Se trata de Rafael Pablo Martínez, de 72 años, quien quiso matar a su ex pareja a la salida del trabajo. Lo condenaron a 14 años por intento de femicidio pero los cumplirá en su casa. La mujer antes del ataque contaba con botón de pánico y había interpuesto una orden de alejamiento.
En diciembre de 2017 una trabajadora de la escuela República del Uruguay (avenida López y Planes y Fray Cayetano Rodríguez) salía de su lugar de trabajo. Sobreviviente de violencia de género por parte de su ex pareja Rafael Pablo Martínez, contaba con un botón de pánico y una orden de distancia dispuesta por el Tribunal de Familia número 5. Sin embargo ahí estaba Martínez, en la vereda de su lugar de trabajo.
Evidentemente el violento no se intimidaba ante el mandato judicial. La sobreviviente volvió a denunciarlo, en la seccional novena de la policía.
Dos meses más tarde, el viernes 9 de febrero de 2018, Martínez estaba nuevamente en la vereda de la escuela, cerca del mediodía, esperándola. Esta vez se le acercó y le dio una puñalada en la panza y escapó. Pero no logró matarla.
Ayer, dos años y medio más tarde, finalizó el juicio oral y público en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El victimario fue condenado a 14 años de prisión por tentativa de femicidio. Pero la sobreviviente a su ataque seguirá sin paz: fue beneficiado con la prisión domiciliaria.
En su casa desde 2018
La pena fue resuelta por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Susana Luna (presidenta), Sergio Carraro y Gustavo Urdiales. Los magistrados condenaron a Martínez como autor penalmente responsable de los delitos de tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio), en concurso real con desobediencia de mandato judicial.
Sin embargo, los jueces también dispusieron que Martínez también cumpla la condena de forma domiciliaria. “Desde la Fiscalía nos opusimos a que se le conceda esta morigeración al condenado, sin embrago, los magistrados entendieron que correspondía”, agregaron Ana Laura Gioria y Martín Torres, fiscales del caso. Los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que “aguardaremos los fundamentos del tribunal acerca de esta decisión para analizar los motivos que lo llevaron a resolver de esta manera”.
Ya desde abril de 2018 Martínez se encontraba en su casa. "Al día siguiente del ataque fue detenido en su domicilio y el 14 de febrero quedó en prisión preventiva”, explicó Gioria. “No obstante, el 23 de abril de ese mismo año, a pedido de la defensa y debido a que tiene problemas de salud y un hijo discapacitado a su cargo, se le concedió la morigeración de la medida cautelar y Martínez quedó en prisión domiciliaria con un sistema de control electrónico”, detalló.
De todas maneras los fiscales valoraron que “la pena fue resuelta por unanimidad por los tres jueces que integraron el tribunal” y subrayaron que “la condena es por la misma calificación penal y por el mismo monto de pena que solicitamos desde la Fiscalía”.