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Femicidio de Lorena Bonino: “Cuando un tipo mata a una mujer es un hecho político”

Lorena Bonino fue asesinada por su pareja en Recreo, en la misma casa donde estaban sus dos hijas adolescentes. Melina, la hermana de Lorena, escribió estas palabras unas semanas después. Ante la falta de perspectiva de género y el constante morbo que se reprodujo en las redes sociales y los medios de comunicación que publicaron entrevistas a la familia, desde Periódicas decidimos ser la plataforma por la cual ella exprese lo que siente sin alterar su mensaje.
Melina Bonino, hermana de Lorena
Lorena Bonino
Autora: Gisela Curioni

El domingo 4 de agosto nos mutilaron. A mi familia, que se preparaba para festejar dos cumpleaños (el de Lorena y el de mi papá) y tuvo que asistir al horror de perder a mi hermana; al barrio, que se sacudió por una tragedia sin precedentes que no vio venir, y a la sociedad entera. 

Desde ese domingo cambió la vida de muchxs. Dos adolescentes se quedaron sin su madre; nosotrxs nos quedamos impávidos frente a la crueldad, el horror y a la imposibilidad de salvarla habiendo hecho todo lo que pudimos. Desde ese día andamos rotos, caminamos en un cuerpo que no nos pertenece, con la cabeza hecha una maraña de situaciones que resolver, de recuerdos, de dolor.

Pero esto no le pasó solo a mi familia, nos pasó a todos. Porque cuando un tipo mata a una mujer es un hecho político. El femicidio de mi hermana es un hecho político.  

La militancia en el feminismo me ha enseñado, entre muchas cosas, que lo personal es político. Que el femicidio de mi hermana se enmarca en un sistema cruel que somete a las mujeres y a las disidencias a una desigualdad en materia de oportunidades laborales, de desarrollo económico, de responsabilidad reproductiva, de tareas de cuidados, entre otras cosas.

La vida de mi hermana transcurrió como transcurre la de muchas mujeres que no tuvieron la oportunidad de tener un trabajo en blanco, un trabajo digno y estable que le permitiera tener una independencia económica y que la ayudara a salir del círculo de violencia. Esa es la desventaja que tenemos muchas mujeres en la lucha por escapar de nuestros verdugos, sobre todo cuando tenés dos hijas con las cuales escapar.

Hoy nos queda pelear por ellas, proveerles una vida libre de violencias, con conciencia de sus derechos. Hoy ellas "eligen" vivir con la familia del progenitor, una situación que nos parece muy injusta pero es una decisión que respetamos. Hoy siento que nosotrxs perdimos todo: la cotidianidad con ellas y con mi hermana. Y que ellos ganaron dos nietas que los ayudan a mitigar el dolor.

Todo esto me puso a reflexionar sobre el gran trabajo que debemos hacer con las masculinidades en un tiempo donde todo se está volviendo a discutir, donde el machismo está de moda, donde ser un retrógrado es la rebeldía, donde la violencia está instaurada y naturalizada desde un sector del poder que siempre es patriarcal. 

Autora: Melina Bonino