Claudia Ruiz es una directora santafesina cuyas últimas realizaciones siguen recibiendo numerosas distinciones. El reconocimiento a su obra fue el punto de partida para hablar sobre la mujer en el cine argentino y local.
En marzo se estrenó en Santa Fe del corto “11,40” de Claudia Ruiz en el marco del ciclo Historias Breves 16. Desde entonces, esa producción audiovisual ha participado de festivales en distintos puntos del país y el exterior y resultó galardonada con el Premio Ojo al Piojo, Pañuelo de oro, OEI (Uruguay), entre otros. Además está seleccionada para continuar su exhibición en nuevos festivales internacionales.
También de su dirección, el cortometraje de animación stop motion - o animación en volumen, técnica en la que Ruiz es especialista- “Ailin en la luna” participó ya de 40 festivales, está seleccionado para varios más y obtuvo premios en Argentina, México, Uruguay, Colombia, Brasil Cuba y Alemania. En medio de la vorágine de viajes y reconocimientos, Periódicas dialogó con Claudia sobre mujeres y cine en Argentina.
Las mujeres en el cine argentino
- ¿Cuál ha sido tradicionalmente el lugar de la mujer en la industria cinematográfica nacional? Principalmente en los roles de directora, productora, guionista.
Claudia Ruiz: A lo largo de la historia del arte, las mujeres hemos sido relegadas a segundos lugares. Sin duda muchas tuvieron un rol importante en el desarrollo del arte pero el reconocimiento y la valoración profesional y económica siempre fue para los hombres. De hecho, si miramos para atrás, el porcentaje de directoras es ínfimo, así como de guionistas. Y eso implica también un discurso que mira a la realidad desde un lugar donde, personalmente, no me he sentido representada. En el campo de la producción se encuentran más mujeres pero también tenemos que aclarar que no como productores generales, que son los que manejan el dinero, sino en segundos roles.
- ¿Ves cambios en los últimos tiempos?
C.R.: Definitivamente sí y más en los últimos dos años. El movimiento feminista se ha colado en todos los estamentos de la sociedad y ha puesto en crisis todas las instituciones. Las mujeres hemos tomado la realidad y la situación como nuestra responsabilidad. Para ejemplificarte, en el campo de la animación, que es el que más conozco, hasta hace tres años te podría decir que éramos cinco o seis directoras. Desde hace año y medio las mujeres que veníamos ya trabajando en la animación, en arte, en intercalado, como fondistas o coloristas, nos organizamos y formamos RAMA (Red argentina de Mujeres de la Animación) adonde se han producido dos cortometrajes colectivos y una acción conjunta para la conmemoración este año del 8M. Pero no sólo eso, sino que varias comenzaron proyectos propios o se asociaron entre ellas. Hoy hay numerosos cortos dirigidos por mujeres animadoras que están compitiendo en el país y en el extranjero, casi enteramente producidos por mujeres y que hablan de cosas que nos interesan o nos preocupan a nosotras que no es lo mismo que el punto de vista del hombre.
- En Santa Fe, ¿se ha vivido y vive la misma situación que a nivel nacional?
C.R.: Bueno, la industria del cine en Santa Fe ciudad prácticamente no existió como tal hasta hace unos 15 años, cuando a partir de políticas públicas federales se incentivó la producción audiovisual. Pero de la historia del cine santafesino, la mayoría de los directores, guionistas y productores fueron hombres. Sólo estaban como excepciones Marilyn Contardi, Teresita Cherry y Alicia Acosta. Hoy hay numerosas mujeres y grupos de mujeres produciendo, guionando, dirigiendo, animando, haciendo cámara (otro lugar eternamente destinado al hombre), etc. De hecho en Santa Fe tenemos una compañera eléctrica, Jésica Medina, que es muy talentosa.
- ¿Qué incidencia, a tu entender, han tenido las escuelas e institutos de enseñanza de cine en el avance de la mujer en el cine santafesino?
C.R.: Me cuesta responder. Por un lado, las escuelas de cine son públicas y de libre acceso. Numerosas mujeres asisten y el porcentaje de egresadas es mayor que los egresados varones, sin embargo todavía se siguen replicando los mismo modelos de la industria. Las cámaras (y con ello el punto de vista) siguen en manos de los hombres, o seguían y los discursos de las tesis repetían en muchos casos categorías o lugares de la mujer muy críticos. En el ISCAA justamente estamos empezando a trabajar en un protocolo para revisar estas prácticas que ya están fuera de lo aceptable. La idea es no replicar el pensamiento patriarcal.
Premios para 11,40 y Ailin en la luna
11.40
- Premio Ojo al Piojo al mejor cortometraje realizado por adultas y adultos.
- Premio RAFMA.
- Premio Pañuelo de Oro Mejor Cortometraje de Ficción en el 8vo Festival Nacional de Cine Leonardo Favio.
- Premio OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) en Divercine, Montevideo-Uruguay.
- Premio Prix Jeneusse Iberoamericano Mejor Ficción. Categoría 11 a 15 años.
Además está seleccionado en LA Femme Film Festival, CIne Fem, Punta del Este, Visión Ribereña, Flor Azul Festival Internacional de Cine, Cine Invisible (Bilbao), entre otros.
Ailín en la luna
- Premio Mejor Animación Continental. Festival Internacional Cine de América, Hidaldo-México.
- Premio UNICEF Divercine. Montevideo-Uruguay.
- Premio Best Animation, Festival de Animación Berlín-Alemania.
- Premio Mejor Animación, Festival de Cine La Culata-Colombia.
- Premio Mejor Animación, Festival Cine Pedra, Domingo Martins-Brasil.
- Mención Jurado Infantil. Festival Infantil de Audiovisual La Espiral, La Habana-Cuba.
- Mención RAFMA, Festival Internacional de Cine Puerto Madryn-Argentina.
- Mención en el Festival Mirada Oeste, Mendoza.
- Mención en el Festival Zero Plus, Rusia
El corto está también seleccionado en Holly Short and Sweet Festival, Festival Internacional de cine de Valdivia, New York International Children's Film Festival, Festival Cine Kids, Colombia, entre otros.
Entrevista, escribe y edita notas. Se especializa en cultura. Colabora en producción y redes sociales.
