El león libertario rugió su primer discurso demodé frente a la ONU, ambientado en las rispideces de la Guerra Fría y en un mundo que no existe hace al menos 30 años. Además de romper con la neutralidad histórica de la Argentina en conflictos internacionales, durante la exposición el presidente también desmarcó al país del Pacto del Futuro que busca, en términos generales, la sustentabilidad de la vida humana para las generaciones venideras. La libertad avanza a un lugar donde no existe la noción de futuro.
El presidente Javier Milei tuvo su primera alocución frente a la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) el martes pasado, donde oficializó la salida de Argentina del Pacto del Futuro, un acuerdo de 56 iniciativas aceptado por consenso por el organismo global el 22 de septiembre y que reafirma el compromiso de los Estados parte con pautas gubernamentales para la sustentabilidad de la vida humana en el planeta.
Los ámbitos que encara el compromiso son el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad internacionales, la ciencia, la tecnología y la innovación; la cooperación digital, la juventud y las generaciones futuras, y la transformación de la gobernanza global.
Argentina disociada
Desde el gobierno, la que adelantó la postura que iba a llevar Argentina a la instancia internacional fue la canciller Diana Mondino, que confirmó en X, en la antesala del pronunciamiento presidencial, la "disociación" de Argentina del acuerdo que pone la mirada en el alcance de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, como los expuestos en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing para la consecución de "la igualdad de género, la participación de las mujeres y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en todos los ámbitos y con la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas", entre otros varios puntos.
Pero la posición del primer mandatario fue mucho más allá de simplemente desmarcar al país de la propuesta y cargó sin miramientos contra el organismo internacional respecto de sus acciones en el contexto de la pandemia por Covid 19, la Agenda 2030, las iniciativas contra las desigualdades de género y la pobreza mundial y hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El mundo según Milei
El discurso del presidente frente a la Asamblea de la ONU en Nueva York comenzó cerca de las 16 (hora de Argentina) fiel al estilo presidencial: la reproducción leída de una fotografía mohosa del mundo hundido en la Guerra Fría, finalizada hace por lo menos tres décadas.
En su alocución Milei compartió a los representantes globales su lectura monodimensional, pero también falaz e insuficiente, acerca del estado de situación de la nación que gobierna estrictamente en números, como el economista desprovisto de todo talento político que es y se jacta de ser.
En una nueva escalada por instalar una historiografía mileista frente a los referentes mundiales, el presidente no se esforzó por distinguir entre dictaduras asesinas y gobiernos democráticos al hablar del "fracaso de más de un siglo de políticas colectivistas" que lo llevó al poder en Argentina.
Y en su pose profética mosaica favorita fue a decirle a la ONU lo que él cree que va a pasar si la gobernanza internacional vira finalmente a la eliminación de la pobreza global y la inclusión definitiva de las mujeres en el entramado político en todo el planeta.
Con una interpretación libre de los fundamentos con los cuales se creó la organización multilateral hace 70 años tras el final de la Segunda Guerra Mundial, adjudicó a la ONU el mayor crecimiento económico y el mayor período de paz y estabilidad. "Porque dónde entra el comercio no entran las balas" sostuvo el libertario.
Pero inmediatamente cargó contra el organismo tildándolo de ser un "un Leviatán de múltiples tentáculos que intenta decidir lo que debe hacer no sólo cada Estado Nación sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo", "una organización que le impone una agenda ideológica a sus miembros" apuntó.
El libertario además acusó a la ONU de ser "burócratas internacionales" que apuntan a "la profundización de ese rumbo trágico" que es la Agenda 2030, en sus palabras "una agenda de gobierno supranacional de corte socialista" que "pretende solucionar la pobreza, la desigualdad y la discriminación con legislación que lo único que hace es profundizarla".
Sin sonrojarse, el mismo presidente que solicitó la delegación de facultades legislativas al Congreso de la Nación y atropella sistemáticamente la Constitución Nacional, señaló que "la única manera de garantizar la prosperidad es limitando el poder del monarca, garantizando la igualdad ante la ley".
En la misma línea, la cabeza del partido político que nuclea legisladores que visitaron genocidas condenados de la última dictadura cívico militar, cargó contra las cuarentenas recomendadas por ONU y la OMS en 2020, durante la crisis sanitaria, por "coartar la libertad" y señaló que debieran ser juzgadas "como un delito de lesa humanidad", además de condenar la participación de los gobiernos de tinte totalitarista de Cuba y Venezuela en el organismo de Derechos Humanos.
