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Joe Biden, ¿el presidente de todos los colores?

Porque queremos, porque podemos y porque nos gusta, le pegamos una mirada feminista, marica, gorda y ambiental desde el camalote del litoral santafesino a la coyuntura política estadounidense. Todo el nuevo panorama político con la licenciada Leandro Wolkovicz en esta nota.

Créditos: REUTERS/Kevin Lamarque

Biden, Harris, los grupos extremistas, el Squad, la primera legisladora trans, la primera trans subsecretaria nacional de salud, exponentes del movimiento Black Lives Matters, migrantes y latines en bancas y responsabilidades políticas de primera línea. ¿Qué pasó con el sueño americano? Es lo que se preguntan les conservadores en estos días, mientras múltiples protestas violentas ganaron el Capitolio y las calles de Washington. El clima social se tensionó muy fuertemente frente al resultado evidente: la aplastante victoria de un demócrata.

Un saliente y desorientado Trump apuesta a esa tensión social en una especie de irresponsable pataleta que puso en riesgo al proceso democrático, y por fin ¿se va? de la política estadounidense cerrando uno de los capítulos más vergonzosos de la política internacional.

En medio de la asunción del nuevo presidente Joe Biden y la primera vicepresidenta en la historia de los Estados Unidos de América, Kamala Harris, quedan un montón de interrogantes. ¿Cuáles son las implicancias de esta transición para el movimiento de mujeres, negres, migrantes, latines y lgbtiq de Estados Unidos? ¿Y para el mundo? ¿Con qué plataforma política llega Biden a la presidencia? ¿Qué es el squad? ¿Interseccionalidad o pink washing a la americana? Estas y otras preguntas nos respondió Leandro Wolkovicz, licenciado en Ciencias Políticas y referente gay de la ciudad de Santa Fe.

- ¿Cuál es la plataforma que le otorgó la victoria a Joe Biden?

- Biden llega a las elecciones con la bandera del anti Trump. Él se presenta a sí mismo como todo lo contrario a lo que representó y representa la figura de Trump y su gobierno. Sobre todo se opuso a dos grandes aspectos del gobierno de Trump: en primer lugar el que tiene que ver con los modales, con las formas de hacer política. Recordemos que Trump viene del mundo empresarial. Él continúa siendo multimillonario y además era la estrella de su propio reality show. Es el primer presidente que le regaló al país la industria de los reality shows.

Este aspecto formal, políticamente incorrecto, nada de acuerdo con las formas en las que tradicionalmente se había manejado la investidura presidencial, sobre todo en los Estados Unidos, contra la figura de un político que tenía 36 años de carrera encima como senador nacional, que es una esfera que tiene mucho prestigio y mucho poder en Estados Unidos, y además había sido durante ocho años vicepresidente de la nación; así que era todo lo contrario en ese sentido y está perfectamente adaptado a los usos y costumbres de Washington.

Y esto, sobre todo, cuadró con un sector de la población que fue el que mayoritariamente le dio la victoria a Biden, que es el de las clases medias altas que habitaban en los suburbios, es decir en las zonas donde vive la gente de altos recursos alrededor de las ciudades y sobre todo a las mujeres de clase media alta y de raza blanca que se volcaron en su mayoría a Biden, por más que hayan sido históricamente pertenecientes al partido republicano. Porque entendían que estaban cansadas de este payaso todo el tiempo en la televisión; más allá de que en sus políticas podrían llegar a favorecerlas más o menos, en principio era un desagrado con la figura del presidente.

Y la otra pata de su plataforma tiene que ver con lo que podemos llamar una versión "light" de una serie de demandas que estuvieron creciendo en los últimos años y que eran articuladas por los movimientos sociales. Una base que si bien siempre votaba al partido demócrata, de alguna manera siempre votaban resignados porque la oposición, es decir el partido republicano, era peor.

