El Gobierno de Santa Fe implementará las tobilleras electrónicas en personas con medidas de distancia por ejercer violencia de género. La prueba comenzará en marzo con 300 tobilleras que se distribuirán en diferentes puntos de la provincia donde existan recursos para monitorearlas. ¿Cómo funcionará esta herramienta? ¿Es distinta al botón antipánico? ¿Sirven?
El Gobierno de Santa Fe anunció la implementación de tobilleras electrónicas para las personas con medidas de distancia por violencia de género, dispuestas en los tribunales de familia. Se trata de dispositivos que llevarán puestos quienes tengan la prohibición de acercamiento.
En Santa Fe para algunos de esos casos se usaban los botones antipánico pero, si bien las tobilleras funcionan de manera similar, no son lo mismo.
¿Sirven? Es una medida nueva de prevención un poco más avanzada, que evita que la persona denunciante tenga que encargarse de todo y que, si funciona correctamente, permite prevenir la situación antes del contacto con el agresor. ¿Tiene sesgos? Sí, por supuesto.
Qué dice el ministro
El ministro de Justicia y Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni, explicó a Periódicas que las nuevas tobilleras son similares a los dispositivos que ya se usan en Santa Fe para las prisiones domiciliarias. En el caso de las que se usarán para prevenir el acercamiento de personas denunciadas por violencia de género, el Gobierno de Santa Fe comprará una primera tanda de unos 300 dispositivos que se probarán en distintas localidades que tengan la capacidad técnica para realizar el monitoreo. Es decir, ciudades como Rosario y Santa Fe. Se utilizarán para los casos con mayores riesgos.
“Lo que cambia es que estos son dispositivos duales: se le entrega una tobillera a la persona que no se puede acercar y otro dispositivo a la persona protegida, que es una especie de botón pero no para que lo esté apretando, sino para demarcar el perímetro y las distancias”, indicó Cococcioni. Es decir que la persona que no se puede acercar tiene la tobillera y la denunciante un dispositivo que marca su ubicación constantemente, para que desde los centros de monitoreo evalúen el cumplimiento de la distancia y den aviso de cualquier tipo de acceso al perímetro de riesgo.
Qué sucede si se incumple
El perímetro es establecido por un juez. Cuando se transgrede los límites, se activa el protocolo. En primer lugar y casi de manera simultánea, se toma contacto con la persona protegida para avisarle de la situación, se le da indicaciones para que se resguarde y se envía el móvil policial más cercano. Por los tiempos de todo este protocolo es que recomiendan que la medida de distancia sea de por lo menos 700 u 800 metros.
“Lo de comunicarse con la persona protegida es importante para no mandar el móvil en una situación en la que no sea necesario”, indicó Cococcioni. Por ejemplo, si la distancia se acorta porque ambos están haciéndo un trámite en el centro, la persona denunciante puede dar aviso de que no se active el protocolo para que no llegue el patrullero policial. “Además, se pueden establecer zonas o puntos en los que el agresor no se puede acercar de ninguna manera, como la casa o el lugar de trabajo. Es la flexibilidad que permite este sistema”, opinó el funcionario.
Por otra parte, quien tiene el botón que marca el punto 0 de distancia, también puede activarlo. “Obviamente que no está obligada a aceptar el monitoreo, con lo cual, puede dejar el dispositivo en su casa y salir sin tener ese seguimiento, pero sin la aceptación voluntaria de la protección es imposible que funcione”, advirtió el ministro.
Prevención
Jurídicamente, la tobillera electrónica no es muy distinta al funcionamiento del botón antipánico, nada más que en este caso, si funciona correctamente, es posible prevenir la situación antes del momento del contacto y no una vez que la persona protegida se encuentra frente a frente con su agresor. “En la experiencia que tenemos en otros lugares, resulta altamente disuasivo, los casos de reiteración de transgresión del perímetro son sumamente excepcionales”, detalló Cococcioni
Entre marzo y abril planean comenzar a utilizar los primeros dispositivos que llegarán en tandas. “Estamos terminando de definir el pliego, pero antes vamos a realizar una ronda de proveedores que trabajan con esta tecnología para conocer mejor la herramienta y que esté lo más actualizada posible”, aclaró funcionario.
El ministro explicó que el objetivo de esta herramienta es lograr una efectiva prevención de los delitos que tienen que ver con la violencia de género y que, en el peor de los casos, terminan en femicidio.
Números
“Cerramos el año con una baja sustancial en la cantidad global de homicidios en nuestra provincia, pero si miramos el número desagregado, no disminuyeron de manera significativa los femicidios”, indicó. “Obviamente, las medidas que implementamos fueron para disminuir las muertes en la vía pública, situaciones de enfrentamiento entre bandas, pero los delitos vinculados a la violencia de género en su mayoría ocurren en ámbitos privados”, aseguró.
Cococcioni informó que los femicidios bajaron solamente de 17 a 16, una “baja normal dentro de las fluctuaciones que pueden ocurrir, casi que puede ser algo casual” y señaló que “sí disminuyeron los asesinatos de mujeres en contextos de narcocriminalidad”.
Por otro lado, precisó que el 73% de los femicidios fueron cometidos en el interior de los domicilios y el 80% (cuatro de cada cinco), por personas conocidas de las mujeres asesinadas. El 40% de los femicidios fue cometido por la pareja. “Estos números son esclarecedores y para pensar en una política pública debemos ir a los contactos previos, prevenir directa e inmediatamente lo que ocurre dentro de la vivienda o con las denuncias previas, cortando el ciclo de la violencia que muchas veces desemboca en un femicidio”, sostuvo.
Algunas advertencias
Generar es una organización que hace muchos años se dedica a acompañar y asesorar a las mujeres en situaciones de violencia en nuestra región. Su directora, Liliana Loyola, destacó en diálogo con Periódicas que las tobilleras electrónicas son una herramienta más que se suma a las ya existentes como los botones antipánico, que pueden servir en algunas casos pero que “no resuelven la seguridad de las mujeres que están en situación de violencia”. En esa línea advirtió que también es “un nuevo mecanismo de control que tendrá a quienes sean consideradas personas protegidas continuamente monitoreadas, atacando su privacidad”.
“Sigue dependiendo de la mujer que lo lleve a todos los lugares”, dijo respecto al mecanismo de funcionamiento de la tobillera y agregó que es muy distinto al uso que se le da con las prisiones domiciliarias porque en esos casos “no hay un tercero en peligro, como lo es una mujer que supuestamente está siendo protegida”.
Para Loyola, esta es una medida “al estilo Pullaro”, es decir, de seguridad. “Es trabajar sobre uno de los aspectos de una manera paliativa, en vez de trabajar en la prevención, en mejorar las políticas públicas de violencia de género que son insuficientes e ineficaces, en lugar de armar equipos locales y reforzar las comisarías de la mujer y la investigación”.
Por otro lado, la referente de Generar precisó que va a ser sumamente importante que el monitoreo de las tobilleras funcione bien. “Depende de que la respuesta policial sea inmediata, con la disponibilidad urgente de un móvil policial que llegue a proteger”, detalló y sostuvo que este nuevo dispositivo “debería estar coordinado con el área local de género que realice un seguimiento particular de las situaciones, armando un esquema con acuerdos y funciones de cada una de las partes”.
Escribe. Se especializa en policiales y judiciales.