El gobernante argentino, que eliminó de forma permanente las políticas de género y el Instituto contra la Discriminación, observó la contradicción de la integración de las potencias musulmanas en el Comité para la Eliminación de la discriminación contra la Mujer, al tiempo que defendió a Israel y tildó al órgano internacional de incapaz de responder "al flagelo del terrorismo".
También apuntó contra las políticas de integración económica del ente "por entorpecer el proceso económico natural" y pedirle a los países más postergados "gozar de sus propios recursos para salir adelante" y, casi como olvidando que su ministro de economía tomo deuda a 100 años en 2018, acusó a la organización de exigir "a los paises mas relegados que comprometan recursos que no tienen en programas que no necesitan, convirtiéndolos en deudores perpetuos para promover la agenda de la élites globales".
También condenó las políticas de emisión cero, como las que lleva adelante en su gobierno, "que dañan a los países pobres" y cargó contra las políticas de derechos sexuales y reproductivos por atentar contra la tasa de natalidad "asegurando un futuro sombrío para todos".
Condenó la posición del organismo frente a conflictos como el de Argentina y el Reino Unido por Malvinas, y les advirtió del "fin de un ciclo" del "colectivismo y el postureo moral de la agenda woke" que se "han chocado con la realidad y ya no tienen la creíbles para ofrecer a los problemas reales del mundo".
Según Milei siempre ocurre lo mismo con las ideas que vienen de la izquierda, tras lo que acusó al organismo de "restringir, reprimir y coartar su libertad" y aseguró que Argentina ya conoce los frutos de "este camino de envidia y pasiones tristes".
Cambio de rumbo
El presidente señaló que Argentina abrazó "las ideas de la libertad", la "doctrina de la nueva Argentina" y expreso oficialmente el discenso del Pacto del Futuro al que el país adhirió el domingo previo e invitó a las naciones miembro a rear una nueva agenda para la ONU que denominó "la Agenda de la Libertad".
Y sin mayores explicaciones de las implicancias para el organismo o para las ciudadanas y ciudadanos argentinos, el máximo mandatario nacional culminó su exposición anunciando el abandono de "la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó" como país.
¿A qué se oponen los libertarios?
La cumbre del Futuro y su resultante Pacto, acogieron, entre otros ejes, el Objetivo para el Desarrollo Sostenible número cinco, que compromete a las naciones miembro con la igualdad de género, en el acceso a la educación, a la salud, en las oportunidades laborales, y en la representación y definiciones políticas y económicas "como contribución decisiva para avanzar en todos los objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas"
El compromiso busca mitigar exponencialmente los "riesgos catastróficos existenciales crecientes" provocados por las decisiones humanas en relación al cambio climático provocado por el extractivismo salvaje producto de un sistema económico excluyente y desigual, la guerra y los conflictos internacionales, la pobreza y los crímenes internacionales.
Pero también avanza en lineamientos internacionales sobre los potenciales usos y riesgos de las tecnologías en desarrollo como la inteligencia artificial y las tecnologías de la información y la comunicación y fijar parámetros para garantizar la supervivencia de las nuevas generaciones en un mundo habitable, seguro y en paz.
El Pacto reafirma el compromiso con la restauración, protección, conservación y uso sostenible del medioambiente, promueve la construcción de sociedades pacíficas, justas e inclusivas que defiendan los derechos humanos y garanticen el acceso a la justicia y la protección de las libertades fundamentales, la protección de la cultura y el deporte, la paz y seguridad internacionales, el aprovechamiento de las nuevas tecnologias en beneficio de las personas y el planeta en un marco de derechos humanos y la igualdad de género, el aprovechamiento de los conocimientos indígenas y tradicionales, la protección civil en conflictos armados, la prevención de la virtual carrera armamentista ultraterrestre, el desarrollo de sistemas de armas letales autónomos, la aplicación militar de la inteligencia artificial.
Además el tratado adjunta una Declaración sobre las Generaciones Futuras que propone la inversión en el desarrollo social y económico de las infancias y juventudes, la promoción, protección y respeto de sus derechos humanos, el aumento de su participación en la toma de decisiones y un Pacto Digital Global que persigue eliminar las brechas digitales, ampliar la inclusión en la economía digital, fomentar un espacio digital inclusivo, abierto y seguro que respete y proteja los derechos humanos, promueva un enfoque de gobernanza responsable, equitativo e interoperable de datos en beneficio de la humanidad.
Escribe. Se especializa en la temática trans-travesti y las notas viscerales.