Colombia se encuentra en un paro nacional indefinido y el pueblo salió a las calles a manifestarse en contra de las medidas que intenta implementar el gobierno de Iván Duke. Las mujeres y disidencias se encuentran una vez más en las trincheras, poniendo el cuerpo como actoras políticas pero también para mostrar lo que no dicen los medios hegemónicos.
El 28 de abril comenzó en Colombia un Paro Nacional indeterminado. Las manifestaciones en distintos puntos del país latinoamericano respondieron a las medidas anunciadas por el gobierno de Iván Duke, de la derecha más dura de Colombia y que inciden directamente en el desarrollo económico, la salud y los derechos de las clases populares. La nueva reforma tributaria pretende subir el costo de la canasta familiar, aumentar impuestos en medio de la pandemia, adoptar un modelo de salud similar al de Estados Unidos, entre otras políticas privatistas que amplían aún más las brechas entre ricos y pobres.
Las marchas se están realizando a lo largo y ancho de Colombia y con una fuerte presencia de los movimientos feministas y comunidad LGTBIQ+, ya que las reformas afectan a las mujeres y disidencias, más aún a las pobres y racializadas. La brecha salarial es aproximadamente del 13%: las mujeres son las que más trabajan y a su vez las que menos ingresos tienen. La pobreza en las comunidades indígenas es altísima, el Estado no garantiza servicios públicos en zonas olvidadas hace años. Y la represión hacia la diversidad es cada vez mayor.
Una de las medidas implica un aumento en el costo de las toallas y tampones, lo que significaría un grave retroceso, ya que en 2018 Colombia fue el primer país en Latinoamérica en eliminar los impuestos sexistas sobre estos dos artículos de gestión menstrual, gracias a una demanda propuesta por el grupo Menstruación Libre de Impuestos dedicada al activismo por la igualdad de género en el ámbito de la política económica y tributaria el país.
Coberturas feministas
Desde que comenzó el paro nacional, se han registrado más de 2110 casos de violencia policial y al menos 16 actos de violencia sexual contra mujeres y disidencias.
El escenario y contexto del pueblo colombiano poco se difunde por los medios hegemónicos y son los medios alternativos como actores políticos los que ponen el cuerpo y visibilizan las violaciones de derechos humanos.
Sara Tejada es politóga, feminista y editora de Ácida, una publicación feminista de Popayán integrada por cinco mujeres fotógrafas, diseñadoras e indígenas que crean contenido pedagógico con perspectiva de género. Sara cuenta a Periódicas que vieron un vacío o falta de enfoque de género en los medios de comunicación y sobre todo que no estaban mostrando el papel de las mujeres en las calles exigiendo la construcción de un nuevo país y que por eso decidieron salir a cubrir. “Decidimos hacerlo alrededor de esos cuerpos y personas que para nosotras faltaban en las coberturas. Se convirtió en una tarea ética, pero también con muchísimo cuidado y miedo a veces, por este grado de militarización que han tenido las ciudades, pues casi siempre se cobra en los cuerpos de las mujeres y las disidencias”.
“Los grandes canales televisivos de diferentes países no realizan una cobertura precisa o minuciosa sobre lo que está pasando en Colombia” afirma Nathalia Andrade Fajardo, periodista e integrante de la Revista Emancipa. “Ahí estamos nosotras, para mostrar tanto lo masivo como lo creativo y cómo se viven las movilizaciones, por qué son justas. Pero también el tema de la vulneración de derechos humanos. La situación en Colombia es crítica en este momento. Los y las colombianas hemos resistido en las calles pero la violencia estatal e incluso paramilitar ha aumentado y se ha agravado día tras día”.
Sobre la necesidad de comunicar desde los feminismos, Sara dice que “no basta con que los medios sean alternativos, sino que todos deben tener perspectiva de género y que realicen una reflexión sobre cómo están cubriendo las movilizaciones en relación a las mujeres y disidencias, ya que entre los numerosos tipos de violencias que ejerce la fuerza policial durante el paro, la violencia sexual se ejecuta principalmente hacia las mujeres. “Los medios tienen que visibilizar estos casos pero hacer un buen trabajo de no revictimizar a las mujeres y disidencias que pasaron por estas situaciones de abuso”.
En las últimas semanas, agrupaciones feministas realizaron numerosas manifestaciones, como ciudadanas y como fuerza política, con exigencias y análisis propios. “Estamos hablando de un Estado que le ha fallado a las mujeres" dice sobre el incremento de femicidios y transfemicidios en estos últimos años del gobierno de Iván Duke.
Documentar la lucha
Las mujeres fotógrafas construyeron una identidad colectiva como forma de replicar en el territorio y en el mundo el grito de Colombia. "La imagen que las fotógrafas están plasmando en estos momentos, se convierte en elemento de unión, de identidad y de acompañamiento hacia otras latitudes que permiten hablar para que el pueblo sea escuchado sin importar las fronteras, dicen desde la Fundación Fotógrafas Latam, un proyecto de difusión que busca destacar el papel de mujeres y disidencias latinoamericanas. Actualmente, comparten registros en sus redes sociales: "Hemos querido recorrer nuestro territorio en imágenes que nos rescatan en un grito unido como nación, como hermanos y hermanas que luchan y resisten por la justicia. Compartimos el trabajo de diez fotógrafas colombianas cubriendo las movilizaciones desde todos los ángulos, sensibilizando con su mirada, denunciando y haciendo país con su trabajo, demostrando que la cobertura que implica riesgo, no tiene género".
Agencia Colectiva Amalias es otra agrupación de mujeres fotógrafas alternativas de Colombia que está realizando coberturas del paro en distintos puntos del país para medios independientes.
Resistencia marica
El activismo LGTBIQ+ ha tenido una fuerte presencia en el paro nacional desde el pasado 28 abril. En diferentes marchas se realizaron presentaciones artísticas y performances como formas de manifestación. "Decidimos salir a marchar porque como ciudadanos colombianos que somos buscamos y luchamos por los derechos, por el cambio, por la visibilización de nuestra comunidad y el respeto que se le debe dar a todas las personas que hacen parte de ella", dice Piisciiss, artista y activista colombiana. Ella es una de las protagonistas de la performance que se volvió viral en la que bailaron voguing frente al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). "Queríamos mostrar también cómo es esa otra cara de las marchas y el paro porque desafortunadamente en nuestro país los medios siempre muestran a los jóvenes y a los artistas como violentos, como terroristas, como ocasionales de desorden público y eso no es así".
"Fue un momento que se dio de forma espontánea, nos apoderó la resistencia, la valentía el coraje de todas las personas que estaban allí en ese lugar. Decidimos habitar todos esos sentimientos y expresarles a través del movimiento del cuerpo". Piisciiss dice que las llamaron de distintas maneras: personas LGTB, maricas, travestis, trans, pero que la viralización sirvió para que se abra el debate en Colombia acerca de las diferentes identidades que son parte del paro, que tienen reclamos propios: "También estamos luchando por nuestros derechos y por nuestro pueblo".
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