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¿Amor es amor?

En el marco del Día Internacional Contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, reflexionamos sobre una frase con la que se hace referencia regularmente a la lucha del colectivo LGBTIQNB ¿Cuántas veces la escuchaste? ¿Sabes a qué hace referencia?

Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

'Love is love', que en Argentina conocemos como "Amor es amor", es un slogan acuñado por los activismos LGB (Lesbianas, Gays y Bisexuales) angloparlantes que a principios de siglo perseguían el reconocimiento civil de sus vínculos de pareja.

Tres Doritos después es válido preguntarse ¿por qué alguien querría casarse?

Bueno, si bien el amor es una razón muy válida (o no), en ese momento de la historia había otras tantas cuestiones de por medio que el matrimonio venía a resolver.

Algunas de ellas tienen que ver con la propia historia de nuestra comunidad y algunos de sus momentos más difíciles. Por ejemplo la crisis del Sida, uno de los momentos más trágicos de nuestra población.

Hacia los 80 una ola irrefrenable de transmisión de VIH apagó la vida de miles de personas. Muchas de ellas LGBT. Y los medios de comunicación no paraban de reafirmar la idea de que la transmisión del virus tenía que ver con la orientación sexual de quienes lo portaban... Hasta que gente heterosexual también empezó a morir.

Ese estigma fue sólo una de las caras de la crisis. Otra fue que miles de personas gays, lesbianas, bisexuales y también trans vieron apagarse la vida de sus compañeres sin poder siquiera reclamar sus restos, o despedirse, por no tener ningún vínculo filiatorio.

Las familias que habían expulsado a esas mismas personas LGBT, una vez fallecidas regresaban para apropiarse no sólo de los restos de le fallecide, sino también de todas sus pertenencias, dejando a sus parejas en la calle en absolutas condiciones de precariedad.

Hasta el derecho a heredar los bienes al ser amado, quien había sido la única familia existente en la mayoría de los casos, era absolutamente vulnerado. Entonces la cuestión del matrimonio entre personas del mismo sexo deja de ser una fantasía romántica, para convertirse en una lucha profundamente política.

Esa reivindicación garantizaba el acceso a los bienes comunes a título de la pareja y ya no de sólo una de las partes. Y en el caso de enfermedad, o muerte, garantizaba el derecho de las personas a heredar los bienes del ser amado y también a cuidarlo y acompañarlo en todo proceso médico sin ningún tipo de resistencia posible.

Ya no tendrían que decir que eran amigues para poder visitarse en un hospital, sino presentarse como familiares. Concretamente como esposes, con todos los derechos y obligaciones legales de alguien que contrae matrimonio.

Y en la lucha por acceder a esos derechos se populariza el 'Love is love' como forma de suavizar el discurso y hacerlo digerible para el mundo heterosexual.

A 20 años del Love is love

Desde 2001, menos de 30 países han legalizado la unión entre personas del mismo sexo. En nuestro país sucedió en 2010, en el medio de un debate público horrendo, que mostró la peor cara de los movimientos antiderechos.

También es válido decir que en 69 países aún las personas LGBTIQNB+ son criminalizadas, e incluso condenadas a muerte en algunos casos. Solamente por ser.

En este contexto tan agridulce como todo lo que tiene que ver con nosotres, es necesario preguntarnos: ¿Todavía nos sirve el 'Love is love'?

La realidad es que pese a las conquistas logradas: Despatologización de la homosexualidad, Educación Sexual Integral, Ley de Salud Mental, Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género, las violencias sociales hacia las personas LGBTIQNB+ no han desaparecido, e incluso en algunos contextos recrudecen, al punto de no contar con garantías mínimas a derechos básicos universales como la salud, la educación y el empleo.

Y sí, eso sucede en nuestro país. Eso sucede en nuestra provincia. Eso sucede en nuestra ciudad.

Y mientras algunos feminismos aún se plantean si son LGBTIQNB inclusivos o no, y el Estado medita sobre cómo encarar de mejor manera los flyers sobre el 17 de mayo, hay personas muriendo.

Por eso entendemos que hay debates a nivel político social, pero también a nivel político estatal, que ya no tienen cabida en estos momentos. No cuando lo que está en juego son las vidas de nuestres compañeres.

Nos encantaría que alcance con el Love is love, pero eso claramente no frena el odio... Y a los hechos nos remitimos. Sólo la implementación REAL de políticas públicas con una mirada transfeminista puede crear entornos más seguros para las personas LGBTIQNB+.

Ejemplo de ello son la ESI (Educación Sexual Integral) y recursos como la Ley Micaela, de capacitación a les trabajadores del Estado. Estas herramientas pedagógicas sirven para formar ciudadanes y agentes públicos con perspectiva de diversidad sexual, a su vez generando instituciones más accesibles, menos expulsivas, y sociedades menos desiguales y más inclusivas.

Claro, en el país que sea que eso suceda, porque no estaría siendo en este donde, pese a enormes avances, seguimos sufriendo un sistema judicial patriarcal y anti LGBTIQNB+ y otras tantas instituciones del horror.

En el mientras tanto, quienes vivimos el activismo desde la responsabilidad social, nos vemos en la obligación de usar nuestra visibilidad para continuar problematizando estas realidades y mostrar los horrores que atravesamos las personas de la diversidad sexual. Porque evidentemente el discurso edulcorado del 'Love si love' de poco sirvió para consolidar modificaciones sociales que signifiquen vidas más vivibles para nuestres compañeres.

Por eso nos entregamos a la batalla cultural, a cambiar el sentido común, a reflexionar colectivamente sobre qué podemos hacer desde nuestros lugares.

Si usted de casualidad es hetero y cis. le invitamos a la acción. Tomar la iniciativa es cuestión de decisión. Crear otra sociedad posible, también. Hasta que el Estado cuide y no asesine.