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Cintia Szeszko, la única directora técnica de la Liga Santafesina

fútbol femenino Cintia Szezcko DT
El fútbol femenino vive un crecimiento imparable y las ganas de profesionalizar cada rincón de la cancha crecen: la semana pasada se vivió en Santa Fe el Primer Congreso Nacional de Directoras Técnicas y una de nuestras representantes en el evento fue la única DT de la ciudad, Cintia Szeszko. Periódicas te cuenta sus inicios en el potrero de barrio El Pozo, su paso como jugadora, su formación, su presente en Peñarol, sus sueños y toda su vida que se resume en esta gran pasión por la redonda.

fútbol femenino Cintia Szezcko DT
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

El alerta por vientos fuertes tiñó de gris una tarde que anticipaba por un par de días la llegada de la primavera. Desde la Ruta 1, casi llegando al kilómetro 10, se ve a un grupo de mujeres sentadas sobre una especie de grada al costado de una cancha. Visten ropa deportiva y están todas amontonadas -la temperatura bajó unos cuantos grados y hay que guarecerse- mientras toman uno que otro mate que ceba su directora técnica.

Cintia Szeszko lleva adelante al equipo de fútbol femenino de Peñarol y es la única mujer con ese cargo en toda la Liga Santafesina. En el Camping de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se sienten los coletazos de las frías ráfagas pero ella está de mangas cortas, a punto de empezar otro entrenamiento.

Se crío y vive en barrio El Pozo de la ciudad de Santa Fe. Salía corriendo desde su casa en el primer piso de una torre cuando escuchaba el llamado de sus amigues: “¡Potonga, bajá al bolo!” (apodo que le pusieron de chiquita pero que ya no lleva y le da risa). Ahí, entre les pibes de la barriada, corría detrás de la pelota, jugaba, transpiraba, se divertía. Con apenas un puñado de años, quizás cinco, ya comenzó a despertarse en ella esa pasión que no va a morir nunca. Así pasó su primera infancia, palpitando fútbol. Luego la adolescencia, los bailes y el noviecito, la alejaron un tiempo de las canchas. Pero Cintia tenía el bichito adentro y cuando pica, pica.

“Llega un momento en el que una hace un balance de su vida. En El Pozo tenía a todos mis amigos varones, jugábamos en la plaza, en la playa, en todos lados”, recuerda en diálogo con Periódicas.

fútbol femenino Cintia Szezcko DT
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Su trayectoria

“Fui mamá joven, tengo una hija de 16 años (hoy tiene 32). El papá de mi hija que jugaba a la pelota conmigo, me la trajo a ella y me devolvió al fútbol”, cuenta.  A los ocho de Sofía, Cintia volvió a ponerse los botines y comenzó a jugar en un barrial detrás de un supermercado mayorista de la zona de La Guardia, “armamos un equipo y empezamos con los amistosos. En 2012 nos dijeron de representar a El Cadi y ahí arranqué lo que era Liga, estaba súper feliz, no lo podía creer”.

Allí se quedó un año y medio para luego migrar a Sportivo Guadalupe. “Ese fue un año muy lindo y productivo del que tengo los mejores recuerdos, jugaba de 9 y salí goleadora. Conocí muchísima gente, la que me dijo e hizo ver que eso era a lo que me quería dedicar”.

A Guadalupe le siguió El Pozo, en 2015, y en un partido amistoso con La Salle, al salir la arquera y chocar con ella, se rompió los ligamentos. La lesión, el trabajo, las responsabilidades de tener una hija chiquita pusieron a Cintia en jaque y, una vez más, colgó los botines. “Dije ´hasta acá´, no me quedaba otra que priorizar el trabajo”, relata haciendo memoria de todo lo vivido. Pero contra todo pronóstico, no bajó los brazos. El fútbol latía dentro suyo, de una u otra forma no lo iba a abandonar y fue en ese momento que comenzó a vivir el deporte de otra manera: detrás de la línea del campo de juego y enseñando.

