En las últimas semanas, Oscar Montes, uno de los detenidos, pidió declarar pero dio pistas falsas. Se duplicó la recompensa para quienes aporten información concreta que permita encontrarlo. Una nota de Agencia Presentes.
A Tehuel de la Torre lo vieron por última vez el 11 de marzo de 2021 en Alejandro Korn (provincia de Buenos Aires), cuando fue a reunirse con Luis Alberto Ramos, quien le había ofrecido una changa como mozo. Luis Alberto Ramos está detenido y se mantiene en silencio. En las últimas semanas, Oscar Montes, otro de los dos detenidos, pidió declarar, pero sólo dio pistas falsas.
Según la línea que sigue el equipo de investigación de la Fiscalía, ese pacto entre Ramos y Montes esconde la verdad acerca de lo que pasó con el joven trans. Hace pocos días, se duplicó la recompensa para quienes aporten información concreta que permita encontrarlo. Se ofrecen $4.000.000 y anonimato absoluto.
Mientras, avanzan las comparaciones de ADN entre las muestras extraídas a familiares y a los detenidos con los rastros que se encontraron en los primeros operativos. También se amplía el perímetro de rastrillajes, surgen nuevos allanamientos, se apilan cada vez más hojas en el expediente de búsqueda de paradero. Pero Tehuel no aparece.
El caso es investigado en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada San Vicente, a cargo de la fiscala Dra. Karina Guyot, Departamento Judicial La Plata. Allí se planifican, por ejemplo, los rastrillajes que se realizaron en una primera instancia en un radio aproximado de dos kilómetros alrededor de las casas de los dos detenidos. En los últimos operativos se ampliaron a otros dos kilómetros desde ese mismo punto geográfico, donde se lo vio por última vez.
El 11 de marzo – consta en el ofrecimiento de recompensa del Ministerio de Seguridad bonaerense– “se habría retirado de su domicilio sito en Buenos Aires al 500 de San Vicente, provincia de Buenos Aires a las 19 horas aproximadamente. Fue visto por última vez entre las 19.30 y las 21 horas del mismo día en las inmediaciones de las calles Mansilla al 1200 o Frías al 800, ambos domicilios ubicados en la localidad de Alejandro Korn”.
Los rastros hasta ahora
En esos últimos dos domicilios la Fiscalía ubicó –entre las 19.45 del 11 de marzo y las 00.30 del 12 de marzo–, de acuerdo a los informes de las compañías de telefonía móvil, la última actividad del celular de Tehuel y también su última foto hallada, junto a quienes hoy están detenidos. Según confirmaron fuentes propias de la investigación en curso, ese teléfono fue encontrado quemado junto a una campera el 16 de marzo, en uno de los primeros operativos, frente a la vivienda de Ramos. Más allá de esto, también se concretaron peritajes en los teléfonos de Ramos y de Montes que permitieron obtener datos útiles para el trabajo de búsqueda.
La búsqueda
Luego de esos días iniciales, en los cuales se produjeron esos primeros allanamientos y las dos detenciones, los rastrillajes se replicaron –en base a datos proporcionados en diversos testimonios– en basurales, sitios de tratamiento de residuos, en un criadero de chanchos y similares, con personal de Policía de la provincia, buzos tácticos y luego con el aporte de las fuerzas federales. En el mayor porcentaje de casos, los operativos debieron realizarse en sectores descampados, con poca población y dificultades en el terreno (bañados, vegetación espesa, difícil acceso).
En el último mes, también se sumó un relevamiento específico realizado desde el aire, a través de parapentistas. Ese mapeo aéreo, por parte de conocedores de la zona, apunta a optimizar las búsquedas en zonas puntuales y divisar desde otra perspectiva posibles accesos y sectores donde sería recomendable profundizar los rastrillajes terrestres.
Las pericias
En los últimos dos meses se concretó la toma de muestras de ADN en los detenidos y en familiares de Tehuel, para poder comparar con posibles muestras de sangre y de un preservativo encontrados en los primeros allanamientos. Luego del procesamiento de la información genética, se avanzó en la comparación con rastros hemáticos –resultado del cual aún no se proporcionó información a los medios, pero sí a la familia–.
