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"La función de la RAE no es legislar sobre la lengua"

Ya en el cierre del VIII Congreso de la Lengua Española (Córdoba, Argentina) se reaviva el debate sobre el lenguaje inclusivo. Aunque no fuera eje principal de disertaciones, su aplicación sobrevoló el evento. En Periódicas buscamos despejar dudas sobre el tema con la palabra de una especialista.

Desde el 27 hasta el 30 de marzo se llevó a cabo en Córdoba la edición 2019 del  Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE). Con una presencia récord de mujeres expositoras y el avance innegable de una agenda de género, el lenguaje inclusivo y las discusiones en torno al mismo reaparecieron.

Aunque algunos medios indicaron que el actual director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, había mostrado una actitud más favorable hacia el tema, la RAE salio rápidamente a responder: "De sus declaraciones no se desprende un aval al llamado «lenguaje inclusivo», que niega el valor genérico del masculino gramatical y altera artificialmente la morfología de género en español, y sí la voluntad de contribuir a erradicar el sexismo lingüístico", expusieron en su cuenta de Twitter, a propósito de las consultas -y quejas- de algunos usuarios.

Para conocer más sobre le temática, en Periódicas compartimos la entrevista a la Licenciada en Letras, Jimena Morais, profesora universitaria de latín, historia de la lengua y lengua española.

"No podemos hacer caso omiso a este fenómeno"

-¿Qué es el lenguaje inclusivo?
-Lenguaje inclusivo hace referencia a prácticas sobre el lenguaje que se llevan a cabo desde hace más de 20 años en lenguas romances, o sea, derivadas del latín y que tuvo como finalidad, en primera instancia, visibilizar a la mujer en pos de un lenguaje no sexista. La discriminación hacia la mujer, además de en otras prácticas sociales, se manifiesta también en la lengua y se construye desde la lengua, por lo cual se buscó revertir esto. Con el paso de las décadas se extendió a la visibilización, además, de otros grupos, otras minorías. Con minorías no me refiero a cantidad de sujetos involucrados si no a grupos que históricamente han sido discriminados, tal los casos de las diferentes identidades sexuales. No es un fenómeno propio y exclusivo de Argentina, pero sí se visibilizó en los medios durante el debate sobre la legalización del aborto. Ya en 2012, la Real Academia Española (RAE) se ocupó de analizar las guías para un uso no sexista del lenguaje en España. La RAE en ese entonces, y actualmente también, no apoyaba ciertos usos. Partía de la premisa de que era innegable la discriminación histórica hacia la mujer y reconocía que había sexismo en la lengua pero manifestaba que ciertas prácticas no son favorables, como el desdoblamiento: compañeras y compañeros, niñas y niños; que no era económico, por lo cual no lo aconsejaba y sugería buscar otras formas, como por ejemplo referirse a los ciudadanos como la ciudadanía. Se trata de una postura intermedia, podríamos decir. Reconocía la discriminación hacia la mujer, reconocía las prácticas sexistas en la lengua y ofrecía o estaba a favor de otros usos, no de la x, no del @ ni del desdoblamiento.

-¿Por qué la “e”?

-El lenguaje inclusivo propone la visibilización de la mujer y de otras identidades a partir de la no marcación de género en las palabras. Se considera que la lengua no solo representa sino que construye lo real. Lo que se propone es no distinguir género para respetar la autopercepción de la persona referida. Eso se lograría con el uso de la “e”. La “e” es un morfema, es un elemento de los sustantivos y adjetivos que existe en el español desde hace siglos y que no marca género. Ejemplos: estudiantes, docentes; en la palabra no está el género marcado. El género lo da el artículo, los o las estudiantes, los o las docentes. La “e” es un elemento que ya existe en la lengua como morfema de género no marcado y lo que propone el lenguaje inclusivo es extender el uso de ese elemento a todos los sustantivos y por ende a los adjetivos que lo modifiquen. Hay que aclarar que se trata de los sustantivos que referencian a personas.

-¿Cuál es tu opinión como docente? ¿Qué tan factible es implementar el lenguaje inclusivo?

-En cuanto a mi opinión, primero yo diría que como docentes del área de las letras, de la lingüística, no podemos seguir haciendo caso omiso a este fenómeno enorme en cantidad de hablantes y en años que lleva gestándose. De alguna manera debemos trabajar estos contenidos, estemos a favor o no de la implementación del lenguaje inclusivo. Debemos presentarlo en las aulas para que se sepa exactamente qué es lo que propugna, analizar lo que ya existe, reflexionar sobre la forma de las palabras, sobre los usos y la ideología en la lengua y trabajarlo con argumentos lingüístico. El docente debe investigar este fenómeno y abordarlo, más allá de su parecer personal. Desde el paradigma linguístico en el que nos posicionemos tenemos herramientas para trabajar el lenguaje inclusivo. Y en cuanto a la factibilidad… la lengua cambia . De hecho el español es una lengua que deriva del latín, entre las muchas lenguas romances y neolatinas. Esto es una muestra de que la lengua va cambiando. Se habla de la evolución lingüística y con eso se refiere a cambio no mejoría. La lengua ha cambiado durante siglos por lo que un cambio más tiene posibilidades. Esa crítica que he leído por ahí de que estamos avasallando la lengua del Quijote, me lleva a decir: ¿Estamos usando la lengua del Quijote? ¿Se puede leer el Quijote sin un aparato crítico que vaya explicando las palabras usadas, como se escribían y escriben? Hay palabras que se siguen usando pero se escribían diferente y hay palabras que desaparecieron y hay las que tienen un significado totalmente distinto. Dejemos de defender a capa y espada nuestra “adorada lengua del Quijote” cuando no es nuestra. Es una lengua que sigue siendo español pero que cambió radicalmente.

-Una de las principales objeciones que se han escuchado tiene que ver con la no aceptación por parte de la RAE. ¿Qué nos podés decir al respecto?

-La RAE no tiene la función ni la legitimidad para ordenar sobre la lengua, para legislar si está bien o si está mal. Su función es ir describiendo los fenómenos que ocurren en la lengua. Lo que hace es estudiar los usos que los hispanohablantes hacemos de ella, los neologismos, así se van ingresando palabras al diccionario. Entonces no es correcto decir que la RAE aceptó palabras. No, no las acepta, no tiene la legitimidad para hacerlo. Porque la lengua somos los hablantes, nosotros la usamos y vamos construyendo. Lo que la RAE hace es incorporar, verificar que tales palabras se usan, en qué contexto, por qué cantidad de hablantes, en qué comunidad. Y a partir de esas descripciones se realizan incorporaciones. Lo que hace es estandarizar la lengua, no hay forma de que juzgue, su función es describir no legislar.