El empresario Alberto Dolinsky fue condenado a 15 años de prisión por la autoría de un delito contra la integridad sexual en perjuicio de una niña en 2014. La sentencia fue dictada por unanimidad del tribunal penal de primera instancia en el marco del juicio oral finalizado este martes en la ciudad de Santa Fe.
Alberto Héctor Dolinsky, de 71 años, fue condenado a 15 años de prisión de ejecución efectiva en el marco de un juicio oral y público tramitado en la capital provincial. El delito cuya autoría se le atribuye es el de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser cometido por dos personas en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por ser la víctima menor de 13 años de edad. La pena fue resuelta por unanimidad del tribunal integrado por los jueces Sergio Carraro, Rosana Carrara y Rodolfo Mingarini. Asimismo, se dispuso que el condenado cumpla la pena bajo la modalidad de detención domiciliaria.
La fiscal que llevó adelante la investigación de la causa fue Alejandra Del Río Ayala, quien contó en el debate oral con la compañía de su par Matias Broggi Forclaz, ambos de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual. "Fue un proceso muy tedioso y largo", señaló el fiscal después de la condena. "Lo que se demoró no fue la investigación de la Fiscalía, sino los actos procesales a raíz de distintos recursos que presentó la Defensa que apuntaban a revisar todas y cada una de las decisiones de los magistrados de primera instancia”.
Los años de pena sentenciados son los que la fiscalía pidió en sus alegatos. Sin embargo no es la misma la modalidad resuelta para su cumplimiento. "Desde la Fiscalía pedimos que el condenado cumpla la pena en un establecimiento carcelario”, señaló Broggi Forclaz y destacó: “entendemos que la contraparte no acreditó los extremos mínimos necesarios para que se disponga la modalidad domiciliaria de ejecución de la pena”. En ese sentido, el funcionario afirmó que esperarán los fundamentos de los jueces para proceder a la apelación.
Delitos aberrantes
Del Río Ayala recordó en sus declaraciones los datos del hecho delictivo. "Los ilícitos fueron cometidos el jueves 2 de enero de 2014 en las instalaciones de un hotel céntrico de la ciudad de Santa Fe en el que vive Dolinsky”. Asimismo, destacó que de la evidencia recolectada y del relato de la víctima en Cámara Gesell resultó comprobada la configuración del delito. “La modalidad y circunstancias de realización de los ilícitos produjeron denigración, humillación y gran sometimiento en la víctima”, subrayó la funcionaria.
“El acusado formaba parte del círculo más íntimo de confianza del padre de la víctima; había asumido –junto a la mujer extranjera– un deber de cuidado en relación a la niña; aprovechó la vulnerabilidad de la menor; la colocó en un total estado de indefensión y la expuso a un sinnúmero de riesgos físicos y psíquicos”, indicó Del Río Ayala. La fiscal expresó que el delito fue un "claro acto de pedofilia" y subrayó el carácter aberrante de los ilícitos contra la integridad sexual, en particular cuando la víctima es niña o niño. "No solo por los derechos que se vulneran, sino también por lo traumático que resultan estas acciones y las consecuencias que producen o podrían producir a lo largo de la vida de una persona".
La mujer brasileña
Tal como surgió de la investigación, en el delito se encuentra vinculada también una mujer de nacionalidad brasileña, quien se encontraba, al igual que Dolinsky, al cuidado de la víctima. Según informó Del Rio Ayala, la mujer fue citada a audiencia imputativa a principios de 2018 para lo que pidió una prórroga. "Cumplido este plazo y al no presentarse ante la justicia, se declaró su rebeldía y se pidió su captura internacional", detalló la fiscal a lo que agregó la información sobre la detención llevada a cabo por Interpol en Brasil el 20 de julio de ese año. "Su situación procesal tramitará ante la justicia del vecino país", concluyó.
A la fiscalía se sumó la querella a cargo del abogado José Ignacio Mohamad, quien actuó en representación del padre de la niña víctima de los abusos.