En medio de la pila de papeles que conforman el expediente de búsqueda de paradero en las oficinas de la Fiscalía, hay pedidos de información –y algunas respuestas– de distinta índole. A compañías telefónicas, a Centros de Monitoreo de Cámaras de Seguridad, a efectores de salud (por si se produjo el ingreso de una persona con las características físicas de Tehuel en esos días), entre otros.
Tras un llamado telefónico de una posible testigo que creyó haber visto al joven en Caleta Olivia, también la justicia bonaerense envió un exhorto a la Dirección de la Unidad Regional Norte de la Policía de Santa Cruz, al Comando Radioeléctrico y cuerpo de infantería. Se colocaron carteles con imágenes de Tehuel en locales comerciales y hubo difusión en los medios radiales y televisivos de la zona, además de los operativos policiales de rigor. Sin embargo, no surgieron novedades.
Hace dos semanas, entre rastrillajes y trámites, la Fiscalía confirmó que hubo un pedido concreto de Montes, uno de los detenidos, para prestar declaración. A pesar de las expectativas que generó en el equipo de investigación, la información que aportó no condujo a ninguna verdad. Fueron datos falsos o incorrectos que se desdibujaron en menos de una semana.
“Duele más”
“Es un día triste y mañana va a ser peor. Lo extrañamos mucho y lo queremos en nuestras vidas”, dice a Presentes Verónica Alarcón. Cada 11 es especial pero el dolor es parte constante en la rutina de su familia desde hace cinco meses.
Tehuel hoy no habita los espacios que compartía con su familia pero es una presencia fuerte que acompaña a cada integrante de la familia. “La vida cotidiana es levantarse y acostarse pensando en Tehuel. Llamamos al abogado por si hay alguna noticia. Mi mamá va a la fiscalía a ver si se sabe algo, te la pasas pensando cuándo van a estar las pericias, dónde está Tehuel. La verdad es que a medida que pasa el tiempo, duele más”, dice Verónica.
La esperanza está puesta en los resultados de las pericias de ADN que se hicieron en la casa de Ramos. Esperan conocer si coinciden con Tehuel o con alguno de los dos imputados. Mientras tanto, Verónica organiza la marcha de las 17 en San Vicente pero aclara que no tienen la fortaleza física ni emocional para sumarse a otras actividades que saben que se realizarán en otros lugares.
“Marchamos para que no se olviden de él y lo sigan buscando”, remarca y recuerda que “hay una recompensa. Si alguien tiene información que llame al 911, al 147 o se acerque a la Fiscalía de San Vicente”.
El mensaje de Verónica para Ramos y Montes sigue siendo el mismo: “Que me digan a dónde está mi hermano y qué es lo que hicieron”. Y el reclamo también persiste: “Que se haga justicia, que paguen por lo que hicieron”.
El barrio habla en voz baja
El barrio donde vivían Ramos y Montes antes de quedar detenidos es un barrio joven. Creció hace algo más de 10 años sobre lo que antes era un inmenso campo y parte de la laguna de Miriní. Primero fueron casillas que se empezaron a construir, ganándole terreno al agua, y con el tiempo se transformaron en casas de material. Como queda muy cerca del barrio La Esperanza, lo apodaron La Nueva Esperanza, aunque algunos le siguen diciendo “la toma”. En La Nueva Esperanza se pierde el rastro de Tehuel.
Es un barrio de gente trabajadora, merenderos, kioscos-almacenes, niñes que juegan descalzos en las calles de tierra. Un barrio un poco alejado, donde se reciben muchas denuncias de violencia de género.
En la zona conocen bien a los dos detenidos del caso. Ramos tiene antecedentes de violencia: una condena cumplida por homicidio. Montes en cambio no tiene antecedentes penales, pero varias personas del barrio lo describieron como violento.