Estos movimientos, el ambientalismo, los sindicatos, el Black Lives Matter, el feminismo y los movimientos LGBT, que se habían articulado detrás de la campaña de Bernie Sanders, el gran exponente de esta nueva izquierda estadounidense que perdió las elecciones primarias del partido demócrata contra Joe Biden, le dan la posibilidad de captar parte de estas demandas en su plataforma, pero lo hace en una versión más light. Por ejemplo, una de las demandas de estos grupos es el de una cobertura de salud universal. Entonces la propuesta no es salud pública universal para todos y todas, sino que decide ampliar la cobertura de salud privada para que cubra cada vez más personas. Es como una versión 'light' de ese mismo ese mismo reclamo.

Y allí donde los movimientos, sobre todo de personas racializadas y afrodescendientes que pedían por quitarle el fondo a la policía, que se llama 'Defund the Police', Biden propone reestructurar la justicia penal, la policía y la forma de gastar el presupuesto que tienen. Entonces siempre es una versión más light de los reclamos de los movimientos sociales.

- ¿Qué pasa en el caso de los reclamos medioambientales?

- Lo mismo con los reclamos medioambientales. La propuesta de Biden no es hacer un "Green New Deal", sino hacer un plan de infraestructura mucho menos ambicioso y mucho menor, donde el Estado contribuya a la producción de energías renovables. En todo lo que dependiera del Estado, en todas las compras, todas las contrataciones, él se compromete aparentemente, a partir de su gobierno, a que sea promoviendo las energías renovables y la economía sostenible, pero no un plan total de infraestructura súper ambicioso como era el Green New Deal.

- ¿Qué impacto tienen, en particular en estas elecciones, los movimientos sociales? ¿Qué es el "Squad"?

- Bueno hay que recordar que históricamente habían sido marginales en la política electoral estadounidense, que es bipartidista y que se reparte todo el sistema político entre demócratas y republicanos, y que  estos sectores se han empezado volcar masivamente la vida política sobre todo a partir de la anterior campaña de Bernie Sanders en el año 2016. Desde ese momento todos los reclamos empezaron a tomar estado público, y quizás el primer gran impacto electoral fue a partir del año 2018 con el ingreso de lo que se conoce como el Squad, o 'el escuadrón', que son cuatro legisladoras nacionales que ingresaron ese año. Son todas mujeres racializadas, afrodescendientes, latinas, pertenecientes a los países árabes.

Una de ellas es Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, que no sólo es una mujer latina que proviene de las clases trabajadoras sino que además le ganó la interna uno de los líderes del partido demócrata en la Cámara de Representantes. Es decir, le hizo una primaria a un gran poderoso del partido demócrata y ganó, con el apoyo masivo de población latina y afro descendiente del Bronx y Harlem.

Pero además de ella están Ilhan Omar y Rashida Tlaib, que son las dos primeras mujeres musulmanas en acceder al congreso nacional, y Ayanna Pressley, una mujer negra. Estas mujeres además se caracterizan por haber llegado a la política sin el apoyo de las grandes corporaciones. Allá las grandes corporaciones tienen casi vía libre para sostener campañas electorales o para hacer anuncios en apoyo de tal o cual candidato sin necesariamente aportar a la campaña, entonces, de esa manera, ellas planteándose como opuestas a recibir apoyo de las grandes corporaciones recibieron en cambio donativos de los movimientos de base, de grupos de vecinos que se organizan para juntar dinero y de esta manera se presentan como personajes políticos que no dependen de la corporación y que están dispuestas a plantarse por lo que quiere el pueblo, lo que quiere la base.

Ayanna Pressley, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Alexandria Ocasio-Cortéz. Foto: REUTERS/Erin Scott.

Y en las elecciones de este año se suman dos personas al escuadrón: Jamaal Bowman, también de Nueva York, partidario de la cobertura universal de salud, y Cori Bush, de Missouri, que es la primera legisladora que proviene directamente del movimiento de Black Lives Matter. Ella en particular, si bien allá llevan mucho tiempo las campaña porque empiezan casi un año antes de las elecciones, es quizás la gran emergente de este movimiento que se dio a partir de mediados del año pasado en Estados Unidos. Este movimiento de 'las vidas negras importan' a partir del asesinato que fue filmado de George Floyd, un hombre negro que fue asfixiado por la policía. Todo fue captado en vídeo y eso generó un levantamiento de la población negra y afrodescendiente y también de otros grupos oprimidos reclamando contra la violencia policial y reclamando que se le quite presupuesto, o se deje de priorizar tanto el presupuesto de la policía.

