La Logia Juana Manso es el primer espacio masón de mujeres en Santa Fe. Secretos, feminismo y libre pensamiento, en esta entrevista con una de sus integrantes.
"El 20 de noviembre del 2021 se levantaron las columnas de nuestra Rep.·. Logia Juana Manso en el Valle de Santa Fe. Dicho evento, se desarrolló con la presencia de la M.·.R.·.G.·.M.·. y las Grandes Dignatarias y Oficiales del Gran Oriente Simbólico Femenino de la República Argentina", reza la primera publicación de la cuenta oficial de la Logia Juana Manso N°19. El texto que le sigue explica quién fue Juana Manso, una de las primeras mujeres masonas conocidas de nuestro país.
Con una tradición basada en el secreto, la masonería es un misterio para la mayor parte de la población. Libros modernos sobre movimientos revolucionarios o los best sellers de Dan Brown brindaron algunos datos dispersos que colaboraron con un mínimo conocimiento. Y cuando parecía quedar claro que la masonería era cosa exclusiva de hombres, la Logia Juana Manso hizo su irrupción pública en la noche santafesina de los museos de este año.
En esa jornada, Jesica Mansilla presentó a esta organización y respondió preguntas junto a su par varón de la Logia Armonía, en cuya sede se realizó el evento. Se trataba de la segunda apertura al público del lugar después de años de silencio y especulaciones.
“¿Cómo llegué a la masonería? Googleando”, señaló Mansilla en diálogo con Periódicas. “En realidad fue todo un trabajo de investigación. Empecé con los movimientos feministas y ví que todos tenían lazos con la masonería. Así llegué a la masonería en Argentina y decidí probar. Fue una búsqueda personal”.
Mansilla destacó el nexo entre masonería, luchas emancipadoras y derechos humanos tanto en Argentina como en otros países. Lo que llevó más tiempo fue la incorporación institucionalizada de la mujer al universo de las logias. 1997 y 2015 son años claves en este aspecto. Asimismo señaló precedentes a través de las logias de adopción -la forma en la que se permitía la incorporación de mujeres a la masonería- y mencionó a Clara Campoamor, Julieta Lanteri y Alicia Moreau de Justo entre las históricas figuras vinculadas al pensamiento masónico.
“Más investigás y más llegás a lo mismo. Acá tenemos a Alicia Moreau de Justo, una luchadora no sólo por el voto sino por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras; Julieta Lanteri con el tema de la salud en los barrios y en las primeras infancias. Todas estaban unidas por lo mismo: la lucha y el empoderamiento, podríamos decirle hoy”, comentó Jesica.
Las masonas santafesinas
En Santa Fe la Logia Juana Manso está conformada hoy por unas 30 mujeres de diferentes edades, procedencias ideológicas y experiencias. “Todas encontramos puntos de la vida diaria que nos conectan, seas del sector social que seas. Es fundamental la libertad de pensamiento, nada de fanatismo. Acá vas a encontrar peronistas, radicales, socialistas. Nos reunimos para pensar qué es lo que queremos para nuestra sociedad”, indicó la vocera.
Entre los requerimientos básicos para ingresar a estas organizaciones aparece el ser una persona de "buenas costumbres". Al respecto, Jesica aclaró que esa idea está lejos de aquel recato imaginado hace siglos y más cerca de una estructura de principios morales básicos para la convivencia social. “Cuando mandan una solicitud hacemos una entrevista para ver qué es lo que la persona busca. Creemos que todo tiene que ver con lo que una quiere dejar en este camino. La calavera (símbolo central en la sala de ceremonias adonde se dio la presentación) nos marca que la vida tiene un tiempo. Es muy importante lo que dejamos en ese tiempo”.
Del diálogo surgió la intención de los grupos masónicos de incidir en la normativa de un país. En ese terreno, la integrante de Juana Manso contó que los temas que actualmente ocupan el interés de la Logia son el ambientalismo, la ley de humedales y la equiparación de las licencias maternas y paternas.
En lo que respecta a la relación con sus pares varones, Mansilla destacó la apertura y la invitación de ellos a participar. “No fue siempre así. En Rosario recién este año pudieron las mujeres ingresar. Y en Argentina aún hay logias en las que las mujeres no pueden entrar. Lo que tiene Armonía es que fue muy progresista siempre. Nos sentimos acompañadas por ellos, realmente”.
Sobre el secretismo que envuelve a la masonería, Jesica usó la expresión “es algo personal” y agregó: “no solo se representa a uno sino a una institución. Sus principios y sus valores son muy importantes. Lo que no se puede decir es que otra persona es masón”. Las anécdotas de personas cuyas familias jamás supieron sobre la pertenencia a una logia son habituales. De hecho Jesica le dijo a Periódicas que su familia se estaba enterando, con esta actividad y las entrevistas que dio al respecto, que ella forma parte de esta organización.
Pero los tiempos cambian y hoy las y los masones abren sus puertas para que la población en general sepa que “no somos raros ni movemos objetos con la mente”, señaló entre risas Mansilla. Y aunque no hay registro del número de parejas masónicas, existe un ritual propio de casamiento cuyas características siguen siendo de conocimiento exclusivo de los integrantes de las logias. Porque aunque haya apertura, si hablamos de masonería, algunos secretos deben conservarse.
Entrevista y texto: Julia Porta, Ileana Manucci y Belén Degrossi