viajes por día y el Boleto Educativo Gratuito cubre solo dos, o sea, que no podré pagar los pasajes de los demás colectivos para ir a trabajar. Estos descuentos ilegales violan directamente los derechos de nuestras familias, de nuestros hijes y nuestros derechos como trabajadoras, como lo es el de la huelga, que es un derecho constitucional. No hacen más que demostrar el desprecio que esta clase gobernante tiene hacia la educación pública y les docentes. Demuestran su misoginia descargando su desprecio sobre un sector de la clase trabajadora en el cual más de un 90% somos mujeres. Pretenden adoctrinarnos y silenciarnos, que trabajemos bajo sus condiciones de esclavitud y que aceptemos el vaciamiento de la escuela pública a lo que nos opondremos y seguiremos luchando siempre en defensa de la escuelas pública”.
Mariana Vega es docente de nivel inicial en Nelson dijo que “estamos en un plan de lucha. Durante cuatro semanas venimos viendo la actitud del gobierno, no hay apoyo, durante nuestras propuestas hicimos asambleas, manifestaciones, acciones de lucha que no fueron escuchadas por el gobierno. Necesitamos garantizar nuestros derechos laborales de igualdad, donde todos los derechos sufrimos no sólo en nuestros ámbitos laborales sino también familiares las consecuencias del descuento. Apelamos a las familias, a los directivos, supervisores, a todo el pueblo para que nos apoye y que estemos consolidados en una lucha en común en la que podamos seguir evolucionando como sociedad”.
Ante las realidades expuestas por las distintas trabajadoras de la educación, la docente Natalia Cuenca afirmó que “la alta feminización de la profesión docente implica que en un 90% el derecho social a la educación pública lo sostengan y garanticen en las escuelas, mujeres (maestras, profesoras, bibliotecarias, preceptoras, secretarias, directoras) en su mayoría jefas de hogar y sostén, muchas veces único, de sus familias. La realidad nos obliga a posicionarnos frente al ajuste y los descuentos de Perotti, Pusineri y Cantero desde una mirada interseccional que exprese claramente que la clase trabajadora en su conjunto es destinataria del recorte feroz, que la educación pública es la variable del ajuste y que atienda, de modo particular, a la violencia política sistemática ejercida sobre un colectivo feminizado vulnerable por razones estructurales ligadas a la desigual distribución del poder y los recursos en el sistema patriarcal, lo cual amplía la brecha en el acceso a los derechos y ejercicio de los mismos y profundiza la desigualdad. Este gobierno ejerce violencia política, económica, psicológica y simbólica, atentando contra el sostén material y la salud emocional de miles de compañeras y de modo indirecto, sobre sus familias”.