El periodista Daniel Rosales, director de Al Sur Web –un histórico medio de San Vicente– dijo a Presentes que “el primer detenido (Ramos) es conocido como uno de los «malandras» del barrio, un tipo metido en negocios ilícitos y con antecedentes graves en la justicia”. En cuanto al segundo, definió: “Montes viene de una familia que vive hace muchos años en la zona, es el barrio Villa Coll, pegado a La Esperanza. Es cartonero. Y era el compinche de Ramos”.
¿Qué dicen en el barrio sobre el primer detenido? Ramos trabajaba en las cooperativas/ Vivía con la madre en el mismo terreno, cada uno en su casita/Daba planes/ Venía drogado, te dabas cuenta/Se decía que le pegaba a la mamá. Ella a veces venía y tenía moretones en la frente. Algún corte también le vimos/ El tío vivía con ellos/ Después de lo de Tehuel, la madre y el tío cargaron los bolsos y un colchón y se fueron en un auto blanco/De la casa, los investigadores se llevaron velas y libros satánicos/Andaba siempre armado con un cuchillo de cocina.
Desde la Fiscalía insisten en que ambos detenidos conocen la verdad sobre lo que ocurrió con Tehuel y también en que hay otras personas que saben lo que pasó y no hablan por miedo. Es por eso que remarcan que, además de la recompensa ofrecida por el gobierno bonaerense, también se asegura la reserva de identidad para quien pueda brindar información concreta que permita hallar al joven trans.
“Tehuel es la cara de la invisibilidad que sufrimos los varones trans”
Tehuel desapareció cuando iba en la búsqueda de un trabajo ofrecido. Nunca tuvo un trabajo fijo, siempre se mantuvo con changas. Su novia hacía rosquitas y bolitas, y él salía a vender. A veces ayudaba a los vecinos cortando el pasto, sacando árboles. El único trabajo que había tenido era el de volantero de Mi cabaña pero duró poco por la pandemia. A los tres meses de su desaparición, se sancionó la ley de promoción del acceso al empleo formal para travestis y trans, Ley Diana Sacayán-Lohana Berkins, una iniciativa que busca paliar esta falta de derechos básicos para el colectivo, causa y consecuencia de una cadena de violencias estructurales y vulneraciones sistemáticas. El reclamo por la aparición de Tehuel estuvo presente en los discursos del Congreso de la Nación e incluso en los festejos en las calles, donde se sigue preguntando Dónde está Tehuel.
En diálogo con Presentes, Fernando Martín, de Hombres Trans Argentinos –una organización que trabaja problemáticas de masculinidades trans– expresó: “Lamentablemente Tehuel es la cara de la invisibilidad que sufrimos los varones trans y de las violencias que atravesamos a lo largo de nuestra vida”.
Verónica, una de las hermanas de Tehuel, contó hace unas semanas a Presentes: “Tehuel estaba en busca de trabajo, agarraba todas las changas que podía. Tengo entendido que a veces con el tema de que era un chico trans no le daban trabajo. Con la señora vivían en el día a día. Él me contaba que le preparaba la leche al nene, lo llevaban al jardín y lo iban a buscar. Muy buen padre, muy buen marido, y sobre todo buen hermano”.
Para aportar datos
Las personas que quieran aportar la información requerida deberán presentarse ante los Fiscales Generales de Cámara de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia, la Unidad Funcional Descentralizada San Vicente, Departamento Judicial La Plata (sita en calle Alem Nro. 45 de la localidad y partido de San Vicente, teléfono (02225) 481-737/772, o ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas (sita en calle 2 entre 51 y 53, Oficina N° 118, La Plata, teléfonos 0221-429-3091 y 429-3015 de lunes a viernes de 7 a 19.
El monto de la recompensa será distribuido sólo entre quienes se presenten a suministrar la información ante las autoridades señaladas, haciendo conocer que se encuentran motivados por el ofrecimiento, en los términos del Decreto N° 2.052/98 y su modificatorio, la Resolución Ministerial N° 2.390/07, conforme el mérito de la información aportada.
Autores: redacción de Agencia Presentes