Y una de las patas quizás interseccionales de todo esto es que al reclamo de la muerte de George Floyd se sumó también el caso de Brianna Taylor, una mujer trans negra que fue asesinada en la misma época que George Floyd, pero con la particularidad de que la policía entró a su casa y la mató ahí, por un supuesto crimen que en realidad nunca había cometido y por arbitrariedad policial absoluta.

Así que el reclamo por George Floyd y el interés de darle una pata interseccional a todo el reclamo, fue decir "reclamamos por la muerte de George Floyd, un hombre cis, heterosexual, negro y por Brianna Taylor" y el aporte de muchos sectores comprometidos con lo LGBT y con el género fue visibilizar también el asesinato de esta mujer trans".

La raza fue uno de los grandes ejes en las ultimas elecciones y en general un tema muy importante en la política estadounidense. Es una variante que estructura o que divide el campo político electoral en Estados Unidos, muy instalada, producto por un lado de los altísimos niveles de racismo institucional y social que hubo y sigue habiendo en el país, y por otro como producto de la enorme visibilidad de la movilización política de la población negra.

- ¿Podemos leer en esta misma clave la elección de Kamala Harris como la primera mujer y negra vicepresidenta de los Estados Unidos?

- Harris comparte con Obama la particularidad de que tanto una como el otro no son descendientes de esclavos. Ellos como negros no son hijos y nietos de los que habían esclavizado y habían sido traídos de África. Son hijos de inmigrantes, que llegaron a Estados Unidos alrededor del siglo veinte. En el caso de Kamala Harris, su padre jamaiquino y su madre de India, llegaron con una beca estudiantil en los años sesenta y después se quedaron. Participaron, claro, de las protestas raciales, pero no eran descendientes de esclavos. Los que llegan al poder no sobrellevaron y no superaron los siglos de esclavitud y no se sobrepusieron a eso, si bien su raza es la misma no tiene el mismo sentido social.

Y también hay una crítica a esta representación de la centro-izquierda blanca progresista que ve positivamente que empiecen a llegar personas negras a determinados cargos de poder. Claro que personas negras vinculadas a Wall Street y a las grandes corporaciones. Entonces, mientras sea de color de piel diverso, no importa qué es lo que haga. Y esa es un poco la lectura que se hace desde la izquierda un poco más combativa sobre estas cuestiones.

Ellos dicen que, en realidad,'lo que hace esta gente es instrumentalizar nuestras demandas, se quedan con la parte cosmética y le sacan todo vestigio de modificar positivamente nuestras condiciones de vida'; y hay cierta similitud entre la crítica de izquierda y la crítica de derecha a esta nueva movida liberal progre urbana.

Si bien Kamala Harris es negra y descendiente de asiáticos, no deja de ser una ex-fiscal general del estado de California, es decir, la jefa de la policía y con grandes vínculos con las corporaciones tecnológicas de Silicon Valley en San Francisco. Ella viene de San Francisco, con mucha comodidad con estos sectores corporativos concentrados, entonces no es cualquier negra o afrodescendiente la que llega, sino una que en particular tiene vínculos con el poder punitivo y con el poder económico.

Entonces hay mucha crítica de la izquierda a este intento de lavarle la cara a la identidad o de usar la identidad e instrumentalizarla para legitimar el propio proyecto político que mantiene la estructura económica como está. Y en este sentido también quizá se pueda empezar a comprender cómo ha sido el proceso para que asuma por primera vez una senadora estatal trans del distrito del presidente. Y es que los reclamos feministas y LGBT de pronto, como dije antes, empezaron a formar parte de la base electoral de la coalición de apoyo al presidente Biden".

Es válido recordar que Joe Biden designó a la primera subsecretaria trans de la cartera de Salud estadounidense, coincidiendo con la toma de posesión de las primeras dos legisladoras estatales trans.

La doctora trans Rachel Levine es la nueva subsecretaria de Salud de Estados Unidos. Foto: AFP

- ¿Qué lectura hacés de la toma del Capitolio?

