Quedó en prisión preventiva J.C.V., el nieto de Ambrosía Ferreyra de 80 años, quien está imputado por homicidio agravado por el vínculo y es el principal sospechoso de haberla matado a puñaladas en su propia casa.
Ambrosía Ferreyra falleció a sus 80 años por los cortes de un cuchillo en la zona de las arterias de cuello y corazón. Según la investigación, el principal sospechoso de haberla asesinado es su nieto J.C.V., un hombre de entre 30 y 40 años, a quien toda la familia señaló como posible autor del crimen. El delito se cometió en el barrio 12 de Octubre de la ciudad de Santa Fe. Los testigos dan cuenta de una relación estrecha entre la mujer y su nieto, pero también de que él le exigía constantemente a su abuela que le diera dinero.
Durante la audiencia de medidas cautelares en la que la jueza Susana Luna decidió otorgarle la prisión preventiva a J.C.V., el fiscal a cargo de la causa, Matías Broggi, detalló que la mujer fue hallada sin vida acostada en su cama y, a su lado, su ropero estaba abierto. Allí ella guardaba dinero de las jubilaciones, que ya no estaba.
Según la hipótesis del fiscal, en la madrugada del jueves 2 de enero el nieto ingresó a la casa de calle Padre Quiroga al 2000 por un ventiluz bastante grande ubicado en un pasillo que da al patio y fue directamente a la habitación a buscar el dinero, ya que sabía dónde lo guardaba su abuela y qué días cobraba. Una vez allí, porque la mujer se despertó o porque se resistió, la mató de varias puñaladas. Luego se escapó por la puerta delantera que, al momento de llegar el resto de los familiares, se encontraba cerrada pero sin llave.
El fiscal imputó al nieto de Ambrosía como autor del homicidio calificado por el vínculo, pero no por violencia de género. Ello, a pesar de tratarse de una relación de abuela y nieto, marcada por los requerimientos y exigencias del varón hacia la mujer mayor.
Al ser consultado por la ausencia de calificación como femicidio, el fiscal indicó que “uno de los elementos para establecer violencia de género son, por ejemplo, las violencia anteriores y, en ese sentido, ninguno de los testigos dio cuenta de tales violencias”. Sin embargo, destacó que “esto no descarta el calificante puesto que puede estar presente esta misma violencia en el hecho. Todas las líneas investigativas se orientan a eso, pero al día de hoy no podemos esclarecer la mecánica exacta del hecho y no tenemos elementos para sostenerlo con el grado de probabilidad”. Por último, señaló que “mientras no tengamos elementos serios y contundentes en este sentido, no lo vamos a imputar porque también quitan peso a lo que sí podemos acreditar”.
Todos los testigos apuntan al nieto
Durante la audiencia de prisión preventiva realizada el viernes pasado en los tribunales de Santa Fe, la defensora pública Virginia Balanda que representa al imputado, intentó demostrar que había otras personas que también podrían ser sospechosos y, por ende, debían ser investigados por el fiscal Broggi como posibles autores del crimen. Apuntó principalmente contra el hijo de Ambrosía, quien tenía la llave de la casa, conocía perfectamente todos los movimientos de la mujer y fue quien llamó al 911 tras encontrar a su madre asesinada.
Sin embargo, la jueza Luna dio por probada la versión del fiscal, quien además detalló la escena del crimen, explicó las coincidencias entre las manchas de sangre en la ropa del imputado y el lugar del homicidio. Asimismo, narró pruebas sobre la tenencia del dinero robado y relató los dichos de los testigos que incriminan a J.C.V.
Según los datos que aportaron los familiares, la mujer había cobrado unos $200.000 pesos de jubilación, que era el dinero faltante en la casa. Cuando el nieto de Ambrosía fue detenido, llevaba puesto un pantalón de jean claro, con manchas de sangre y $250.000. Cuando se le consultó de dónde provenía ese dinero, no pudo justificar tal suma ya que no trabajaba y realizaba solamente algunas changas que, según lo que contó, sumaban unos $40.000.
Por otro lado, el fiscal Broggi destacó que todos los testigos apuntaron contra el hombre imputado, tanto una hermana, como el hijo de Ambrosía y el resto de los familiares. Incluso varios contaron hechos de robo y violencia por parte del imputado contra miembros de la familia.
Por todos los datos recabados, la jueza Luna consideró necesaria la medida de prisión preventiva, ante la alta pena en expectativa por el delito de homicidio, el riesgo de fuga por la falta de arraigo familiar de J.C.V. y la posibilidad de que entorpezca la recolección de pruebas y testimonios para llevar adelante la investigación.
Escribe. Se especializa en policiales y judiciales.