“En El Pozo me dieron la posibilidad de tener a cargo la escuelita con unas 250 nenas, eso me dio la fuerza para decir que si no iba a jugar tenía que seguir de otra manera” y comenta que fue en ese entonces cuando empezó a estudiar y realizó el curso de DT. No era sencillo juntar la plata para la inscripción y las cuotas, por lo cual vendió rifas para bancarse los estudios a fuerza de ganas y sacrificio.

fútbol femenino Cintia Szezcko DT
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

“Ahí me dije que tenía que seguir con esto porque me gustaba. A fines de 2016 Daniel Peter me llamó, conocí a Juveniles de Santa Rosa de Calchines, y arranqué con ellas en 2017. Fue mi primer equipo de fútbol femenino, estuve un año ahí, que fue de mucho aprendizaje porque lo hacía mientras estudiaba y muchas de esas chicas hoy están ahora conmigo en Peñarol, casi todas en realidad”, dice entre risas.

El Pozo fue el próximo destino, “como profe de fútbol, fue una locura. Era completamente distinto, los nenes creen que son Messi, Ronaldo y es un juego, se divierten y te contagian esa alegría. Están en una etapa en la que les tenés que hacer entender que es un  juego pero que también competís, no para que ganen solamente, sino para que comprendan que trabajan toda la semana hasta llegar a ese día”.

Para Cintia estar a cargo de varones fue todo un desafío profesional y a la vez la enfrentó a prejuicios en un ámbito en que la pedagogía suele estar a cargo sólo de hombres. “Fue difícil, tenía compañeros que aparecían los domingos pero la que estaba en todas las prácticas era yo. A los papás les costaba verme a mí a cargo, pero a las mamás no. Me gustó pero me costó. Sabía que la experiencia me iba a servir, pero lo que yo quería era trabajar el femenino: armar, crecer y hacer crecer”, recuerda entre mates con Periódicas.

Peñarol, su presente

Y lo que añoraba se está cumpliendo dirigiendo a Peñarol, uno de los equipos de la B del fútbol femenino de la Liga Santafesina. Le dijo a Carlos que quería formar su equipo y él la acompañó. "Una se pone metas. Llegué hasta acá porque tenía que llegar. Porque apostamos a esto, al crecimiento del fútbol femenino en todo sentido y al crecimiento de las chicas. La idea es que de acá salgan jugadoras y hagan las cosas bien, que saquen este deporte adelante. Algunas de ellas en un par de años no van a jugar más, pero las queremos en el equipo y que disfruten".

¿Por qué jubilarte del fútbol? ¿Qué vas a hacer un jueves a la tarde en tu casa, una torta de mandarina? ¡No! Mejor es jugar a la pelota.

El equipo acapara todas las edades. "Muchas son grandes, como Sonia que tiene 52 años, Norma 47, la capitana 37 y Roxana que es la goleadora 38". Todas comparten el mismo grupo de trabajo, con las mismas ganas que las más chicas, dice orgullosa Cintia. “No hubo grandes problemas, hubo cosas mínimas que hablamos, las incentivamos a que sigan. Si no quieren seguir acá, las dejamos ir, no les pedimos nada.”

Fútbol Femenino Peñarol
Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Reiteradas veces Cintia reflexionó a lo largo de la charla sobre cómo en sus jugadoras, encuentra su reflejo. Una de ellas tiene 19 años y va con su hija a entrenar, lo cual la remonta a ella y su vida hace unos años atrás. Da consejos pero pone distancia: “Miro a cada una y ya sé cómo es”, aseguró dejando al descubierto su virtud de entender a cada una de sus dirigidas. “A cada una le doy mi palabra para su bienestar, desde el fútbol a la parte humana y psicológica, porque todo influye en la jugadora. Trato de hacer las cosas bien para que ellas se apoyen y crezcan. Más aún en este momento de crecimiento que estamos viviendo en el fútbol femenino.”

Pasamos momentos duros en el comienzo de Peñarol, pero juntas salimos adelante. Les dimos a las chicas contención, cariño, y salimos.

Su gran compañero

Carlos Bochenet la vio llegar un día al instituto. Era la única mujer estudiando para directora técnica. El resto de sus compañeros no le hablaba, pero él rompió la barrera y se acercó. Se transformó en su compañero de estudio y hoy es su ayudante de campo. No puede evitar emocionarse al hablar de él: “Carlos es increíble, es un hermano, un tipazo. Él quiere que yo crezca, que vuele, y sabe que hay muchísimo machismo. Tiene 20 años de experiencia más que yo pero cuando empezamos con esto le dije que me acompañe y me contestó que sí. Empezamos en la Liga Santafesina, que para mí es la mejor. Comenzamos con las pruebas en octubre del año pasado. Esto estaba lleno de chicas, eran fácil 100. Dije ‘esto va a ser una locura’…. Y lo sigue siendo, lo que estamos logrando es una gran locura”.