- Todos vimos la foto de las personas que se levantaron contra el Capitolio y lo ocuparon. Eran todos hombres blancos. Básicamente la foto de estos sectores blancos empobrecidos de clase trabajadora, con una moral conservadora que es, de alguna manera, la expresión de la decadencia, de la frustración del hombre blanco que antes era el pináculo de la cultura estadounidense y la clase media, la base del país, y se convirtió en un paria a sus propios ojos, porque le sacan el trabajo y además le sacan la legitimidad.

Entonces esta clase frustrada, empobrecida, armada -otro elemento fundante de la cultura estadounidense- y empoderada por Trump y por este clima de ideas (lo que acá vimos con Patricia Bullrich, macrismo mediante: sectores que habían aprendido a callar la boca pero no habían cambiado de opinión, volvieron a hablar porque sentían que había un clima de ideas que les favorecía), encontró en Trump un canal para expresar este descontento, "este tipo nos representa y nosotros nos la vamos a jugar por él".

Todo, claro, después de no parar de darle guiños a estos sectores de ultraderecha que están fuera del sistema político y que se empiezan a organizar en organizaciones como Proud Boys y otros.

Y de esta cuestión deberíamos ver toda esta movida social y también la explicación política, que es básicamente el agite de Trump; el presidente que, a pesar de que toda su vida había sido un libertino, se convierte en el pináculo del conservadurismo cultural y social y detenta una forma autoritaria de ejercer el poder.

Entonces a partir de este perfil se puede explicar todo lo que pasó con las elecciones, porque lo que hace básicamente es desconocer el resultado de las elecciones y hacer una serie de reclamos a pesar de que no haya ningún tipo de prueba, entonces esta gente fue también al Capitolio a decir "nos robaron la elección, abran las urnas contemos todo de nuevo, votemos de nuevo, porque nos robaron la elección". Una persona que solamente consume los medios adictos a Trump que te dicen que salgas a protestar y vas a ir hasta las últimas consecuencias, porque te robaron la elección. Entonces es todo ese cóctel lo que generó la explosión que se dio aquel día en el Capitolio estadounidense.

‘QAnon Shaman’ el líder pro-Trump que tomó junto a una turba el Capitolio en Washington - Foto: AFP

- ¿Cómo impacta eso en la figura de Trump y la posibilidad de una reelección?

- Como perdió las elecciones, Trump se puede volver a presentar en 2024 y ese es quizás el gran temor de los republicanos, el fantasma de Trump, entonces decidieron hacer un impeachment, el segundo de su gestión. Es el primer presidente en la historia de Estados Unidos que recibe dos juicios políticos. La Cámara de Representantes ya lo acusó, con votos de los demócratas y algunos votos republicanos, y ahora está en vías de que se juzgue en el Senado, que a partir de ahora va a empezar a tener mayoría demócrata. Como este juicio se va a desarrollar con Trump ya habiendo terminado su gestión, entonces el efecto principal que va a tener es el de impedir que se presente a las próximas elecciones.

Entonces el sistema político responde de esta manera, por un lado al partido republicano, que en los últimos años se convirtió como en el "trumpismo" prácticamente, porque la base está muy enardecida a favor de Trump, pero el establishment dentro del partido quiere sacárselo de encima y dejar eso atrás, quiere volver a tomar el control de la derecha, del lado de los conservadores y los neoliberales y no de este populista que tiene el apoyo de los pobres.

Y además el otro costado, que es este rechazo a lo que pasó. Es decir, guarda que la izquierda no aprenda la violencia política, y venga de sectores que además quieran un cambio económico. Entonces también es una respuesta ante lo considerado excesivo por parte de Trump, porque ya se termina de cagar en el sistema político, pero también es una defensa del sistema al decir "acá si se resuelven las cosas con violencia, hay tabla", un parche a que la violencia política no crezca y empiece a estar todo un poco más en riesgo.

Toda este esta combinación de factores hizo que Biden llegue al escenario político más dividido, más fragmentado y más polarizado de, quizás, los últimos cien años de historia.