Carlos es un acompañante en el crecimiento de las mujeres, y eso es lo que tienen que hacer los hombres: acompañar. Yo veo la mirada de costado de directores técnicos porque te va bien. O te dejan de saludar, y una piensa… ¿qué hice? No lo entiendo, pero lo noto y más que molestarme, me duele.
fútbol femenino Cintia Szezcko DT
Cintia junto a su compañero Carlos. Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

El fútbol femenino en Santa Fe

A la hora de hablar de la Liga Santafesina, comenta que, si bien hay muchas cosas por corregir, cree que se va por el camino correcto. Destaca el trabajo de Elsa Oronado, presidenta del departamento de Fútbol Femenino de la Liga Santafesina, dentro de la organización del torneo. “Hay que estar en ese lugar y más siendo mujer. Creo que ella le pone lo mejor que tiene a cambio de nada, ningún crédito o sueldo”. Además menciona que los clubes deben apoyar y quienes están en el lugar de profesores deben responder con compromiso para así poder crecer. “Lo que aprendí fue gracias a haber estudiado. Creí que como jugadora me las sabía todas y no  es así, no sabés nada sobre dirigir. Cuando te ponés a estudiar te das cuenta que no tenés idea de lo que es ser técnica. Creo que hace falta eso en les profes y es lo que critico de la Liga, hace falta que se reciban, que hagan el esfuerzo por formarse.”

La formación, parte de la lucha

Durante esta semana se vivió el Primer Congreso de Directoras Técnicas organizado por ATFA (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino) con Santa Fe como sede, en el que Cintia fue una de las protagonistas. Un gran paso para el fútbol femenino que sigue ganando espacios, y la formación para la profesionalización y la adquisición de la técnica es fundamental en esta lucha.

Disertaron importantes figuras del fútbol femenino como Mónica Santino, Ayelén Pujol, Yanina Gaitán y Silvina Villalobos. Cintia formó parte de los trabajos de campo que se realizaron por la tarde, desde donde aportó a visibilizar el esfuerzo de los equipos de la liga local, más aún desde su rol como única directora técnica en Santa Fe. “Que mis jugadoras tengan este tipo de oportunidades, para mí es muy valioso. Porque yo siempre digo que no soy Cintia sola. Cintia Szeszko es Peñarol, es su grupo y donde vaya va a ser así. No me formo sola, a mí me forman ellas. Y me forma la Liga, mi compañero Carlos y la gente que está todos los días.”

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Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0

Además comentó a Periódicas sus ganas de que haya más directoras técnicas en Santa Fe: “Creo que hay que acompañar a las chicas, que les nazca las ganas de dirigir. Decirles que se animen, darles una escuelita para que empiecen y vayan creciendo. Necesitamos la mirada de la mujer que estudie y tenga las herramientas con las cuales decir 'estoy acá porque lo puedo hacer igual o mejor que vos y tengo la capacidad'. Si siendo mujeres nos lo ganamos... ¿por qué no vamos a estar al frente?"

Haciendo un balance de su vida, Cintia siente que se completa un círculo y piensa en todo el recorrido que hizo. Recuerda que cuando era apenas una nena acompañaba a su papá a jugar al fútbol, llegaba en una moto Econo roja y blanca al Camping de la UOM y pateaba sus primeras pelotas. Un par de décadas después, se encuentra parada en esa misma cancha, pero dirigiendo su propio equipo.

Sobre el final de un mate ya lavado, surge la pregunta: ¿Cuál es su próxima meta o sueño?, y Cintia lo tiene claro, no duda ni un segundo: “Ascender con Peñarol, llevarlo a la primera de la Liga. Y para el año que viene abrir la escuelita, quiero poner una par de sedes, trabajar con las chicas dentro de la provincia; es un proyecto loco, pero mío. Que todas tengamos una tarea que cumplir, las chicas dentro de la cancha, las que queden afuera también. Tratar de hacer crecer a Peñarol, a las chicas y al fútbol femenino”.

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Autora: Titi Nicola | CC-BY-SA-4.0